Por qué el iPhone 6 es el iPhone con el que volver a ilusionarse
Los motivos son la profunda remodelación que van a sufrir tanto el 'hardware', como el 'software', las mayores en muchos años
Últimamente me suelo encontrar con algunas personas que me comentan que están empezando a plantearse cambiar su iPhone por algún 'smartphone' Android de gama alta, desilusionadas con algunas carencias en el sistema operativo iOS y cansadas de una pantalla que no crece.
Luego veo que análisis como este de Kantar aseguran que muchos compradores del Galaxy S5 de Samsung antes tenían un iPhone y que el principal motivo del cambio es el tamaño de la pantalla.
No les culpo.
Esas personas consideran que el iPhone vive su peor momento de innovación y se dicen a sí mismas que con el siguiente "Apple no les va a volver a engañar". Esa falta de confianza se habría entendido hace un par de años, pero ahora no tanto.
Me gustan mucho tanto iOS como iPhone. Me gusta el diseño y fluidez del primero y los materiales y acabados del segundo, por citar solo un par de cosas. Sin embargo, no me gusta que la pantalla ni se acerque a las 5 pulgadas o que no pueda compartir en un segundo un contenido de una aplicación en cualquier otra, como sí que permite Android. Así como en algunos aspectos el iPhone es un móvil completamente puntero, en otros da sensación de obsoleto.
Sin embargo, esto lleva siendo así mucho tiempo. iOS siempre ha tenido esa filosofía cerrada, el iPhone 5 no supuso una gran revolución en diseño, ni en aumento de pantalla con respecto al 4S y luego encima se volvió a repetir el diseño con el 5S. Por supuesto, en ese sentido, en diseño, las versiones S no mejoran a un móvil de un año antes ya que apuestan por la misma carcasa.
Es decir, han sido varios años de excesivo continuismo en los teléfonos de Apple, a pesar de su exquisita calidad. Durante varias generaciones, he entendido las críticas en ese sentido y, en algunos aspectos, las he compartido. Sin embargo, no es el momento de sentir eso, precisamente. Si ha habido un iPhone con el que volver a sentir emoción en los últimos años, ese es el iPhone 6.
Los motivos son la profunda remodelación que van a sufrir tanto el 'hardware', como el 'software', las mayores en muchos años. A nivel de sistema operativo, con la actualización de iOS 8, Apple por fin va a permitir que las aplicaciones se comuniquen entre sí y que se creen 'widgets' con los que interactuar.
Al fin vamos a ver cómo los desarrolladores dan rienda suelta a su creatividad en ese sentido y a sentir una verdadera flexibilidad para mover contenidos de unas aplicaciones a otras, y no solo a Facebook, Twitter, Flickr o al correo.
Además, se va a mejorar el teclado, se va a incorporar una aplicación de salud, más funciones para la aplicación iMessage, el interesante modo 'Compartir con la familia', iCloud Drive, mejoras en Spotlight o la publicación de la API de Touch ID para integrar la lectura de huellas como requisito de seguridad en otras aplicaciones. Es decir, que aunque el diseño de iOS 8 no vaya a cambiar -ni falta que hace-, sí que va a recibir una completa puesta a punto por dentro.
En cuanto al teléfono, si los rumores se cumplen, veremos un terminal bastante más grande, en dos versiones, 4,7 y 5,5 pulgadas, frente a las 4 pulgadas del iPhone 5S. Es vital que con la importancia que están ganando los contenidos multimedia en el móvil, Apple haga crecer su teléfono. También será un terminal más estilizado, con algunas formas más redondeadas, sin renunciar al estilo de la casa, y la agradable curvatura del cristal que ya hemos visto en otros 'smartphones'.
Será un teléfono en el que los contenidos se verán mejor e, intuyo por las fotos filtradas, más cómodo de utilizar. Podéis ver la diferencia con el anterior modelo, más que notable, en la foto que ilustra el artículo, publicada por Nikkei.
Así que, ya sabes, si te gusta el iPhone, empieza a ahorrar porque seguramente este septiembre vas a tener más ganas que nunca de cambiar tu anterior modelo.