El punto de inflexión debe comenzar ante la marea rojinegra
El Covirán afronta un duelo más de "su liga" en el que buscará el primer triunfo en el Palacio y comenzar con buen pie un mes de noviembre muy exigente
El Covirán Granada arranca un mes de máxima exigencia. Los rojinegros se miden este sábado (20:45 horas) a Bilbao Basket en el Palacio de Deportes. Un encuentro de obligada victoria. No hay medias tintas. O se gana o de lo contrario se comenzará a complicar más de lo necesario el futuro de los granadinos en la competición.
El duelo ante los bilbaínos se presenta como una gran oportunidad más que como un reto de grandes dimensiones como los experimentados en jornadas anteriores. Los de Pablo Pin tienen ante sí un partido en el que, primero, resarcirse de su mala imagen ante MoraBanc Andorra; segundo, conseguir el primer triunfo ante su afición, que ya es necesario, y tercero, pintar de verde el primer casillero de un mes de noviembre que se espera, y debe ser, más positivo que negativo.
El Covirán Granada ha dejado atrás a algunos de los "cocos" de la competición, teniendo en el horizonte cuatro jornadas más "asequibles", aunque ya se sabe que en la ACB ningún partido ni resultado se puede dar por sentado. En 40 minutos todo puede pasar, pero a nadie se le escapa que los duelos ante Bilbao, Manresa a domicilio, Leyma Coruña en tierras granadinas y Río Breogán en el Pazo son claras opciones de avanzar en la tabla para los rojinegros.
Comenzando por este sábado, los de Pin deberán enmendar muchos errores cometidos la pasada jornada si quieren doblegar a su rival. El Covirán necesitará la mejor versión de Scott Bamforth y de Gian Clavell o, al menos, de uno de ellos. Si el plantel granadino no cuenta con el acierto de cara al aro de estos jugadores se ve en serios problemas para avanzar en su anotación, sobre todo, por la baja presencia y dominancia de su juego interior. El paso adelante que se dio a nivel colectivo ante Girona ha quedado, por el momento, en flor de un día. Las victorias pasarán por el acierto y predominancia de Jacob Wiley, la ayuda en defensa de Vicedo y por un Rubén Guerrero que necesita urgentemente creerse que puede ser decisivo para su equipo.
Los porcentajes de acierto serán, evidentemente, trascendentales. El 7 de 31 ante Andorra y, especialmente, los dos primeros cuartos sin anotar un solo triple no pueden repetirse. Pero, sobre todo, el Covirán necesita tomar el control del juego. Evitar los errores "tontos" que en más de una ocasión ha señalado Pablo Pin; las precipitaciones que llevan a robar un balón y jugarse la posesión en cuatro segundos con un triple a la carrera o las desconexiones y falta de intensidad que llevan al equipo a entrar en el partido tras el descanso.
Si se quiere ganar a Bilbao se necesita la perfección desde el minuto cero. Más si cabe ante un rival que se caracteriza por ser un equipo compacto donde absolutamente todos los jugadores aportan. "Solidarios", así calificó Pablo Pin a los MIB. Un plantel que no necesita, a priori, de estrellas ni de nombres destacados para brillar y hacer un juego tremendamente vistoso y difícil de frenar. De sus tres partidos perdidos, solo ante Gran Canaria lo hizo por más de diez puntos.
Los de Jaume Ponsarnau llevan en Granada desde el pasado jueves tras volar directos desde Bélgica donde jugaron el miércoles su último encuentro de la FIBA Europe Cup, competición en la que tienen prácticamente asegurado el pase a la siguiente ronda. Los 'Hombres de Negro' aun no conocen lo que es la victoria en el Palacio y así debe seguir siendo para que el Covirán no entre en una situación muy comprometida de cara a las próximas jornadas.