Personas sensibles
El respeto hacia alguien sensible puede ser una llave hacia el autodescubrimiento y la conciencia emocional
La sensibilidad es la facultad de sentir, propia de los seres animados, es un rasgo de la personalidad que hace referencia a una mayor percepción sensorial y emocional. Según cómo la persona perciba y entienda esta capacidad sensitiva, puede tener implicaciones diferentes.
La sensibilidad se define, a grandes rasgos, como la capacidad que tiene algo o alguien para sentir, o sea, para percibir su entorno o para ser alterado por este de alguna manera.
Y cuando hablamos de sensibilidad nos referimos normalmente a la disposición, la capacidad o la facultad de sentir, que puede referirse a cosas distintas, por ejemplo: sentir el mundo alrededor, esto es, percibir el entorno con los sentidos; sentir la propia existencia, ya se trate de los sentimientos y emociones, o del bienestar físico y la percepción del propio cuerpo; ser conmovido en el fuero interno, es decir, que una situación, un hecho o un objeto percibido movilice los sentimientos de una manera particular.
Lamentar algo ocurrido
Las personas sensibles son personas que les preocupa la gente y sus necesidades.
Las personas sensibles son propensas a emocionarse o dejarse llevar por los sentimientos. Las personas sensibles son personas que tienen una gran empatía, creatividad, emocionalidad, pensamiento profundo y analítico.
Las personas sensibles son también las que tienen alta sensibilidad a estímulos o que viven las cosas de manera muy intensa.
Lo que sabemos es que ser sensible no es ser débil.
Las personas sensibles:
1. Sienten con mayor intensidad. Son muy intuitivas, y llegan hasta el fondo de las cosas para llegar a descubrirlo todo.
2. Son más reactivos emocionalmente. La gente más sensible reacciona más frente a cualquier situación.
3. Probablemente estén acostumbrados a oír.
4. Les cuesta más tomar decisiones.
5. Se sienten más decepcionados que los demás al tomar una decisión "equivocada".
6. Son muy muy observadoras.
7. Trabajan bien en ambientes de equipo.
8. Son más propensas a la ansiedad o la depresión (pero solo si han vivido experiencias negativas en el pasado).
9. Lloran con más facilidad.
10. Son muy educadas.
11. Son más sensibles a las críticas.
El respeto a alguien sensible puede ser una llave hacia el autodescubrimiento y la conciencia emocional.
Por lo mismo, es importante procurar no levantar mucho la voz y tratar de seleccionar entornos tranquilos para estar en su compañía. Las personas sensibles son muy atentas, generosas y empáticas con las emociones de los demás. Pero también necesitan de esa escucha y apoyo por parte de quienes les rodean. Personas sensibles.