¿Por qué liberar el sistema operativo de nuestros teléfonos?
Apple y Google, desarrolladores de los principales sistemas operativos de móviles y tablets, luchan encarnizadamente contra estos procedimientos, que cuentan con innumerables adeptos
El 98% de los dispositivos móviles del mercado tiene como sistema operativo Android (Google) o iOS ( Apple), según la empresa de investigación tecnológica Gartner. Ambos sistemas son completamente distintos entre sí y ofrecen características diferentes, amoldándose a cada usuario.
Sin embargo, cada uno de estos sistemas operativos tiene sus limitaciones. Android parece ser el más permisivo de los dos, ya que permite realizar descargas externas (siempre y cuando hayan sido consentidas por el usuario), personalizar completamente la pantalla eligiendo opciones como el tema, o incluso la forma de lanzar las aplicaciones. En contrapartida, los dispositivos con Android no son capaces de desplegar toda su potencia, encontrándose a veces innecesariamente limitados.
Por su parte, iOS es el sistema operativo más restrictivo, negándole al usuario casi cualquier personalización. Si posees un iPhone o un iPad, no podrás cambiar el tema incluso aunque no te gusten los iconos, ni podrás añadir ‘gadgets’ a tu pantalla de inicio, es más, ni siquiera podrás tener un menú que evite tener todas tus aplicaciones en pantalla. En cuanto a las descargas, será imposible descargar cualquier ‘app’ si no lo haces desde AppStore. Pese a ello, los conocidos como ‘iDevices’ sí que son capaces de utilizar toda la potencia del sistema a la hora de ejecutar procesos.
POR QUÉ ‘ROMPER’ EL SISTEMA
Si ambos sistemas son tan distintos como para que cada usuario elija el que más le guste, ¿por qué hay quienes los ‘liberan’? El motivo en ambos casos obtiene la misma respuesta: para desplegar el 100% del dispositivo.
LAS OPCIONES
En Android encontraremos el ‘root’, raíz en inglés. Este término se acuñó porque el proceso permite a las aplicaciones acceder a partes del sistema ocultas por el fabricante, llegando a las raíces del sistema.
Por otra parte, en Apple se presenta el ‘jailbreak’, escape de la cárcel en castellano. Este nombre viene dado por las grandes restricciones en cuanto a sistema operativo que presentan los dispositivos de la marca de la manzana, pues libera un gran número de funciones bloqueadas por defecto.
‘Rootear’ nuestro dispositivo Android nos dará acceso a su potencia al cien por cien, lo que podría resultar en una mejora tanto del rendimiento como de la estabilidad del mismo. Además, las ya amplias opciones de personalización se expanden aún más, llegando a ser casi ilimitadas.
Si el dispositivo que tenemos es de Apple, hacer el jailbreak desbloqueará todas esas opciones de personalización que el iDevice no trae por defecto. De este modo, se hace posible cambiar el tema, la forma en la que vemos los iconos, su disposición, los accesos rápidos accesibles desde el centro de control o incluso activar un lanzador de aplicaciones para utilizarlas de forma directa desde la pantalla de bloqueo. Además, permite realizar descargas externas a la AppStore, aumentando las posibilidades casi de forma ilimitada. Por último, permite acceder a ‘Cydia’, una aplicación que se instala en el dispositivo al realizar el jailbreak y sirve para descargar e instalar todas estas modificaciones sin necesidad de utilizar un ordenador.
SEGURIDAD
Uno de los principales puntos de debate acerca de la liberación del sistema operativo es la seguridad, pues podría presentar efectos negativos en el dispositivo en el que se realice.
En cuanto al root, pierdes instantáneamente la garantía de tu dispositivo, por lo que tendrás que plantearte bien si realizarlo. Además, el hecho de liberar toda la potencia del terminal puede llevar a conflictos en aplicaciones e inestabilidades en el propio sistema.
Si hablamos del jailbreak, tu dispositivo puede perder algo de rendimiento, disminuir la vida de la batería o quedarse bloqueado en el proceso. Sin embargo, este bloqueo no es definitivo gracias al modo de seguridad del terminal, que reduce las pérdidas en el peor de los casos a tener que restaurar todos los datos que posee.