Piden una tarjeta única para ayudar a más de 2.500 familias de Granada en situación de emergencia alimentaria
Un total de 45 organizaciones denuncian que las instituciones han respondido “de forma descoordinada” para apoyar a las personas sin recursos de la capital
Un total de 45 organizaciones sociales, vecinales, colegios oficiales, de mujeres y culturales, entre otras, se han unido para informar de la situación que atraviesan al menos 2.500 familias en Granada que no tienen recursos suficientes para poder alimentarse y que viven una situación de emergencia alimentaria. Pablo Simón, coordinador de Médicos del Mundo en Granada, una de las organizaciones que participa prestando ayudas a las familias necesitadas, ha indicado que es necesario crear “una tarjeta única” para ayudar a las familias en situación de emergencia alimentaria ya que considera que la crisis del Covid-19 ha puesto “en evidencia la fragilidad de los sistemas de protección social, a pesar del gran trabajo de los trabajadores sociales” ya que, seis meses después del inicio de la pandemia, muchas familias siguen “sin tener respuesta para satisfacer necesidades tan básicas como comer a diario”, un derecho fundamental. Además, cuando muchos de los recursos habilitados para necesidades alimentarias “han parado desde el día 1 de octubre”.
Pablo Simón considera que el Ayuntamiento de Granada ha puesto en marcha iniciativas “poco articuladas y con organizaciones privadas que no tienen la importancia y potencia que debían tener”. Por eso, ha indicado que las organizaciones plantean “un modelo diferente” para “proteger el derecho de la ciudadanía a comer” que tenga “centralidad de los Servicios Sociales”. “Queremos que sean el eje principal y definan quiénes son las familias necesitadas y cómo pueden acceder al reparto de alimentos. Necesitamos más presupuesto, es una emergencia y una prioridad porque en torno a 2.500 familias tienen dificultad para dar de comer a sus hijos cada día y esto exige una respuesta presupuestaria”, ha indicado. Para cubrir los servicios básicos de alimentación y de higiene, las organizaciones piden “una tarjeta única que permita a las familias comprar alimentos en comercios de barrio, no solo en superficies, con un presupuesto suficiente, no tarjetas de 50 o de 100 euros para un mes para familias grandes, y que sea gestionada por los Servicios Sociales del Ayuntamiento”.
Las 45 organizaciones consideran que los Servicios Sociales deben ser los que coordinen, con los recursos adecuados, de forma “centralizada y evitando la burocratización innecesaria”. La función del resto de organizaciones de colaboración y apoyo sería de refuerzo. También solicitan un “aumento de las partidas presupuestarias destinadas a alimentaciones y necesidades básicas, un refuerzo de Servicios Sociales y una planificación y optimización de la respuesta emergencia a la crisis alimentaria”.