La poesía unida a la música emociona al público en la clausura del Festival de la Guitarra

Los jardines del Palacio de los Córdova habían agotado su aforo. Ha sido la tónica habitual durante el VII Festival de la Guitarra de Granada que ha concluido este jueves y en el que se han celebrado de 26 conciertos unidos a otras actividades paralelas. El público aprovechaba los momentos previos al espectáculo de Alberto San Juan y Fernando Egozcue para pasear por uno de esos lugares del paisaje de Granada que parecen fruto de la fantasía, pero que aquí son una realidad. El calor se amortiguaba en este recinto junto al río Darro, donde tanta historia se atesora. Era una jornada para el contemplativo.

Música y poesía

El actor Alberto San Juan se encargó de presentar de manera casi lírica a Fernando Egozcue, con el argumento de sus antepasados. La poesía iba a ser la protagonista, pero también la música. En ocasiones, durante estas creaciones, el guitarrista suele tener un papel auxiliar y es por ello que no parece un espacio reservado para virtuosos o grandes intérpretes. Sin embargo, en esta ocasión era distinto. El rapsoda era un popular intérprete, con unas dotes indiscutibles y el guitarrista uno de los mejores. No podía ser de otra manera en un festival de estas características.

Canciones

Primero fue la guitarra de Egozcue y luego los versos de Alberto se fueron conjugando con el instrumento, al que incluso se le ofrecieron pasajes solistas. Para comenzar, Federico y luego una sucesión de grandes poetas como los proverbios de Machado o los versos de Santa Teresa expuestos de una manera pasional. También poesía con compromiso social, sin olvidar a los que sufren situaciones difíciles. Incluso canciones, porque Alberto San Juan también entonó algunos de los poemas. En muchas ocasiones, la poesía al ser declamada o cantada, adquiere un valor que la convierte en más evidente si quien lo hace enfatiza lo suficiente como para mostrar el significado que aguarda en la síntesis de palabras. Este ejercicio, en manos de dos maestros, ofreció el resultado que se pudo comprobar en el concierto de clausura con el que se puso fin a unas jornadas en las que la Fundación Europea de la Guitarra ha hecho evidente el papel de Granada como capital del más español de los instrumentos.