PP rechaza el tono "casi belicista" de Jiménez (PSOE) al asegurar que van a "liberar la Diputación"

El Partido Popular de Granada ha rechazado este sábado el "tono casi belicista" que a su juicio empleó este viernes la secretaria general del PSOE, Teresa Jiménez, en el comité ejecutivo extraordinario de su formación, cuando aseguró que el objetivo de los socialistas es "liberar la Diputación".

En una nota, la formación popular granadina ha acusado de "confundir instituciones democráticas gobernadas por expresión de la voluntad popular con entidades y organizaciones del PSOE". Así, el secretario general del PP granadino, Santiago Pérez, ha calificado como "muy triste y absolutamente fuera de lugar" un discurso "más propio de las barricadas de otros tiempos".

De esta forma, Pérez ha lamentado que "mientras los granadinos buscan respuestas a sus problemas, la dirección del PSOE no tenga otro mensaje que hacer público que el de asegurar que quiere liberar de una institución a quienes la gobiernan legítimamente gracias a los votos de los ciudadanos".

A juicio de Pérez, "lo más grave" de esa intervención es que "no obedece a un error" sino a lo que el secretario general del PP considera "un convencimiento muy interiorizado entre los socialistas de Granada: que hay instituciones públicas que les pertenecen".

En este sentido, el dirigente popular de Granada ha destacado que "lo llamativo es que las declaraciones de Teresa Jiménez pretendían acusar falsamente al PP de actuar con sectarismo en la Diputación. Pero es evidente que el nivel más alto de sectarismo que cabe es considerar que una institución pública es tuya".

Por ello, Pérez ha señalado además que las "acusaciones de sectarismo" por parte del gobierno de la Diputación "no sólo caen por su propio peso a la luz de los datos ofrecidos por la Corporación Provincial", sino que "fueron desmentidas por los propios alcaldes socialistas convocados, de los que a penas asistió una veintena, lo que indica a las claras que el reparto de inversiones realizado por la Diputación sólo es rechazado por el núcleo duro de la dirección política del PSOE de Granada".

De la misma forma, Pérez ha retado a Teresa Jiménez "con datos en la mano" a mantener un debate para confrontar "qué reparto es más justo y equitativo, el que hace la actual Diputación con los pueblos de la provincia o el que hacían antes los gobiernos del PSOE de la misma diputación o el que llevan haciendo desde hace más de treinta años los de la Junta de Andalucía".

En todo caso, el secretario general del PP de Granada ha insistido en la "curiosa concepción democrática" de la que a su juicio "hizo gala la secretaria general del PSOE en su intervención en el comité ejecutivo provincial socialista que convocó las primarias en la provincia". Y es que el responsable del PP ha considerado "contradictorio" que los socialistas defiendan "la elección directa de sus candidatos a las alcaldías como una extraordinaria herramienta de democracia", pero "se nieguen a trasladar esa misma herramienta, la elección directa, al resto de ciudadanos cuando se trata de elegir alcaldes".

"En definitiva, los socialistas piensan que elegir entre ellos a sus candidatos es algo muy enriquecedor y participativo, pero que a los ciudadanos en general es mejor no darle esa opción. En realidad lo que les pasa es que prefieren los pactos de perdedores", ha apuntado Pérez.

El secretario general del PP ha finalizado mostrando su "absoluto respeto" a "un proceso interno de otra formación política", pero ha lamentado "que en lugar de lanzar mensajes de futuro para los ciudadanos, de plantear proyectos o en lugar de explicar por qué la presidenta de la Junta no tuvo ni un minuto para hablar de Granada en el debate del estado de la comunidad autónoma, los socialistas se dediquen a hacer públicas sus fijaciones partidarias y partidistas".

"Que hablen de futuro, que hablen de los problemas de los granadinos, o que defiendan, si creen en él, su modelo de Diputación con despilfarro en dietas, en coches o con un reparto opaco de los fondos; pero bien harían en abandonar ese mensaje rancio y arcaico, casi medieval, de la Reconquista", ha concluido Santiago Pérez.