Ante las personas que humillan, personas humildes que saben reaccionar

Viendo estos días las imágenes de Trump y Vance, con Zelenski, cualquier persona de bien se queda impresionado con el mal trato que le hacen los dirigentes americanos al presidente de Ukrania. Le hacen una humillación pública. Como dice Javier del Pino en A vivir que son dos días: “Mi sensación es que ese acto de abuso escénico al que es sometido Zelensky estaba perfectamente guionizado y tanto Trump como Vance tenían los papeles repartidos”.

La humillación es una sensación muy desagradable, producto habitualmente de situaciones sociales en las que otros minusvaloran, consciente o inconscientemente, a una persona y que se viven con profundo dolor. Las reacciones ante una humillación pueden ser diversas, y no todas ellas son bar convenientes. Hay quienes se enfadan y empeoran más la situación, otros lloran y otros tratan de tomar represalias. Es sorprendente como unas palabras dichas con malicia o interpretadas como ofensivas pueden afectarnos tanto.

Tener claro cómo reaccionar ante una humillación de forma adecuada es algo complicado, nada fácil. Requiere de cierta calma y mente fría, además de tener la fuerza para evitar que las palabras ajenas nos afecten. Es evidente que la reacción de Zelenski, es excelente ante la situación vivida.

Una humillación puede pillarnos de sorpresa y dejarnos paralizados, aunque eso no le ocurre a todo el mundo. Las personas que hacen sentir mal a los demás suelen buscar ese efecto, crear sentimientos de vergüenza y culpa a través de sus actos.

El sentimiento de humillación es una experiencia cuyo impacto es tan intenso, tan fuerte, que puede llegar a destrozarnos. Sentirnos humillados es sinónimo de sentirnos borrados, confusos, indefensos, llenos de rabia. Puede manifestarse incluso con sensaciones físicas, como dolor de estómago, y reacciones emocionales visibles, como el llanto o los ataques de ira. Una respuesta común a ser humillado es querer esconderse, que la tierra nos trague y desaparecer. A menudo, cuando somos humillados, perdemos toda capacidad para tomar medidas.

La baja autoestima puede manifestarse de diversas formas en quienes la experimentan, y una de ellas es recurrir a humillar a los demás como una forma de sentirse mejor consigo mismos. Además, la humillación hace que las personas se sientan anuladas, indefensas, confundidas, paralizadas o con mucha rabia.

Para saber reaccionar ante una humillación

1. Tomarse un tiempo para pensar. No responder de forma impulsiva.

2. No tomárselo como un ataque personal

3. Comprender la motivación del otro e intentar entenderle

4. Buscar apoyo de los demás si es en público y buscar hablar en privado

5. Mejor no tomar represalias ni actuar de forma vengativa

6. Seguir adelante

Y eso quien los puede hacer mejor son las personas humildes ya que tienen una actitud más positiva ante la vida. Las personas humildes escuchan, hacen preguntas y vuelven a escuchar. No hay humildad que no escuche.

Ante los que humillan, personas humildes.