Personas arrogantes

CIUDADANÍA PRIMAVERA - Paula Santander-8
Imagen de archivo sobre la ciudadanía en Granada | Foto Archivo GD
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La arrogancia indica un rasgo de la personalidad en el cual una persona se percibe con un sentido de la autoestima demasiado elevado. De esta forma, una persona con comportamiento arrogante es aquella que actúa en determinadas ocasiones (o en la mayoría de ellas) como si fuera superior a los demás. Las personas no “somos” arrogantes, si no que nos comportamos de una manera arrogante en algunas –o en muchas– situaciones vitales.

Características de una persona arrogante

  1. Necesidad de admiración o de atención exclusiva por parte de los demás.
  2. Baja empatía y escasa capacidad de escucha.
  3. Actitud impositiva de los propios criterios e ideas. Agresividad en la comunicación.
  4. Dificultad para reconocer los propios errores y encajar las críticas. Baja introspección.
  5. Egocentrismo, hablar de uno mismo en exceso.
  6. Comentarios despectivos o minusvaloración de los demás.
  7. Actitud de superioridad.
  8. Suelen contar con buenas competencias o habilidades sociales.
  9. Excesiva preocupación por los logros o éxitos.

A esos 12 puntos podríamos explicarlos diciendo:

  • Actitud hipócrita: Las personas prepotentes suelen tener una actitud muy hipócrita hacia los demás, comportándose  de una manera diferente en función de la situación para lograr sus objetivos.
  • Muy competitivos: Una persona altiva suele intentar aumentar su propia valoración siendo o mostrándose mejor que los demás.
  • Menosprecian a los demás: Cuando ven que los de su alrededor pueden destacar en una o más habilidades, la gente prepotente suele intentar menospreciar sus virtudes, sobre todo si se trata de personas que ven como sus competidores.
  • Actúan con superioridad: Creerán que siempre tienen la razón sea en la situación que sea. La arrogancia siempre vendrá de la mano de la soberbia, ya que estas personas se sienten mejores que las demás.
  • Poco autoconocimiento: A pesar de que una persona arrogante se siente con superioridad hacia los de su alrededor, la realidad es que estos individuos suelen tener poco conocimiento hacia sí mismas, no identificándose en ciertos defectos que si suelen tener.
  • Les encanta hablar de ellos mismos: son egocentristas. La gente prepotente suele hablar mucho de sí mismas a pesar de que el tema de conversación no dé pie a ello.
  • No soportan las críticas: Una persona arrogante no puede tolerar las críticas. Tanto es así que quizá pueda llegar a tener enemistad con aquel o aquella que ha decidido dar su opinión al respecto.

Además:

La persona arrogante suele ser antipática. Tiene una expresión corporal muy rígida y distante. Su sonrisa es poco expresiva o nula y es capaz de helar la del otro al observar una ausencia total de reciprocidad afectiva cuando coinciden las miradas, (que no suelen coincidir), ya que miran de arriba a abajo como sí quisieran radiografiar todo lo del otro menos el mirarle a los ojos.

Derrochan un halo principesco de gran superioridad y grandiosidad. A veces hasta consiguen firmemente que las personas que están a su lado se sientan realmente invisibles, como si de objetos y no seres humanos se tratara.

Utilizan un lenguaje muy egocéntrico, basado en el modelo mecánico del “yo-yo”; un mí, me y conmigo es la base de su conversación, orientando toda la dinámica de sus palabras (si es que se dignan a hablarte), en torno a ellos.

No preguntan jamás ni se suelen interesar por la vida emocional de los demás, un cerco o aureola de practicidad envuelve su estilo de comunicarse. Hablan solo de sus propias vidas, de sus éxitos, hallazgos y batallas ganadas.

Se tornan presuntuosos y con gran exageración y una cierta hiper actuación, tienden a creer que tienen la patente de utilizar un trato dudoso hacia los demás, con atisbos de maltrato. Puede incluso que se sientan con el derecho de juzgar, de criticar y de hacer afirmaciones severas sobre los demás. Pueden despreciar al resto en cuanto uno se descuide.

Imponen sus creencias y opiniones de manera contundente y, en ocasiones, son violentos en sus reacciones. No escuchan, pero sí se escuchan. Su manera y forma de pensar son las únicas válidas, y el mejor argumento es su propio y único criterio.

En ocasiones, utilizan el cinismo y la burla como manera de desacreditar al otro, usando mil y una maneras de sarcasmo para dejarle a la altura del betún. Cuidado con llevarles la contraria; se lo tomarán como un insulto y utilizarán el ídem para machacar.

¿Cómo lidiar con una persona arrogante?

  1. Aceptar que el otro se sienta superior
  2. No intentar arreglar al otro
  3. Comunicar los sentimientos ante ello
  4. Establecer límites
  5. Mentalizarse
  6. No darles importancia
  7. Ser empático

De todos los rasgos de personalidad, la arrogancia está entre los menos fáciles de aguantar. Una persona de tipo arrogante, soberbia y altiva, puede llegar a fastidiarnos nuestro día perfecto.