Un Granada CF necesitado pone pausa a la fiesta del baloncesto
El conjunto rojiblanco recibe en casa al Villarreal con la obligación de sacar puntos para poder alejarse del descenso lo antes posible
Jero Camero
Granada se toma este sábado un respiro de dos horas en mitad de la vorágine que está suponiendo en la ciudad la celebración de la Copa del Rey de Baloncesto. El equipo vecino del Covirán Granada hará acto de aparición en el Nuevo Los Cármenes a las 14.00 horas para recibir al Villarreal.
El Granada CF necesitará del mismo apoyo que está recibiendo el deporte de la pelota naranja estos días. Los rojiblancos no pasan por un buen momento de forma, tras sumar cuatro derrotas de forma consecutiva y dos partidos más, antes de esos cuatro, en los que el resultado terminó en empate.
Robert Moreno no parece en encontrar, de momento, la solución a tamaño problema. Ni siquiera con los nuevos jugadores, que parecen que han desplazado del once a los más ilustres jugadores de las últimas tres campañas.
Los recién llegados han tenido mínimos destellos, pero no han conseguido hacer que el rumbo cambie. Los más curtidos en las batallas, en cambio, se han tenido que quedar en el banquillo y resignarse a ser los que revolucionan el encuentro. Hombres como Jorge Molina, Rochina o, el caso más sorprendente, Montoro han visto muy reducidos sus minutos.
Hay dos elementos clave en la actual situación del Granada CF. La falta de gol va en primer lugar. Los mismo partidos que los rojiblancos llevan sin ganar son los que lleva sin ver puerta. El club ha hecho una firme apuesta por la renovación de la delantera, pero son en su mayoría jugadores jóvenes y que necesitan adaptarse a una Liga nueva, sobre todo Arezo y Uzuni.
El segundo de los puntos a mejorar es, por supuesto, la defensa. Los hombres de Robert han perdido la solidez una vez más, un elemento que penaliza el doble si luego no se acierta en la portería rival. Domingos Duarte sigue sin estar a su mejor nivel y el equipo tan solo tiene tres centrales puros, que son sostenidos por la figura del joven Torrente.
El partido ha sido calificado por el propio club como una final más, aunque Robert Moreno en la rueda de prensa ha dicho todo lo contrario. El entrenador quiere quitar presión a los suyos, pero es en estas semanas cuando se verá el estado anímico real de la plantilla y cómo le ha sentado a los más veteranos su suplencia en los últimos partidos.
Si ante el Villarreal no es una final para Robert, en caso de no sacar ningún punto frente a los amarillos, lo será ante el Cádiz. De momento, club y entrenador piden el máximo apoyo para este sábado con una victoria que supondría dar un gran paso para alejarse del descenso.
