El Granada visita al Sevilla tratando de pensar en los buenos recuerdos
Los rojiblancos quieren emular historias pasadas con un triunfo que le de la tranquilidad durante las próximas semanas
Jero Camero
El Granada sigue buscando su estilo. Solo quedan ocho jornadas para el final de Liga, pero aún no lo tiene. Torrecilla tiene ocho partido para dar con la tecla, mientras intenta seguir rascando puntos contra todos los equipos, sobre todo los que recibirá en Los Cármenes.
Pero este viernes lo que toca es salir de casa. Los rojiblancos visitan al Sevilla en el Piezjuán. Un duelo que, históricamente, ha dado a la par alegrías y decepciones. Esta vez solo hay margen para lo primero, para invocar el espíritu de aquel 1-4 que sirvió para certificar la salvación.
No es al penúltima jornada, como en aquella temporada, pero se siente la misma urgencia. Torrecilla deberá cambiar algo en su equipo, ya sea la formación o la propia idea de juego. La línea de cinco defensas no funciona como él querría y sus jugadores solo han conseguido reaccionar tras los cambios.
La ansiedad sigue atenazando a algunos de los hombres de arriba, que no se encuentran cómodos con el balón en los pies en los momentos críticos. El gol siempre recae sobre los mismo o, mejor dicho, el mismo. Jorge Molina se ha convertido en el valor seguro en la delantera y su labor ante una defensa como la del Sevilla será esencial.
También será importante la forma de completar el centro del campo. La dupla que forman Milla y Petrovic está falta de recorrido. Ambos necesitan de un recuperador para poder sentirse liberados y ese peso recaerá sobre Eteki, único jugador disponible para esa función sano y que ha ido ganando protagonismo en las últimas convocatorias.
Enfrente, un Sevilla que también tiene bajas. Los de Lopetegui se marcharon de Los Cármenes con una derrota y en esta ocasión también cuentan con bajas notables. Aunque, eso sí, recuperan a su gran cerebro en ataque: el Papu Gómez.
Con la eliminación de Europa y de la Copa, al Sevilla solo le queda asegurar un puesto en la Champions League en la próxima temporada, por lo que no darán su brazo a torcer con facilidad. El Granada, en cambio, en busca de unos tres puntos que le den una semana más de tranquilidad.
