Recuperar la confianza para seguir remando hacia la permanencia
Los rojinegros buscarán ante Casademont Zaragoza olvidar la mala actuación ante el Real Betis y conseguir, al fin, la sexta victoria de la temporada
Hora de dar un paso adelante. El Covirán Granada viaja esta semana para medirse al Casademont Zaragoza en el encuentro correspondiente a la undécima jornada de la ACB, un partido que puede marcar un antes y un después en esta recta final de la primera vuelta. La derrota contra el Barcelona era previsible, pero la cosechada ante el Real Betis supone un pequeño paso atrás en la lucha por la permanencia. Se perdió contra un rival directo y este fin de semana toca volver a medirse contra un conjunto que también estará en la lucha por mantenerse en la competición. El de este sábado sí que pinta a partido clave.
No es una final, eso está claro. Como suele decir Pablo Pin, técnico del Covirán Granada, "si perdemos no se va a acabar el mundo, ni vamos a estar descendidos", pero ganar en Zaragoza dará un impulso meteórico al conjunto rojinegro. Por un lado, permitirá seguir ganando distancia con los de abajo, no solo con el plantel maño, sino con equipos como Manresa, que se enfrenta al Real Madrid en esta jornada; Fuenlabrada que se verá las caras con Unicaja o Girona que visitará a un Valencia Basket en serios problemas y donde hay una importante probabilidad de que los de Marc Gasol puedan rascar una victoria muy importante. Cada triunfo es un título.
Por otro lado, ganar en Zaragoza significará cortar la que puede ser la entrada a un racha muy negativa. No hay que olvidar que los próximos rivales de los granadinos serán, hasta la jornada 17, todos de la zona alta de la tabla. Por orden, Valencia, Tenerife, Baskonia, Joventut y Real Madrid. La primera vuelta la cerrarán ante Girona en el Palacio. Viendo el calendario que se presenta, es casi obligatorio ganar a los de Porfirio Fisac.
Más allá de los números y la cábalas de lo que puede ocurrir con los rivales por la permanencia, se trata de un partido donde recuperar la confianza. En el Palau se compitió, se luchó hasta el final, pero no fue suficiente para volver a Granada con la victoria. Después llegó Betis y un derbi andaluz que golpeó fuertemente a un conjunto rojinegro que firmó su peor partido en lo que va de temporada. Regresar a casa con el sexto triunfo del curso será una inyección de moral para un Covirán Granada que vive sus semanas más complicadas.
Sin Maye ni Todorovic
A las dos derrotas consecutivas hay que sumarle las bajas de Dejan Todorovic, que sigue recuperándose de una lesión muscular en el sóleo de su pierna izquierda, y de Luke Maye. El ala-pívot americano estará alejado de las pistas los próximos dos o tres meses por una rotura parcial del tendón rotuliano, una ausencia que supone un auténtico mazazo para la plantilla granadina. Maye era uno de los principales referentes de este nuevo Covirán Granada en todas las facetas del juego, incluso en el plano emocional, pues su garra y su fuerza por jugar y ayudar al equipo lo llevó a saltar a la pista en el duelo ante el Betis en el último cuarto, periodo que jugó ya lesionado.
Con la baja de Maye, los jugadores de Pablo Pin deberán ser más protagonistas que nunca en su rol. Entre ellos, Jacobo Díaz, a priori, el sustito más probable del americano o un Ramón Vilá que podría pasar a la posición de cuatro en algunos momentos. Quienes sí estarán disponibles para este duelo entre Covirán Granada y Casademont Zaragoza serán Petit Niang y David Iriarte, ambos ya recuperados de sus molestias físicas y que, a diferencia de la pasada semana, han podido completar todos los entrenamientos de la semana a un ritmo normal junto al resto de sus compañeros.
Zaragoza, un rival renovado y en dinámica positiva
El encuentro de este sábado será el tercero de la presente campaña en el que granadinos y maños se vean las caras. El plantel dirigido en pretemporada por Martin Schiller venció en dos ocasiones a los de Pablo Pin, una de ellas en el Palacio en el partido de presentación de los rojinegros. Aquel conjunto zaragozano es muy distinto al que va a recibir al Covirán en el Príncipe Felipe esta jornada. Comenzando por el banquillo, la llegada de Porfirio Fisac, quien ya dirigió a Zaragoza durante dos años, entre 2018 y 2020, ha cambiado por completo la imagen del equipo. Su regreso a la ciudad aragonesa ha llevado al Casademont a lograr sus dos únicas victorias hasta el momento, una de ellas ante el Real Madrid.
Aunque los resultados no acompañen, Zaragoza para nada es una cenicienta. En su roster cuenta con jugadores de gran calidad y capaces de llevar el partido a diferentes ritmos. Partiendo del puesto de base, aparece Chris Wright. El estadounidense de 33 años, que llegó a debutar en el NBA, es un jugador muy vertical, con un buen lanzamiento de tres y promedia 14’5 puntos con un 62’5% de acierto en el T2 y un 83’3% en triples en tan solo dos encuentros con su nuevo equipo. Junto a él, Javi García que ofrece una gran intensidad al juego o Howard Sant-Ross, con pasado Euroliga y un gran físico.
En posiciones exteriores destacan, Justinian Jessup y Santi Yusta. El primero se postula como una de las grandes revelaciones de la temporada. El pistolero de tierras mañas fue vital para las victorias conseguidas ante Real Madrid y Betis, siendo en el primero de estos encuentros donde alcanzó su máxima anotación en la competición con 28 puntos anotados. Como su fiel escudero aparece el alero madrileño ex del Real Madrid. Yusta fue uno de los jugadores que más castigó a los rojinegros en sus dos duelos de pretemporada y promedia 11,4 puntos por encuentro.
En el interior, efectivos como Dino Radoncic, con capacidad para jugar a campo abierto y abrir el cambio en la línea de tres; Aday Mara, Tryggvi Hilnason o Chrsitian Mekowulu, con11 puntos, 6’8 rebotes y 13’7 de valoración de media por encuentro.
Las claves para sumar la sexta victoria que supondrá medio camino hacia a la permanencia, pasarán una vez más por el rebote, sobre todo, por no repetir la mala actuación en esta parcela del juego del último cuarto y prórroga del encuentro ante el Betis. Pero, en especial, pasará por la concentración. El Covirán Granada no puede dejarse llevar por los errores. Se cometerán fallos, eso seguro, pero tiene que volver a sacar la fe y la fuerza que los llevó a ganar en Murcia, en Fuenlabrada o contra Breogán, la garra que los llevó a competir y mirar de tú a tú a rivales como Unicaja o Barcelona. Parte del triunfo pasará por mantener la cabeza fría.