Poetas de España y América reivindican las "lecciones" de Lorca en el 80 aniversario de su asesinato
Autores como García Montero, Joan Margarit o Richard Blanco meditan sobre la obra de un poeta "único", su muerte y la búsqueda de la fosa
Poetas e intelectuales de España y América han recordado estos días las "lecciones" de Federico García Lorca, su "mundo propio" e incluso el "duende" de su obra inacabada cuando están a punto de cumplirse los 80 años de su asesinato entre Víznar y Alfacar, en Granada, en la madrugada del 17 de agosto de 1936.
En declaraciones a Europa Press, Luis García Montero, Joan Margarit, Raquel Lanseros, Allen Josephs, Fernando Valverde, Jorge Galán y Richard Blanco han reflexionado sobre la influencia del poeta de Fuente Vaqueros (Granada), sobre su obra y su muerte, e incluso sobre la intención de un grupo de investigadores de buscar la fosa en la que se encontraría Lorca, a petición de las familias de los fusilados junto a él, el maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Joaquín Arcollas y Francisco Galadí.
Para García Montero, Lorca "representa a todos los muertos de la guerra", una guerra que fue un "desastre" y cuya continuación fue el "franquismo", en palabras de Margarit. Sobre la búsqueda de la fosa hay disparidad de opiniones: Raquel Lanseros cree que el hallazgo de sus restos podría funcionar "como espoleta para una toma de conciencia profunda y generalizada sobre esta herida sin cerrar que arrastramos", algo con lo que también está de acuerdo Jorge Galán, que apuesta por el "conocimiento de la verdad" como forma de "dejar atrás la sombra y avanzar" y que ve en el autor de 'Poeta en Nueva York' un "símbolo universal de la impunidad".
El norteamericano Allen Josephs, que editó las obras de Lorca para 'Cátedra', ha opinado que si la fosa no se encuentra, eso "no cambia nada", pero si la encontrasen "pondría fin a un asunto que va tiñéndose de tragedia griega". "Lo que no cambiaría ni puede cambiar nunca, es la memoria de aquel crimen contra la naturaleza y contra la humanidad, tan inconcebible ahora como en aquel fatídico momento hace ochenta años", ha sostenido. Sin embargo tanto García Montero como Fernando Valverde coinciden en que el autor de 'Yerma' es un símbolo y su exhumación podría acabar con esa simbología y derivar en la especulación urbanística en el paraje en el que fue fusilado, entre Alfacar y Víznar. Por ello, proponen que en aquel lugar se ubique un "memorial sencillo y emocionante", en palabras del autor de 'Habitaciones Separadas', que cree que "lo mejor sería" que Lorca siguiese allí enterrado para no "desproteger" al resto de víctimas asesinadas en el mismo escenario.
Todos coinciden en la innegable influencia lorquiana en la poesía contemporánea actual, y el poeta americano de origen español Richard Blanco, referencia literaria del presidente de EEUU Barack Obama, la resume en una palabra: "el duende". Además de la belleza, el ritmo y el lenguaje de su poesía, e incluso de su integridad, Blanco cree que el autor de Fuente Vaqueros ha ofrecido a todos los escritores del mundo una manera de pensar sobre los "misterios" de la poesía y del proceso creativo.
García Montero, que acaba de publicar 'Un lector llamado Federico García Lorca', un recorrido por la figura del poeta a través de sus lecturas, habla de las tres lecciones que en su opinión ha dejado Lorca como legado: La "contundencia de su mundo propio"; "su modo de leer desde su mundo las tradiciones", especialmente la tradición romántica; y su "fe en la poesía", a la que consideraba algo más que un género literario. La poeta Raquel Lanseros considera incluso que la poesía del siglo XX "no puede comprenderse sin la figura de Lorca".
Para la poeta jerezana, "su modo de proyectar en poesía la esencia universal de lo andaluz, como la brillantez con la que abrió nuevos caminos creativos lo convierten en una referencia imprescindible de la historia de la poesía", una idea que comparte con Allen Josephs, que añade que la calidad "singular" y la fama del poeta de Fuente Vaqueros le han dado "una posición única" en las letras hispánicas, o con Galán, exiliado en Granada tras la publicación de su novela 'Noviembre', en la que narra el asesinato de los jesuitas en su país durante la guerra civil, y que no duda de que Lorca es un auténtico "referente" literario.
El catalán Joan Margarit, que cree que en España "la paz ya se ha logrado pero sólo por la vía del olvido, con todas sus consecuencias", recuerda que la de Lorca es una "obra inacabada", y que no tuvo el "tiempo necesario". "Es más bien nuestro Rimbaud que no nuestro Baudelaire", ha apuntado.
Fernando Valverde incide además en el lugar en el que se gestó el asesinato y sus razones: "El asesinato de Federico García Lorca mostró toda la crueldad de los rebeldes y su falta absoluta de humanidad. A Lorca lo mataron por ser diferente. Era de la ciudad en la que se encontraba la peor burguesía de España, y la envidia, el rencor, el provincianismo y la miseria moral iban a agitar a esa burguesía contra un poeta único, convertido ya en un símbolo para todo el mundo".
"Desde sus primeros escritos establece su solidaridad con los solitarios, los perseguidos, las víctimas de la sociedad injusta y encuentra un lenguaje para sostener la herencia poética", ha apuntado García Montero, que ha incidido en que Lorca "vivió como poeta, decidido a sostener los valores de libertad y emancipación humana que representa la poesía".
Para Blanco, el primer inmigrante y latino y el más joven poeta en leer su obra en la investidura de un presidente de los Estados Unidos, en la segunda investidura de Obama, la poesía puede influir en la conciencia de un lector, aunque no sea capaz "de corregir los errores de la historia". Los poetas, pueden no obstante exponer esos errores para que nunca se olviden, "y ayudar a trazar un futuro más esperanzador para la humanidad", algo de lo que Lorca es "perfecto ejemplo".