Practican una autopsia psicológica al cadáver del joven de Maracena desaparecido en California
El cuerpo no presentaba "signos de violencia" cuando fue descubierto según apunta la detective contratada por la familia
La repatriación del cadáver identificado a principios de febrero en California como el del joven de Maracena Iván Liñán, que desapareció en la zona de Humboldt a finales de noviembre, está pendiente ahora de que culmine la autopsia psicológica que se ha decidido practicar en el marco de las indagaciones para determinar la causa oficial de la muerte, según han informado a Europa Press fuentes de la familia.
Esta técnica, más aplicada en Estados Unidos, es un método de evaluación psicológica reconstructiva que busca orientar a los investigadores sobre la naturaleza de la muerte en casos en los que no existe una convicción criminalística.
La familia está pendiente de que culmine este informe a fin de poder iniciar las gestiones para que los restos del joven, que tenía 30 años y se había ido a trabajar a California, puedan ser trasladados a España, donde está pendiente de resolverse también una denuncia interpuesta por su desaparición ante la Policía Nacional.
Según lo que comunicó a familiares y allegados la detective privada contratada por ellos para el seguimiento del caso en territorio estadounidense, el cuerpo no presentaba "signos de violencia" cuando fue descubierto, aunque debe ser el informe de la autopsia el que dictamine oficialmente si la muerte se debió o no a un accidente, explican desde la familia.
La Policía de Humboldt, en el estado norteamericano de California, identificó el cadáver aparecido a principios de febrero en el entorno de este condado californiano como el del joven de Maracena, basándose principalmente en los restos de la ropa y una pulsera que llevaba cuando se le vio por última vez a finales de noviembre, y en un tatuaje en la pierna, pese al mal estado del cuerpo por los días que habrían pasado desde el deceso.
El cadáver era el de un hombre con medidas físicas similares a las del granadino, y fue esencial para la identificación la comparación con una radiografía dental de Iván enviada por la familia desde España, junto con material genético para su cotejo con el del cadáver hallado.
Con base también en el análisis de las fotografías del cuerpo, la Oficina del Sheriff de Humboldt y la detective pusieron en conocimiento de sus allegados las conclusiones de esta investigación, tras la cual los familiares, que siguen el caso desde España, confiaban en poder iniciar los trámites para la repatriación del cuerpo.
Iván Liñán era experto en montañismo, y se marchó a los Estados Unidos un par de meses en búsqueda de trabajo. Un amigo de este, también vecino de Maracena y junto al que se encontraba en California, lo estaba llevando el 28 de noviembre al aeropuerto para volver a su municipio cuando tuvo algún "problema de salud mental", por el que se dispusieron a volver a casa para coger el avión con destino a España al día siguiente. En ese momento, el joven se bajó del coche y se fue al bosque, en cuyo entorno se le buscó desde finales de noviembre por las autoridades californianas.