¿Por qué la vuelta de vacaciones parece más corta que la ida? La ciencia tiene la respuesta
Según un trabajo publicado en el número de junio de la revista Plos
Acaban las vacaciones, empaquetas todo y emprendes el viaje de vuelta a casa. Al llegar, una sensación te invade: "el recorrido me ha parecido más corto que cuando me fui". Pero, ¿cómo puede ser esto si los trayectos de ida y vuelta eran iguales?
Según un trabajo publicado en el número de junio de la revista Plos, la clave no está en el viaje en sí sino en el recuerdo del mismo: el efecto que hace que recordemos más corto el viaje de vuelta se produce al meditar sobre la duración en retrospectiva.
Pero, ¿por qué? Los autores del trabajo explican que esto se debe a que es una actividad repetida: como ya hemos pasado por dicho lugar, nuestra mente ya lo conoce y el trayecto "demanda menos procesamiento de información y por ello requiere menos memoria".
Para llegar a esta conclusión los investigadores analizaron a dos grupos de hombres jóvenes, que observaron trayectos simulados en películas de 52 minutos. Uno de los grupos observó una película en la que se veía un trayecto de ida y vuelta, mientras que el otro vio dos trayectos diferentes que sumaban el mismo tiempo.
Tras ver las películas los jóvenes debían decir qué viaje les pareció más largo, y sus respuestas fueron claras: aquellos que vieron trayectos iguales de ida y vuelta percibieron que la duración total fue menor que los que observaron rutas diferentes.
Esto pone de relevancia conclusiones ya observadas en trabajos anteriores: "nuestra percepción del tiempo parece ser más corta cuando hacemos tareas repetitivas", es decir, la segunda vez que hacemos algo nos parece que tardamos menos que la primera, tal y como explican en Scientific American.
Aún así, el estudio deja la puerta abierta a otra posible explicación: que el sólo hecho de etiquetar al segundo trayecto como 'viaje de vuelta' predisponga para percibirlo como más corto, una hipótesis en la que ya trabajan los mismos investigadores.