La Policía Nacional alerta de la aparición de una nueva estafa online en Granada

En los últimos meses ha emergido una nueva modalidad en la que el ciberestafador apunta al vendedor de productos de segunda mano

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Los profesionales del engaño aprovechan la facilidad de acceso a los cientos de miles de usuarios | Foto: Dani B.
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Agentes especializados de la Policía Nacional, adscritos al Grupo de Investigación Tecnológica (GIT) de Granada, alertan sobre el giro que han dado ciertos ciberestafadores en los últimos tiempos, quienes han colocado en el punto de mira de su objetivo a los vendedores que ofertan sus productos en conocidas plataformas compra venta de efectos de segunda mano a través de internet.

El uso de estas apps se realiza tanto sobre las que están especializadas en productos concretos, como en aquellas que ofertan objetos de cualquier tipo. Multitud de usuarios interactúan en ellas y lo hacen no solo como compradores, sino que también participan activamente como vendedores de aquello que ya no necesitan y quieren obtener un beneficio, por mínimo que sea, con su venta. Los profesionales del engaño aprovechan la facilidad de acceso a los cientos de miles de usuarios, compradores y vendedores, que interactúan en ellas, con el fin de estafarles.

Entre las múltiples modalidades de fraude ha emergido en los últimos meses una especialmente fructífera en la que el delincuente apunta al vendedor como posible víctima. Así, en las Oficinas de Denuncias y Atención al Ciudadano (ODAC) de Granada, se ha detectado un mayor número de vendedores estafados. Entre el perfil del vendedor seleccionado, suelen escoger a usuarios que reúnen ciertos aspectos, como son los que han ofertado recientemente un producto y que responda al interesado en un breve espacio de tiempo.

El modus operandi empleado por el ciberdelincuente se centra en mostrarse muy interesado por el producto ofertado, no poniendo ningún tipo de problema para su envío o recogida y sobre todo, muestra el deseo de realizar la compra de manera inmediata. La única exigencia del comprador es hacer el pago por la “pasarela” creada por la propia tienda, lo que requiere que el vendedor se registre en un enlace que la tienda virtual o el vendedor, le enviarán de manera inmediata. Cuando recibe el enlace, siempre con los logotipos o distintivos de la plataforma, el vendedor debe cumplimentar los campos con sus datos de su cuenta o tarjeta bancaria. En caso de existir alguna duda, el falso comprador, que no abandona en ningún momento la comunicación, le guiará para evitar que desista.

Estas tiendas disponen de fórmulas de pago seguras, sin embargo, el estafador consigue que el vendedor no cumplimente los pasos hasta llegar a ellas, adelantándose a dicho proceso con el envío de un enlace falso, que, simulando dicha pasarela de pago, busca capturar sus datos bancarios para realizar compras de productos criptoactivos o extracciones de metálico en cajeros automáticos.

En otras ocasiones, el vendedor recibe un enlace de una aplicación extranjera de pagos rápidos, donde se aprecia la cuantía que esperan recibir, sin embargo y debido a la urgencia del comprador, el vendedor no se percata de que realmente es él quien figura como pagador y, tras insertar sus datos bancarios, termina transfiriendo al comprador la cuantía que esperaba recibir.

¿De quién desconfiar?

Los vendedores de estas plataformas deberían desconfiar de los compradores que contactan de manera inmediata tras la inserción de un anuncio, de aquellos que se comunican por chat escritos que contengan errores de escritura o formas extrañas de expresarse (textos traducidos), de aquellos contactos con prefijos de móvil que no sean +34 (España), sobre todo cuando no tenga mucho sentido que quieran adquirir el producto ofertado desde otro país y de las plataformas de pago con los que no se esté familiarizado.