Ansiado reencuentro en la élite de dos viejos conocidos
Breogán y Covirán se vuelven a ver las caras un año y cinco meses después en un duelo con demasiadas emociones y dudas sobre los jugadores disponibles
Hace un año y cinco meses, cuando las medidas de prevención a consecuencia del Covid-19 aun estaban vigentes, se mantenía la distancia de seguridad y la mascarilla era obligatoria en los recintos cerrados, dos equipos, cada uno de una punta del país, se enfrentaban por tercera vez para decidir quién formaría parte de la ACB en la siguiente campaña. Aquel 20 de junio de 2021, la suerte sonrió a Río Breogán, mientras que el Covirán presenciaba cómo debía prolongar su lucha por alcanzar el sueño de la élite un año más. Desde aquella fecha, los amantes del baloncesto han visto a un conjunto gallego triunfar como equipo revelación en la Liga Endesa, una Copa del Rey en Granada y una temporada de LEB Oro trepidante que acabó, entonces sí, con el deseado ascenso del Covirán Granada a la ACB. Un año y cinco meses después, las cosas del destino otra vez en un día 20, esta vez de noviembre, Covirán y Breogán se vuelven a ver las caras en la máxima categoría del baloncesto nacional.
Tras el parón por las ventanas FIBA, el conjunto rojinegro regresa a la competición con la intención y, sobre todo, el objetivo de olvidar la derrota cosechada hace dos semanas en el Martín Carpena ante el Unicaja y seguir mirando con ilusión hacia los puestos altos de la tabla. Para conseguir esta meta, deberá superar a un Río Breogán con caras muy renovadas, pero que quiere repetir la hazaña de la pasada temporada.
La era post Dazan Musa deja un conjunto lucense muy distinto, con jugadores muy jóvenes que buscan hacerse un hueco en la competición, pero que mantiene a sus dos referentes, Erik y Sergi Quintela. Con las expectativas tan altas que dejó el equipo el año pasado al entrar en la Copa del Rey, el inicio de la presente campaña invita a pensar que no fue flor de un día. Los de Veljko Mrsic han cerrado la primera parte de la primera vuelta con un balance de cuatro victorias y tres derrotas, unos números que los coloca séptimos en la tabla y empatados con Covirán Granada, que por diferencia de puntos se sitúa en décima posición.
El duelo entre granadinos y gallegos está plagado de curiosidades, no solo por sus antecedentes o por la amistad que une a Christian Díaz con Sergi Quintela (el canario fue jugador de Breogán durante las temporadas 17-18 y 18-19, al igual que Thomas Bropleh, este en la temporada 16-17). La similitud entre ambos conjuntos es tal que, en las siete jornadas disputadas, ambos equipos han vencido a los mismos rivales. Fuenlabrada, UCAM Murcia y Bilbao Basket han caído derrotados tanto contra Covirán como contra Breogán. Solo se diferencia el resultado ante Manresa donde los lucenses sí consiguieron llevarse la victoria, mientras que en el lado rojinegro, el duelo ante los catalanes reza como la única derrota cosechada como local en lo que va de temporada.
Demasiadas dudas
Además de curiosidades, las dudas son el segundo factor que marcan este duelo. Del lado gallego, la presencia de Justus Hollatz aun está por decidir. El base alemán regresó con molestias tras su participación en las Ventanas FIBA con su selección y, aunque los médicos han descartado una posible lesión, aun no se conoce con seguridad si Veljko Mrsic apostará por su presencia en la pista o no ya que, según el comunicado emitido por el club, Hollatz presenta una irritación de la cadera sin afectación en las estructuras articulares y su reincorporación al trabajo dependerá de la evolución del dolor.
Del lado rojinegro, las molestias físicas han hecho acto de presencia en la plantilla dirigida por Pablo Pin. Los continuos cambios de pista que ha tenido que aguantar el conjunto granadino en las últimas semanas han afectado a ciertos jugadores, entre ellos, Dejan Todorovic. El alero serbio, que regresó a las pistas en el duelo ante Unicaja tras casi dos meses de baja, ha vuelto a recaer, en esta ocasión por molestias en el gemelo. El técnico granadino aseguró en rueda de prensa que Todorovic no entrenó el pasado viernes y, conociendo los antecedentes, lo más probable es que se opte por la precaución.
Christian Díaz y Thomas Bropleh son los otros dos jugadores dudosos para el partido. El primero con molestias en el cuádripceps y el segundo en el tobillo, sí que completaron la sesión del pasado viernes y, a priori, estarán disponibles para el duelo ante Río Breogán. Aunque, como suele pasar en el deporte, las últimas sensaciones serán las que determinen su participación en el juego.
Peligro en la zona
Si el Covirán Granada quiere seguir haciendo de su pabellón todo un fortín, el nivel defensivo en la zona deberá ser mejor que nunca. Río Breogán se presenta como uno de los equipos con mejores números en rebotes. El plantel rojinegro sigue copando la primera posición en este aspecto, pero el conjunto gallego lo persigue de cerca con una media de 37,57 rebotes por encuentro (Covirán suma 38,71). Independientemente de las cifras, lo que más sorprende es su balance en lo que va de temporada y es que Breogán ha dominado el rebote en todos sus encuentros, algunos con una diferencia abismal, salvo con Joventut y Valencia, dos equipos que ya son palabras mayores.
En contraposición, Covirán Granada presenta una clara bipolaridad bajo aros. Su gran capacidad anotadora contrarresta con sus problemas para defender su canasta, así lo muestran los datos. Los granadinos son cuartos en puntos a favor, con 84,6 puntos de media, pero se posicionan como antepenúltimos en puntos recibidos, solo por delante de Betis y Manresa. Es por ello que, una vez más, la defensa será el punto clave que decida para qué lado torna la balanza.
En cuanto a los jugadores destacados, es imposible no nombrar a Ethan Happ, principal referencia del cuadro gallego con 12
puntos, 8 rebotes y 17’7 de valoración. Junto a él, Scott Bamfoth, que promedia 15’4 puntos por partido con un sobresaliente 44% de acierto desde el triple. Además, jugadores como Nemanja Nenadic y Toni Nakic se van hasta los 9 y 10’3 puntos por encuentro.
La parte emocional también se antoja fundamental en este encuentro. Son muchas las emociones que sobrevolarán el Palacio este domingo. El recuerdo del ascenso frustrado de hace más de un año, la impotencia de no poder trabajar como cualquier equipo de ACB, con unas instalaciones a la altura y el amargo sabor que dejó el primer derbi andaluz de la temporada. Los rojinegros deberán canalizar todos estos sentimientos para regalar a su afición otra de esas grandes noches de baloncesto. Aunque se trate de un recién ascendido que lucha por la permanencia, la victoria este domingo es casi obligada ya que el horizonte de las próximas jornadas se vislumbra algo oscuro y cualquier victoria será como un título.