¿Por qué no podrás usar el móvil en el concierto de Bob Dylan?

Una experiencia 'como las de antes' que no se podrá grabar pero que promete permanecer en el recuerdo de todos los asistentes

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El cantante Bob Dylan pisará el Teatro del Generalife para dar su concierto 'phone free' | Foto: Archivo GD
Yamila Tolosa Long
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Cierto es aquello que se dice de que todo lo bueno se hace esperar. Finalmente, la espera ha llegado a su culmen. Bob Dylan, el eterno trovador y cantante, regalará en la noche del 13 de junio un momento mágico bajo el cielo del Teatro del Generalife. Después de que los 1.550 afortunados firmaran su encuentro con el artista el pasado 15 de marzo, muchas han sido las dudas y emociones enfrentadas con respecto a este evento.

Y es que, al tratarse de un icono cultural e histórico, el cantante ha dejado muy claras sus pautas a seguir si se quiere asistir a su espectáculo. El concierto coproducido por '1001 Músicas-CaixaBank' y el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, con el soporte especial de CaixaBank, será un evento sin dispositivos móviles. Únicamente será necesaria la asistencia y la plena atención del público al momento. ¿Pero a qué se debe?

Un phone free show

Al igual que en los otros conciertos que ha dado en España, Granada no se escapa de la norma impuesta por el artista, la polémica decisión del phone free show. Esta iniciativa, criticada por muchos y alabada por otros tantos, no permitirá el uso de dispositivos móviles a lo largo de todo el concierto.

Hay dos opciones. Salir de casa sin el móvil o usar la funda hermética que la empresa Yondr proporcionará a todos los asistentes, incluida prensa, a la entrada. Por muy descabellado que esto pueda sonar para la sociedad actual, no hay necesidad de alarmarse, ya que en el caso de presentarse una emergencia, será posible desbloquear el microchip integrado en la funda en una zona específicamente señalada.

¿Es necesario usar el móvil para recordar?

Yondr sustenta la política de su empresa bajo el eslogan Be Here Now, algo traducible como 'estar en el aquí y en el ahora'. Como defienden en su página oficial, la sociedad se encuentra en un mundo hiperconectado, motivo por el cual, ellos dotan de una herramienta que facilita el compromiso de la audiencia con la experiencia vital y momentánea que viven. Tanto física como mentalmente.

Hoy en día lo raro es no ver a alguien con el móvil en sus manos. Si no se saca una foto, no se puede demostrar que se haya vivido. Si no se comparte constantemente lo que se hace en redes sociales, es como si no hubiera sucedido. La creencia de que si no hay prueba física, o en este caso digital, de que se ha hecho una cosa o se ha asistido a un evento, esta va a derivar en el olvido, es algo que se ha extendido a lo largo de los años.

¿Pero realmente será verdad que si no se graba a Bob Dylan cantando, va a esfumarse mágicamente de la memoria de los asistentes? Probablemente, al depender tanto de estos recursos tecnológicos, la audiencia se concentre más en vivir el espectáculo con todos sus sentidos, provocando que la experiencia se convierta en un recuerdo que jamás podrán olvidar.

¿Por qué un concierto sin móviles?

Son varias las especulaciones de por qué Dylan no ha querido que graben su espectáculo. Sin embargo, solo hay que remitirse a sus letras. Como clama en I Contain Multitudes, canción de su último disco, Rough and Rowdy Ways, 'I go right where all things lost are made good again' (voy directamente donde todas las cosas perdidas se hacen bien otra vez). El autor quiere un concierto como los de antes, aquellos en los que los móviles no eran siquiera concebibles y la gente coreaba a fuego los versos del cantante. Quiere recuperar todo aquello que se ha perdido por el camino.

Con sus cualidades reivindicativas y críticas, el autoproclamado discípulo de Woody Guthrie ha tomado la decisión de utilizar los servicios de esta empresa a modo personal de poner el grito en el cielo y recordar a la audiencia cómo se vivían las experiencias antes de todo lo digital. Desde los años 60, el padre de la canción protesta ha despertado opiniones varias entre sus fans y aquellos a los que su música no agrada. El cambio del folk al rock con su famosa trilogía, su desaparición momentánea del panorama musical y ahora un concierto que no se puede grabar, han sido las cosas que han marcado su carrera musical así como su reputación. Aun así, por muchos años que pasen el artista sigue confirmando como el que dicta la manera de hacer su música, y por lo tanto, de organizar sus conciertos, es él y no los demás. Ya lo asegura en la canción mencionada anteriormente, 'I have no apologies to make' (no tengo disculpas que dar).