Detenida una pareja que habría intentado robar la recaudación de un salón de juegos amenazando a un empleado

Los detenidos presuntamente introdujeron al empleado en un vehículo, tras amenazarle con una pistola y robarle la cartera, el móvil y un anillo de oro

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Vehículo de la Policía Nacional | Foto: Gabinete
Gabinete
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La Policía Nacional ha detenido en Granada a una pareja formada por un varón de nacionalidad dominicana con numerosos antecedentes y 29 años de edad y una mujer española de 20 años sin antecedentes. Ambos serían presuntamente autores de los delitos de robo con violencia e intimidación y detención ilegal por haber introducido a un empleado de un salón de juegos en un vehículo,
amenazarle con una pistola y robarle la cartera, el móvil y un valioso anillo de oro. Los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.

Los hechos comenzaron sobre las tres de la madrugada, momento en el que entró en el local de juego un varón que pronto comenzó a importunar a los clientes y a dar voces, motivo por el cual fue recriminado por el empleado del establecimiento en varias ocasiones. Al parecer su único interés no era jugar sino más bien estar pendiente de aquellos clientes que ganaban dinero en sus apuestas o sacaban dinero para jugar.

Posteriormente, esta persona solicitó un teléfono para pedir un taxi y, tras efectuar varias llamadas, comenzó a echarle el brazo por el hombro al empleado, a la vez que le invitaba a salir del local junto a él con la excusa de presentarle a una amiga. La víctima rehusó la invitación en varias ocasiones y, ante su insistencia, una clienta del local intentó mediar entablando un forcejeo con el detenido que le causó lesiones en un brazo. Finalmente, con la intención de alejar al agresivo cliente del establecimiento, el empleado accedió a salir a la calle acompañándole a lo largo de la acera durante varios metros.

Introducido violentamente en un vehículo aparcado junto al local

Una vez que ambos estuvieron en la calle, el empleado fue arrastrado e introducido por la fuerza en la parte trasera de un vehículo estacionado junto al local, maniobra en cuya ejecución fue ayudado por una mujer que instantes antes se encontraba al volante del mismo. El vehículo comenzó la marcha, siendo conducido por la mujer, mientras en la parte trasera la víctima era agarrada fuertemente por el cuello hasta el punto de casi perder el conocimiento, apuntándole además con una pistola y solicitándole el dinero de la recaudación.

Tan sólo unas calles más arriba de la ubicación del local el vehículo paró y se inició un forcejeo entre la víctima y el atacante, tras solicitar este último la recaudación del negocio pensando que el empleado era el jefe o el responsable del mismo. El agredido, tras informarle de que no tenía acceso al dinero por tratarse de un empleado, fue desvalijado de sus pertenencias entre las que se encontraba su cartera, el móvil y un anillo de oro valorado en casi 2.000 euros. En un descuido un fuerte codazo sobre el agresor facilitó la huida de la víctima mientras que los agresores se marcharon del lugar a bordo del vehículo.

Unos momentos más tarde el agredido fue trasladado por una compañera de trabajo hasta un centro médico donde fue atendido por las lesiones en el cuello que había sufrido durante el forcejeo.