Detenido en Granada por arrancar espejos retrovisores dañando al menos 37 vehículos
Los vehículos se encontraban estacionados en la vía pública, en la calle Sócrates, zona de Arabial y calle Turina
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Granada a un varón de 29 años de nacionalidad marroquí, sin antecedentes policiales, como presunto autor de un delito continuado de daños ocasionados en al menos 37 vehículos, 35 de ellos turismos de los que arrancó los espejos retrovisores exteriores y dos motocicletas que aparecieron arrojadas al suelo con las carcasas dañadas. Los vehículos perjudicados se encontraban estacionados en la vía pública, en la calle Sócrates, zona de Arabial y calle Turina, donde fue detenido en el transcurso de un dispositivo policial de búsqueda cuando rompía otro espejo retrovisor. El detenido presentaba lesiones leves en las piernas causadas, al parecer, durante su delictiva actuación.
Sobre las 04.15 horas del jueves, los agentes de servicio en el centro de la ciudad recibieron una información en el sentido de que un varón estaba ocasionando daños en muchos de los vehículos estacionados en la vía pública, en la calle Sócrates y en la zona de Arabial. Al parecer el varón iba caminando y rompiendo los espejos retrovisores de los turismos que se encontraba a su paso, con cuyos propietarios no tenía ninguna relación y no existiendo motivo alguno que pudiera explicar dicho comportamiento.
Los agentes iniciaron un dispositivo de búsqueda para localizar al varón e impedir que continuara con sus acciones. Finalmente fue localizado en la calle Turina mientras se ensañaba con otro espejo, lo que hizo que ni siquiera se percatase de la presencia de los agentes hasta que no pudo eludirla. En el momento de la detención, los policías comprobaron que el varón presentaba lesiones leves recientes en las piernas, al parecer como consecuencia de golpear algunos de estos objetos, ya que otros los arrancaba haciendo uso de las manos, según manifestaciones de testigos.
Este tipo de actuaciones suelen generar cierta alarma social entre los vecinos, ya que ocasiona un gran número de perjudicados, por lo que una rápida respuesta policial aporta seguridad e impide que dicho número se incremente. La mayoría de los perjudicados ya han sido localizados y oídos en declaración y el detenido ha pasado a disposición de la autoridad judicial.