El Granada busca renacer con el impulso de Torrecilla
Los rojiblancos necesitan mejorar su situación y su juego ante uno de los rivales directos en la lucha por el descenso
El ánimo vuelve a estar por las nubes. El cambio de Robert Moreno por Rubén Torrecilla ha calmado las aguas de un granadinismo que, al menos hasta este sábado a las 18.30 cuando ya haya terminado el partido, confía ciegamente en un cambio de rumbo. El resultado del choque ante el Elche determinará cómo encarar la próxima semana.
La cruda realidad de la situación del Granada obliga, más que nunca, a ir con el partido a partido a pies juntillas. Casi no hay margen de error a pesar de que el equipo sigue fuera de los puestos de descenso. Es por ello que los tres próximos duelos pueden determinar el futuro de la entidad hasta el final de la temporada.
Para ello es importante ver hasta qué punto Torrecilla va revolucionar el once. Todo parece indicar que podría jugar con lo que se considera gran parte de la vieja guardia, con algunas excepciones. Dejando de lado la presencia de Maxi, Quini, Neva y Germán, la presencia de Torrente podría verse mermada por la reaparición de Domingos Duarte. Podría ser, de hecho, una de las últimas oportunidades del luso de volver a entrar en la dinámica tras su irregular rendimiento a lo largo de la temporada.
Otro de los puntos que trastorna a Torrecilla es la posible baja de Montoro, que será duda hasta última hora. Esto abre las posibilidades en el centro del campo, con Milla también inamovible. Todo parece indicar que Petrovic será su socio. De la medular para arriba, el resto son incógnitas con la excepción de Luis Suárez.
En caso de la vuelta a un 4-4-2 no sería descabellado pensar en la vuelta al once de Jorge Molina, defenestrado por Robert en las últimas semanas. Si prefiere jugar con un mediapunta, habría que tener en cuenta la situación de Rubén Rochina, que no anda en su mejor momento, y cómo la llegada de Torrecilla le sienta a Álex Collado.
Para las bandas las incógnitas también crecen. La titularidad de Puertas parece la más plausible por su vinculación al club y el valor que representa con la camiseta. Todo el mundo está pendiente de si Machís, jaleado y pitado en el mismo partido que supuso su regreso a Los Cármenes, tendrá a bien desvivirse por la rojiblanca una vez más tras su frustrado intento de marcha.
Y también queda el interrogante de Uzuni, claro. Uno de los estandartes de Robert Moreno en este último ciclo de despropósitos y que, pese a sus buenas intenciones, sufre de la ansiedad del que quiere hacerlo todo bien desde el primer día, pero al que al final no le sale nada.
El granadinismo se ha volcado con Torrecilla. Y el Granada, también. Ya sea por distraer las miradas y los ánimos de los aficionados, el club y las peñas han hecho un esfuerzo por mostrar unidad con la creación de un fan zone que estará activo junto al estadio casi cuatro horas antes del inicio del partido. Solo queda que la comunidad que se forme fuera del campo se traslade luego a los jugadores desde la grada una vez Del Cerro Grande de el pitido inicial.