Reencuentro de recién ascendidos para cortar la mala racha

El Covirán Granada vuelve al Palacio por segunda semana consecutiva con el mismo objetivo de jornadas anteriores, acabar de una vez por todas con la mala racha que le persigue desde el 27 de noviembre, día en el que consiguió su último triunfo ante Río Breogán. La cita de este domingo vuelve a ser especial. Si el pasado fin de semana se vivió un encuentro para el recuerdo al recibir por primera vez al Real Madrid en el pabellón del Zaidín, la visita de Bàsquet Girona se antoja una cita igual de importante por todo lo que puede entrañar.

Todo un campeón de la NBA como Marc Gasol pisará el parqué del Palacio por primera vez ya que la pasada temporada se convirtió en jugador del conjunto gerundense cuando el equipo ya había pasado por Granada. Quizás la participación del pequeño de los Gasol en el partido sea uno de los motivos que hayan influenciado en la afición para volver a casi llenar en esta ocasión el pabellón granadino. Sea cual sea el motivo, la marea rojinegra estará presente en el reencuentro entre recién ascendidos para llevar a su equipo a cosechar la victoria en la última jornada de la primera vuelta de la ACB.

El Covirán Granada llega a esta jornada en las mejores condiciones posibles. Con Mike Moore y Michael Caicedo más integrados en el equipo y con Ndoye por fin en la ciudad, los rojinegros viven por primera vez en casi dos meses su primer encuentro con la plantilla al completo. Es cierto que Luke Maye, Cristiano Felicio y Dejan Todorovic siguen en la banco de los lesionados, pero las tres incorporaciones que ha realizado la entidad granadina dan al equipo el físico y las rotaciones que tanto han necesitado en las últimas semanas.

Ndoye vivirá su estreno como rojinegro este domingo. El pívot senegalés aterrizó en Granada el pasado jueves por la mañana y, aunque solo ha podido realizar un par de entrenamientos, Pablo Pin contará con él para este encuentro. "Lleva dos semanas parado, a nivel físico está un poco por debajo, pero creo que su entrada en el equipo va a ser fácil. Se le ven cosas de buen jugador, va a conectar muy bien con nuestros bases y, además, tiene muchas ganas de jugar", explicó el entrenador en la rueda de prensa previa a este duelo.

El rebote volverá a ser el factor diferencial. El equipo de Aíto García Reneses destaca, en parte, por sus buenos porcentajes en la captura del balón, sobre todo, cuando Marc Gasol está en pista. "Cuando tienen a Marc, este empuja mucho al equipo porque el primer pase lo da casi en medio campo. Con la entrada de Caicedo, Moore y Ndoye estamos preparados físicamente para estas situaciones de rebote que, hasta ahora, nos han costado mucho, a veces porque no hacíamos lo que debíamos y otras porque el físico no llegaba".

La lucha entre los recién ascendidos se antoja vital para ambos equipos. Del lado gerundense, lograr el triunfo ante Covirán Granada significará derrotar a otro rival directo por la permanencia, alarga su buena racha hasta las cuatro victorias consecutivas y alejarse un poco más de la zona baja de la tabla, así como poner más distancia con el plantel granadino del que ya se distancia por un triunfo.

Del lado rojinegro, vencer a Girona será el impulso y la recompensa que tanto se desea. Los de Pablo Pin han plantado cara a rivales como Real Madrid, Joventut o Baskonia, pero la ansiada victoria se resiste. Las sensaciones son buenas, solo falta la guinda del pastel. Al igual que sus rivales, vencer este domingo supondrá derrotar a un rival directo esta campaña y acabar la primera vuelta con seis triunfos en el casillero, medio camino completado. "Cerrar la primera vuelta con seis victorias es muy buena cifra, sobre todo después de todo lo que hemos pasado", decía Pin el pasado viernes. Si las cuentas no fallan, quedarían otros seis triunfos para consumar la permanencia.

Además, los equipos de abajo (Betis, Fuenlabrada y Manresa) se mantienen alejados por dos partidos, pero un nuevo triunfo de estos quipos puede llegar en cualquier momento, por lo que volver a tomar distancias lo antes posible se antoja obligatorio. No es una final, no se acabará el mundo, pero esta vez es un equipo de la misma liga de Covirán Granada por lo que ganar se hace más necesario que nunca.