La última bala del Granada de Robert Moreno
Los rojiblancos, con su técnico cuestionado, reciben en casa a un Sevilla en crecimiento antes de la llegada de un nuevo parón de selecciones
Con Los Cármenes hasta la bandera se decidirá el futuro de Robert Moreno. Al técnico catalán se le ha terminado el crédito de los aficionados y una derrota ante un rival histórico como es el Sevilla tan solo haría explotar al feudo rojiblanco. El enfrentamiento no es el propicio, pero es lo que sucede si los deberes no se hacen a tiempo.
Hay quién aún mantiene su confianza en el de Hospitalet, o eso claman desde dentro del propio club. Por otro lado, la seguridad que los jugadores tengan en él se verá sobre el terreno de juego. De primeras, todos excepto Eteki están disponibles para el servicio. Las principales dudas estaban en Domingos, Gonalons y Maximiano, pero tras los últimos entrenamientos solo el zaguero se ha mantenido como incógnita.
Opciones hay, aunque no tantas como usó Diego en día o al menos Robert no ha querido probar en demasía. Aunque el entrenador rojiblanco tiene gusto por un estilo claro y definido, no le ha costado tomar decisiones para cambiar el sistema. Por norma general estos movimientos han salido bien, aunque luego siempre ha faltado un punto extra de concentración para cerrarlo todo de forma positiva.
Recuperar la solidez defensiva ha sido uno de los puntos más importantes para el Granada. Faltan ayudas en la segunda línea, sobre todo cuando el rival consigue llegar con el balón al final del terreno de juego. La ausencia de tensión en algunos balones divididos, pero sobre todo en los rechaces y en los marcajes al hombre, han costado muchos de los puntos que los rojiblancos han perdido en los último minutos.
Incluso con las llegadas de esas mejoras en la parcela defensiva al Granada aún le quedaría por delante un gran paso al otro lado del césped. No hay coordinación en el ataque, exceptuando alguna conexión exitosa entre Suárez y Bacca. Soro aportó un punto diferente ante el Celta, pero que igualmente fue insuficiente. Puertas no se encuentra cómodo desde el año pasado y los fogonazos de Machís parecen cosa de otra vida.
Zozobra. Esa es la palabra que puede definir lo que a Robert le está sucediendo con este Granada. La situación le ha venido grande y el barco está haciendo aguas. Con unos jugadores que, aunque lo intentan con empeño, no consiguen jugar a lo que quiere su técnico y con una afición que se ha quemado en el primer mes de competición, Robert Moreno se encuentra ante el que puede ser su adiós...
O su nueva oportunidad. El parón de selecciones que llega puede ser un momento ideal para que un técnico nuevo tome las riendas del equipo con tiempo para implantar un cambio de rumbo. Sin embargo, una victoria también le daría el margen necesario para intentar cimentar su crecimiento en las próximas semanas. Los resultados empiezan a apretar por abajo y no se puede perder el tren de la salvación. Los aficionados, siempre soberanos, estarán ahí para recibir al equipo y Robert forma parte de él.