Preocupación en la ONU y las ONG ante el deterioro de la situación en República Centroafricana
Las organizaciones humanitarias temen que el acceso a los 2,5 millones que necesitan ayuda se complique aún más Llaman a no "ignorar esta crisis" ya que si no llegan fondos y no hay acceso podría desencadenarse una "catástrofe humanitaria"
La situación en República Centroafricana (RCA) se ha venido deteriorando en los últimos meses y los recientes enfrentamientos en Bangui entre las fuerzas gubernamentales, la Misión de la ONU (MINUSCA) y grupos armados musulmanes, que han tenido repecursiones en otras partes del país, hacen temer que vaya a peor en un país sumido en un conflicto desde finales de 2013 que ha dejado a más de la mitad de la población necesitada de ayuda humanitaria.
"República Centroafricana está de nuevo al borde de deslizarse hacia una grave crisis humanitaria. Las cifras hablan por sí mismas", subraya el jefe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en RCA, Joseph Inganji, en declaraciones a Europa Press. En la actualidad hay casi 690.000 desplazados internos, una cifra superior a los 600.000 que había en agosto de 2014, "el momento álgido de la crisis", resalta.
"Actualmente, uno de cada cuatro centroafricanos se ha visto desplazado de sus hogares bien de manera interna o hacia los países vecinos", donde hay ya 546.000 refugiados, precisa. Y a esto se suma el que 2,5 millones de centroafricanos, más de la mitad de la población del país, "necesita ayuda humanitaria".
Los combates en Bangui, que dejaron más de una veintena de muertos, incluidos civiles, provocaron protestas en otros puntos del país, especialmente en ciudades como Bria (centro) y Kaga Bandoro (norte), lo que obligó a suspender las actividades a algunas ONG, como es el caso de Oxfam, imposibilitando el ofrecer la asistencia a quienes lo necesitan.
Aunque la tensión no ha ido más allá por ahora y, según Inganji, las organizaciones humanitarias "han reanudado sus actividades con cautela", lo cierto es que existe el temor a que se pueda producir un nuevo estallido de violencia. "Siempre hay una posibilidad de que los combates se reanuden en cualquier parte del país", reconoce el coordinador general de Médicos Sin Fronteras (MSF) en RCA, Paul Brockman, que admite "preocupación" por las consecuencias que pueda tener en las próximas semanas lo sucedido en Bangui.
"Nosotros esperamos que la situación no se deteriore más y que todas las partes privilegien las negociaciones", confía a Europa Press el director de Oxfam Intermón en RCA, Francis Ntessani, quien sin embargo reconoce el "temor a que las represalias continúen y que eso paralice totalmente la respuesta humanitaria".
LA POBLACIÓN PAGA EL PRECIO DE LA FALTA DE ACCESO
Sin duda este es un escenario que la comunidad humanitaria presente en el país africano no quiere que se produzca. "Cuando las actividades humanitarias y los movimientos se ven restringidos, es la población, especialmente mujeres y niños, quien paga el precio y sufre el impacto", incide el responsable de OCHA, que no duda de que "la situación humanitaria se seguirá deteriorando al menos los próximos seis meses".
"La delincuencia y la violencia siguen restringiendo el acceso humanitario a las poblaciones vulnerables en los cuatro rincones de RCA", lamenta Ntessani, subrayando que esto genera nuevas necesidades humanitarias que hay que atender en un país en el que la violencia sexual y el reclutamiento de niños soldado también son frecuentes.
Además, puntualiza Inganji, "el conflicto se está trasladando a zonas que eran estables y experimentaban cohesión social entre las comunidades (cristianas y musulmanas) especialmente en el oeste, el sur y el este del país". "La gente sigue siendo atacada por su etnia y religión, lo cual se ve empeorado por razones económicas, especialmente la competencia por el control de los corredores de trashumancia y las zonas mineras", precisa el jefe de la OCHA.
"Un número creciente de civiles, trabajadores humanitarios incluidos, son víctimas de ataques a menudo mortales", destaca el responsable de Oxfam. Según sus datos, uno de cada dos incidentes tiene como resultado un herido como mínimo y en uno de cada cinco incidentes se produce una víctima civil.
PAÍS MÁS PELIGROSO PARA LOS TRABAJADORES HUMANITARIOS
En la actualidad, RCA goza del dudoso honor de ser el país más peligroso para los trabajadores humanitarios. En lo que va de año, según Inganji, se han producido 175 incidentes que han afectado directamente a la comunidad humanitaria y tres trabajadores humanitarios han sido asesinados. En 2017 se contabilizaron un total de 17 trabajadores humanitarios asesinados.
Ante este panorama, "el gran reto es que haya seguridad para todos, no solo para los trabajadores humanitarios sino para la población en general", defiende el coordinador de MSF. Si la inseguridad continúa aumentando, quienes necesitan ayuda podrían verse privados de ella "pero lo cierto es que ya los niños y las mujeres embarazadas no tienen el acceso a la atención que necesitan".
República Centroafricana es un país muy extenso y de población muy dispersa, en el que apenas hay infraestructuras, sobre todo en materia de transporte, lo que dificulta el acceso para las organizaciones humanitarias a la población vulnerable y hace que a su vez esta tampoco pueda desplazarse hasta donde se ofrece. Brockman cuenta el caso de una mujer que caminó 150 kilómetros con su hijo enfermo de malaria, una enfermedad que es la principal causa de muerte entre los niños del país.
Los niños centroafricanos mueren por malaria, diarrea o enfermedades respiratorias, todas ellas "enfermedades tratables si se llega a un centro médico", algo que no siempre es posible, lamenta el responsable de MSF, subrayando que la situación nutricional de los menores --hay más de 87.000 que padecen desnutrición aguda-- contribuye a complicar el panorama, ya que debilita sus cuerpos y sus defensas.
LOS FONDOS NECESARIOS NO LLEGAN
Para poder ayudar a los 2,5 millones de centroafricanos que lo necesitan hace falta dinero, pero los fondos hace tiempo que no llegan a RCA al ritmo que deberían. Según explica el jefe de OCHA, en 2014 se recibieron el 68 por ciento de los fondos solicitados pero en 2017 solo llegó el 39 por ciento. Para 2018, se han solicitado 515,6 millones, pero solo ha llegado el 4 por ciento de esta cantidad.
"Sin este apoyo financiero, las organizaciones humanitarias no podrán ofrecer ayuda vital y asistencia a las personas que dependen de la misma para sobrevivir por lo que estas personas morirán", advierte tajante Inganji.
Dado que la comunidad internacional "ya ha gastado una cantidad considerable en RCA", defiende el responsable de la OCHA, "ese dinero no debería malgastarse sino que se debería completar lo que ya se ha comenzado". "El sufrimiento humano en RCA es real y por eso la comunidad internacional no debe ignorar esta crisis", recalca Ingenji.
Un mensaje compartido también desde Oxfam y MSF. "La comunidad internacional debe asegurarse de que esta crisis, ampliamente olvidada, no se convierte en una tragedia", sostiene Ntessani, para quien existe el riesgo real de que si sigue reduciéndose el espacio humanitario en el país termine produciéndose una "verdadera catástrofe humanitaria".
"La comunidad internacional no debería olvidarse de los centroafricanos y debería adoptar un compromiso serio, sostenible y duradero para mejorar su situación", defiende a su vez el responsable de MSF, que lamenta que los centroafricanos no están recibiendo "el apoyo y la atención que se merecen" quizá porque "hay muchas crisis en el mundo" y la suya "no es muy conocida".