Personas críticas que buscan la cooperación con las otras personas

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Trabajo en equipo | Foto: Remitida
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Las personas críticas es buenos que tengan una meta: la cooperación y no la destrucción del otro. Las críticas cuando nacen de una persona interiormente sana, son críticas que aportan y hacen mejorar. Por el contrario, cuando se hacen desde la rabia, el rencor, la envidia o la infelicidad son se convierten en algo negativo, y a su vez, destructivo.

Una crítica constructiva siempre buscará construir, enfocándose en el crecimiento personal, emocional o profesional. Las características de una crítica constructiva se basan en observaciones concretas, no en valores o creencias personales, buscan mejoras alcanzables y tangibles y evitan temas irrealizables, además de que se comunican de manera amable y empática, buscando establecer una conexión positiva. La crítica destructiva buscará socavar la confianza y desalentar el progreso o la motivación.

Los motivos por lo que una persona puede criticar, podría ser por un método de protección o de defensa o para evadir temporalmente de la ruina de su propia autoestima. También por un continuo resentimiento o frustración que puedan sentir de ellas mismas o de insatisfacción antes de su estilo de vida, lo que no son capaz de hacer, cómo lucen. Otro aspecto por el que las personas pueden criticar es por algún conflicto social o dificultad para encajar con algún grupo de personas o alguna persona en particular.

Sin embargo, antes de criticar deberíamos preguntarnos, ¿va a ayudar en algo mi comentario? Es decir, aporto información, consejo o algo válido para la otra persona, ¿es constructivo o destructivo? Si no voy a sumar, ¿por qué quiero restar? Otra buena pregunta antes de cualquier crítica debería ser, ¿estoy criticando algo del otro o realmente es algo propio que no me gusta de mí? ¿Qué parte no tolero de ese comportamiento en mi conducta? ¿Qué hay en esa crítica que en realidad me pertenece?

Además, antes de criticar sería perfecto utilizar la empatía, antes de dar un comentario subjetivo, lo ideal sería pensar primero como el otro. ¿Qué razón le habrá llevado a actuar así? ¿Qué puedo aportar yo para que eso mejore? ¿En qué medida me afecta o puede afectar mi comentario?

Así se plantea cada una de ellas desde distintos ámbitos:

-En el ámbito de la intención, la critica constructiva tiene como intención principal mejorar y tener en consideración la opinión de la persona criticada. En cambio, la critica destructiva se emite con el principal objetivo de destruir o dañar la autoestima de las personas a las que se critica.

-En el ámbito del enfoque del problema, la constructiva se enfoca en identificar qué problemas puede haber en lo criticado, aportando áreas de mejora específicas y soluciones o sugerencias para resolver esos posibles errores. La destructiva se centra en resaltar los errores y defectos sin ofreer alternativas o ideas para solucionarlo.

-En la orientación de la crítica hacia la persona o hacia lo que ha hecho, la constructiva se centra en el acto o comportamiento, buscando mejoras o formas de actuar diferentes, evitando atacar o juzgar. En cambio, la destructiva se dirige subjetivamente a la persona haciendo comentarios negativos sobre su valía o habilidades personales y generando sensación de que este comportamiento o acción representa a la persona como un todo.

Vivimos en una situación cuya forma moderna es la crítica y la lucha. En las mejores condiciones, la crítica tiene una meta: la cooperación, no la destrucción del otro. Pero la forma social que predomina hoy en el espacio público es la lucha, casi una guerra. Pero las luchas deben ser para algo positivo, para el bien, no para lo negativo. Y una de las funciones de las personas sería precisamente la de identificar ese bien junto a los otros sectores. No es un acto puro del saber sino una combinación del activismo social y el saber basado en la cooperación en lugar de la competición.

Para formular una crítica constructiva la persona que la realiza debe dar los siguientes pasos:

1. Información. Antes de opinar acerca de un tema, debe estar bien informado al respecto. Cuando se critica sin tener conocimiento de la situación, la opinión carece de validez. Escuchar con atención y preguntar las dudas puede ser útil.

2. Evaluación. Antes de emitir la crítica, se debe pensar en las variables que conforman la situación para encontrar las estrategias más favorables. Criticar antes de buscar otra alternativa no solo no aporta sino que destruye.

3. Valoración. Debe reconocer el esfuerzo y las virtudes de la persona criticada. No todo lo que hace es negativo, por lo que también deben remarcarse los aspectos positivos.

4. Tiempo y lugar. Se debe intentar hablar en el momento indicado y con esa persona en concreto, pues de esa manera se evita la exposición a las opiniones de los demás.

5. Comunicación. Debe transmitirse la opinión con respeto, aprecio y claridad. Atención a la forma y a las palabras. Ser claro es importante para evitar posibles interpretaciones erróneas.

6. Reforzamiento positivo. No debe centrarse en los errores, sino en aquellas circunstancias que pueden mejorar. Debe darse prioridad a todo lo que puede mejorar positivamente.

7. Foco. Se evitarán las generalidades y únicamente se centrarán en lo que debe mejorar. De esta manera se logrará una respuesta más positiva.

8. Posibilidades. Si el cambio no depende de la otra persona y no tiene recursos para mejorar la situación, la crítica pierde sentido. La idea aportar ideas de cambios que estén al alcance de la otra persona.

9. Derecho a réplica. Una vez que se ha expresado el pensamiento es importante que la otra persona pueda plantear lo que considera al respecto, pues se trata de mejorar la situación entre ambos.

Un estudio realizado por la universidad Wake Forest demostró que las personas que criticaban destructivamente eran en realidad las más infelices y las que más riesgo de depresión presentaban. Esto se pudo demostrar también con otro estudio reciente: dicho estudio reveló que las experiencias de crítica destructiva, rechazo y humillación se procesan en la misma parte del cerebro encargada de regular la sensación de dolor. ¿Qué hay detrás de la crítica destructiva?

-Egocentrismo

-Necesidad de control

-Búsqueda del beneficio

-Afán de protagonismo

-Buscar atención, admiración y aprobación

-Frustración

-Proyección de miedos e inseguridades

-Venganza y sensación de poder

Cómo extraer lo positivo de una crítica

Pero al igual que hay buenas formas de criticar, también hay buenas formas de aceptar las críticas que pueden ayudar a extraer las partes positivas que son, según aclara la experta, las que realmente pueden servir para mejorar. Así, estas serían las diez claves para valorar una crítica:

1. Agradecer. Sonreír y dar las gracias, aunque no estemos de acuerdo con la crítica. Pensar que la persona que la hace está dedicándonos su tiempo.

2. Mantener la calma. No perder los nervios. No tomárselo como algo personal, ni generalizarlo («es que siempre me dices…», «es que nunca tienes en cuenta…»). Centrarse en la situación concreta.

3. Tomarse tiempo antes de responder precipitadamente. Contar hasta diez y respirar. Pensar y analizar el mensaje antes de contestar.

4. Pensar en positivo. Es importante convencerse de que existe una buena intención en la crítica. Extraer la aportación de la idea, aunque la persona no sea la indicada o las formas o el momento no sean los más apropiados.

5. Extraer la esencia del mensaje y el beneficio para uno.

6. No negar la crítica y quedarse con lo que nos ayude a aceptar nuestros errores.

7. No victimizarse. Usar esa energía para mejorar, no para ponerse a la defensiva, para quitarle importancia al comentario o para atacar a la otra persona.

8. Pedir sugerencias. Aprender de los demás y preguntar cómo lo mejorarían ellos estando en esa situación.

9. No contraatacar. La actitud defensiva no nos servirá de nada. El «y tú más» no aporta nada positivo.

10. Escuchar atentamente. Evitaremos cometer el mismo fallo en el futuro.