Un Policía Nacional de Motril fuera de servicio salva la vida de un anciano

El varón sufrió una hemorragia tras desplomarse en la calle y golpearse la cabeza con un bordillo

Comisaria Motril Policía Nacional
Comisaria de Policía Nacional en Motril | Foto: Gabinete
Gabinete
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Un inspector de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio consiguió detener la hemorragia causada por una profunda herida sangrante sufrida por un septuagenario en una plaza de Motril. Los hechos acaecieron en una jornada reciente sobre las 21:15 horas de la tarde tras haberse desplomado y golpeado fuertemente en la cabeza con un bordillo de la calle. El agente estuvo taponando la herida hasta la llegada de los servicios sanitarios, quienes tuvieron que aplicar varias grapas sobre la herida y efectuar su traslado hasta el Hospital Comarcal de Santa Ana.

El inspector de policía auxilió al septuagenario nada más golpearse

El agente corrió hasta el anciano para prestarle auxilio, comprobando que este tenía una herida profunda, de unos diez centímetros de longitud, localizada sobre un lateral de la cabeza. Tras conseguir varios paños de cocina en un establecimiento hostelero del lugar y solicitar a una ciudadana que avisase a los servicios sanitarios, el policía consiguió taponar la herida presionándola, consiguiendo cortar la hemorragia. El agente tuvo que mantener la presión sobre la herida durante más de una hora hasta que los servicios sanitarios pudieron hacerse cargo del mismo, aplicándole a su llegada varias grapas de sutura en la cabeza y trasladando a la víctima hasta el Hospital Comarcal de Santa Ana.

Formación de los agentes en materia de primeros auxilios

Desde que los agentes de Policía Nacional comienzan su formación como alumnos en la Escuela Nacional de Policía de Ávila, se inician en el aprendizaje de técnicas de primeros auxilios. Ante determinadas situaciones de emergencia, estos conocimientos pueden ser cruciales para asistir a las personas hasta la llegada de los servicios sanitarios incluso, su puesta en práctica, puede salvar vidas.

Asimismo, los agentes continúan recibiendo una formación continua a lo largo de su carrera profesional a través de cursos y jornadas de formación. Desde la práctica de una reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta cómo resolver un atragantamiento o realizar una primera asistencia en caso de hemorragias, contusiones o quemaduras, pasando por la detección de un ictus, forman parte de la instrucción teórico-práctica de los agentes para poder prestar un mejor servicio a los ciudadanos.