Por los intereses de España
Sigue el verano dando sus últimos resplandores de sol y cerveza en las costas turísticas de España, mientras decae el panorama informativo. No porque falten noticias. Lo que faltan son periodistas en activo. Y gente que les siga. Están apurando sus vacaciones.
La noticia central de este verano ha sido la negociación de la investidura. PP y Ciudadanos insisten en su argumento: por los intereses de España… Y ya se han puesto de acuerdo en seis puntos mínimos por una minirregeneración democrática. Los sustitutos estivales de los periodistas le preguntan a Rivera por una posible contradicción de su postura de negociar la investidura pero no entrar en el gobierno. Y los de Ciudadanos le contestan que no van a entrar en un gobierno con Rajoy a la cabeza porque tiene una sombra de corrupción (Rajoy es responsable “político” de la presunta corrupción del PP); pero –añaden- algo hay que hacer para sacarnos de la situación de estancamiento mientras no haya un gobierno definitivo… por los intereses de España.
Y le reprochan al PSOE que se enroque en su negativa: que no se comprometa a revisar su postura hasta después de las elecciones vascas y gallegas de septiembre es anteponer sus intereses de partido, pues ello puede dar al traste con el éxito aritmético en la votación de investidura, e ir en contra los intereses de España.
Pero ¿qué es eso de “los intereses de España” según estos señores? a) Que haya un gobierno español que le explique al gobierno europeo cómo piensa cumplir en los presupuestos de 2017 el compromiso de reducir un 4’5%; si piensa subir el IVA como sugiere la Comisión Europea; cómo piensa superar el déficit de la Seguridad Social…; b) Que se cree un frente españolista sólido contra los intentos catalanes de generar una dinámica secesionista de facto; c) Que España ocupe la tercera posición europea que en teoría le correspondería después del Brexit, y ahora en España es la única economía europea que crece por encima del 2%.
Ciudadanos piensa que no existen diferencias entre los “partidos constitucionalistas” en esta cuestión, salvo de matices negociables; y propone de nuevo el contrato único y que los autónomos no paguen cotizaciones. Quiere hacerle al PSOE la pinza consistente en incluir en el acuerdo con el PP los puntos que suscribieron entre PSOE y C’s en la anterior legislatura.
Pero no se quedan en el inmediatismo de los problemas económicos. ¡Quieren hablar también de la posición de España en el mundo! La bisoñez de Ciudadanos se convierte en osadía. Estoy convencido de que Rajoy debe estar disfrutando en su fuero interno con esta pueril pretensión de Rivera y los suyos: él, al que tanto le cuesta estar mínimamente presente en el contexto europeo.
Tratan de acotar la negociación a los “partidos constitucionalistas”, como si Unidos Podemos y los nacionalistas no fuesen “constitucionalistas”. Depende de qué Constitución. También PP y C’s quieren modificar determinados aspectos de la Constitución, justo en la misma medida en que para realizar la reforma electoral u otras de las medidas ya consensuadas entre ellos así lo requiera. No es la adhesión o no a la vetusta Constitución del 78 la línea divisoria. Es más bien una concepción de cómo debe configurarse el Estado español: una concepción de derechas y una concepción de izquierdas. Y sobre todo lo que nos divide a unos y otros es la sumisión al Ibex 35. No les creáis cuando hablan de “los intereses de España” cuando quieren decir “intereses del Ibex 35”.
Sí. Ciudadanos es un partido artificial creado al albur de la caída de credibilidad del PP a causa de la multiplicación de los casos de corrupción en los que se ha implicado. Es lógico que coincidan tanto ambos partidos. Sus diferencias son más gestuales que otra cosa.
Por eso la negociación entre PP y C’s suena a redundancia política. Lo más propio para el verano. Entre bostezo y bostezo, entre chapuzón y chapuzón, entre cerveza y cerveza (yo si alcohol) vemos a los segundones de PP y C’s explicando sus cuitas y nos tememos el final de las vacaciones porque con él volverán las noticias y las tertulias donde se nos intentará convencer de que “los intereses de España” nos requieren para no sé qué…