Personas bondadosas que me erotizan

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Foto: Archivo GD
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“A mí sólo me erotiza la gente buena”. Decía Gloria Fuertes. Y esta frase la ha recuperado Irene Vallejo en un artículo precioso titulado Me erotiza la gente buena.

La bondad acabará por ser nuestro placer prohibido. Así escribía Irene Vallejo un precioso artículo sobre la bondad, que titulaba: ME EROTIZA LA GENTE BUENA, afirmación que comparto al máximo.

Ser buena persona no consiste solo en no hacer el mal. Se trata más bien de tener un profundo interés en mejorar la vida de otras personas, en comprometerse con los valores humanos y ser coherente con ellos.

Una buena persona no es alguien entregada a los demás, poco molesta o sumisa, que no se queja demasiado y que trata de hacer lo que el resto de las personas esperan sin generar grandes conflictos y poniendo a los demás por delante de las necesidades de uno mismo. La bondad es definida como una inclinación o tendencia natural del ser humano a hacer el bien, siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesita de una forma amable y generosa. Dicho con sencillez, la bondad es la cualidad que demuestra la persona buena, que no es mala ni corrupta y que es moralmente íntegra.

Cuando una persona reconoce a otra como un par y la respeta, puede actuar de manera compasiva, bondadosa y humilde, ya que no se considera superior a otro. Además, afirma que todo ser humano nace siendo buena persona y a medida que creceincorpora una cultura particular y adopta determinados valores y aprendizajes que lo condicionan.

Foto: Archivo GD

¿Cuáles serían las características que distinguen a una persona bondadosa?

La buena persona tendría estas características, muy relacionadas con la entrega a los demás:

1. Curiosidad. Las buenas personas sienten más ganas de conocer, aprender y descubrir lo que nos rodea y a ellos mismos.

2. Compasión. Sienten el dolor y sufrimiento del otro y tienen tendencia a evitarlos si está en su mano.

3. Calma. Si estoy bien conectado conmigo mismo, no necesito estar alterado y en tensión. Veo cuando una parte se activa y soy capaz de regularme.

4. Claridad. Capacidad para distinguir bien las sensaciones, percepciones y pensamiento. Hacen buena lectura interna de cómo se encuentran

5. Coraje. La buena persona tiene el valor y la decisión para acometer dificultades.

6. Confianza. Dispone de esa esperanza y fuerza para que las cosas sean de determinada manera, alcanzando sus objetivos.

7. Creatividad. La buena persona está abierta a lo nuevo, a inventar y cambiar.

8. Conexión. Se siente en contacto y comunicación con los que le rodean, sintiéndose parte de los demás, lo que conlleva percepción de pertenencia que nos trae seguridad.

9. Sinceridad: Esta es una cualidad que destaca a las buenas personas. Este tipo de personas “saben cómo tienen que decir las cosas y respetan, mucho, las emociones de los demás”. Por lo que la responsabilidad afectiva es primordial.

10. Sentido de la realidad: Ser una "buena persona" no significa que no te sucedan cosas malas. Una buena persona sabe que puede salir herido o dañado, pero no piensa en la venganza cuando esto ocurre.

11. Humildad: las buenas personas son también humildes. Aceptar las limitaciones de cada uno entendiendo que no pasa nada por no ser el mejor es clave. Todos nos equivocamos, hay que aceptar fallos y seguir adelante.

12. Empatía: ponerse en el sitio de los demás y comprender su manera de pensar y de actuar son características básicas. Una de las formas de ver el mundo que determina la empatía es entender el lugar del otro.

13. Disposición para ayudar. La voluntad de ofrecer ayuda define a la persona bondadosa. Ya sea en momentos de necesidad o como gesto cotidiano, estar dispuesto a ayudar es de los ejemplos de bondad que caracteriza a aquellos comprometidos con este valor.

14. Paciencia inquebrantable. La paciencia es la base sobre la cual se construyen los ejemplos de bondad. La persona bondadosa abraza la tranquilidad ante las adversidades, demostrando una paciencia que inspira a otros a mantener la calma.

15. Consuelo en momentos difíciles. En los momentos difíciles, la persona bondadosa se convierte en un faro de consuelo. Su disposición para ofrecer apoyo emocional y comprensión brinda confort a quienes enfrentan desafíos.

16. Actos cotidianos de generosidad. La bondad no es solo un acto ocasional, es una forma de vida. La persona bondadosa realiza actos de generosidad, desde pequeños gestos hasta acciones más significativas, tejiendo así una red de bienestar a su alrededor.

17. Empoderamiento de los demás. La persona bondadosa alienta, inspira y eleva a quienes le rodean, fomentando un ambiente de crecimiento y apoyo mutuo.

importante que los actos de bondad no se conviertan en una carga para el individuo.

10 claves que pueden contribuir a mejorar la salud de las personas que nos rodean:

1. La oxitocina, conocida por su papel en el parto y el vínculo madre-infante, está vinculada a comportamientos altruistas y empatía.
2. Realizar actos altruistas puede dejar huellas en nuestro cuerpo, incluyendo el sistema cardiovascular, y beneficiar la salud a largo plazo.
3. La liberación de dopamina al ayudar a otros, conocida como “euforia del ayudante”, tiene fundamentos fisiológicos y puede mejorar el estado de ánimo.
4. Los actos de bondad pueden contrarrestar el estrés oxidativo y la inflamación, factores que contribuyen a enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
5. La amabilidad y la generosidad tienen raíces profundas en los instintos humanos y podrían ser clave para la supervivencia grupal.
6. El altruismo es contagioso, y genera reacciones positivas en cadena que fortalecen los lazos comunitarios.
7. Hay estudios que sugieren que las y los adolescentes que realizan trabajo voluntario experimentan mejoras significativas en factores de riesgo cardiovascular y otros indicadores de salud.
8. Participar en voluntariados con frecuencia puede reducir el riesgo de mortalidad hasta en un 44%, según un estudio de personas mayores de 50 años.
9. Cultivar una disposición amable puede contribuir a un sentido de propósito en la vida y, con ello, mejorar la salud mental y física.
10. La amabilidad y la empatía pueden ser herramientas poderosas para reducir el estrés, promover la visión positiva y experimentar alegría y felicidad.

Foto: Archivo GD

Beneficios de ser una persona bondadosa:

• Mejora la salud emocional. La bondad es un bálsamo para el alma. Al practicar la bondad, cultivamos una salud emocional sólida, liberándonos del peso del egoísmo y fomentando emociones positivas que nutren nuestro bienestar psicológico.

• Fortalece relaciones. La conexión humana florece en un terreno abonado con actos de bondad. Ser bondadosos fortalece nuestros lazos con los demás, creando relaciones más profundas y significativas basadas en la confianza y el aprecio mutuo.

• Contribuye a la satisfacción personal. La satisfacción personal encuentra su raíz en el servicio desinteresado. Al elegir ser bondadosos, experimentamos una sensación duradera de cumplimiento interior que va más allá de las recompensas externas.

• Genera un entorno compasivo. La bondad es contagiosa y, al optar por ser bondadosos, contribuimos a la creación de un entorno más compasivo.

• Fomenta la gratitud. La práctica de la bondad cultiva la gratitud tanto en el dador como en el receptor. Al reconocer y apreciar los actos de bondad, alimentamos un ciclo virtuoso que enriquece nuestra perspectiva y aprecio por la vida.

• Aumenta la resiliencia emocional. La bondad fortalece nuestra resiliencia emocional frente a los desafíos. Al centrarnos en el bienestar de los demás, desarrollamos una capacidad innata para superar las adversidades con una actitud positiva.

• Crea un legado de impacto positivo. La huella de la bondad perdura a través del tiempo. Al elegir ser bondadosos, contribuimos a la construcción de un legado de impacto positivo que trasciende generaciones, dejando un mundo más luminoso para las futuras.

• Fomenta el bienestar colectivo. La bondad es un ingrediente esencial en la receta del bienestar colectivo. Al trabajar juntos para ser bondadosos, creamos un entorno que nutre el florecimiento no solo individual, sino también de la comunidad en su conjunto.

Como dice Luis Galindo, LAS PERSONAS SOMOS BONDADOSAS Y GENEROSAS POR NATURALEZA, SEGÚN UN ESTUDIO RECIENTE.

Cualquier ocasión es buena para ayudar a los demás. Si nos fijamos, casi todos los días surgen oportunidades de ayudar a alguien. Y las ventajas son incontables:

– Creamos entre todos un mundo más amable (la generosidad se contagia).

– Ayudamos a los que más lo necesitan de forma desinteresada (mejorando sus vidas).

– Nos sentimos más felices y satisfechos con nuestra vida (generamos mayores niveles de oxitocina).

En definitiva, nuestro día a día y el día a día de los que nos rodean es un poco mejor…

Ser generoso/a y, practicar la bondad que llevamos en nuestro interior, es la clave. Erotiza.