Reencuentros y oportunidades para el Granada en Cornellá

Es tiempo de reencuentros una jornada más. El pasado lunes el Granada volvía a verse las caras con Roberto Soldado y este sábado vuelven dos caras reconocibles para el aficionado granadinista. Yangel Herrera y Álvaro Vadillo se interponen en el camino de unos rojiblancos que quieren seguir creciendo tras sumar ocho puntos de los últimos doce posibles.

La dinámica del Espanyol, en cambio, ha ido a la baja en los últimos partidos. Pero no ha lugar a confiarse, ya que en la última derrota ante el Getafe el cuadro perico tuvo varias bajas sensibles. El principal problema al que se enfrentará el Granada será el regreso de Raúl de Tomás, un delantero que en más de una ocasión le ha causado problemas a la zaga rojiblanca.

El ariete canterano del Real Madrid ha marcado ni más ni menos que la mitad de los goles del Espanyol de lo que llevamos de campaña. La defensa del Granada ha mejorado en los últimos encuentros, pero todavía no se han encontrado a un goleador tan en forma como 'RDT'. Víctor Díaz, una de las grandes sorpresas en el centro de la zaga, volverá a estar muy exigido ya forme de pareja con Germán o con Abram.

El agujero negro de los rojiblancos estará en el centro del campo. Durante toda la semana ha habido mucha incertidumbre sobre el estado de Luis Milla y no fue hasta el jueves cuando el equipo emitió el comunicado en el que quedaba totalmente descartado para el choque. Al Granada solo le quedan dos centrocampistas puros para el centro del campo, justo la cantidad que ha usado en los últimos partidos desde el cambio a al 4-4-2.

Todo parece indicar que Monchu y Montoro serán quienes formen en la medular. Es una nueva oportunidad para que el mallorquín se reivindique, esta vez sin los apoyos de Milla ni Gonalons. En cambio, en baile en la zona de ataque sigue estando muy abierto debido al buen rendimiento que están teniendo la mayoría de jugadores que ocupan el puesto.

Bacca y Machís parecen ser los que han perdido su hueco con el paso de los partidos. El colombiano sigue sin encontrar su ritmo y solo cuenta con breves destellos en minutos bastante grises. El venezolano, en cambio, renace cada vez que se va con su selección, pero sigue sin ser lo que busca Robert Moreno aunque en este duelo podría tener una nueva oportunidad para ayudar a frenar la ofensiva de un Aleix Vidal que siempre se suma al ataque.

Sin embargo ambos tendrán complicado volver al once. Luis Suárez se mantiene inamovible y es jugador que siempre se crece tras marcar. Ante el Levante cubrió esa ansiedad por el gol y ahora busca certificar su juego. Un estilo de fútbol, el del colombiano, que se ha visto muy beneficiado por el incremento de minutos de Rochina. Al Granada le faltaba un futbolista que fuera capaz de filtrar balones con más soltura. Lo que ofrecía Montoro, aunque realizó un trabajo aceptable, dejó de ser suficiente en esta campaña tras la pérdida de peso por las bandas.

En esa función en el tercio de ataque también han ayudado mucho Soro y Molina en los últimos partidos. El de Egea de los Caballeros tiene ganas de demostrar su verdadero nivel en esta Primera División. El curso pasado una lesión le frenó cuando estaba en el mejor momento del curso y busca encontrar de nuevo esa aprobación del técnico. Jorge Molina, en cambio, es apostar por la sabiduría de un jugador que ya conocer a todos los defensores de la Liga y que sabe explotar el más mínimo resquicio que ve.

Ha dicho Robert Moreno que el Granada necesita hacer un gran partido coral para poder hacerle frente al Espanyol y volver de Barcelona con algo positivo. Sin embargo, esa premisa vale para cualquier partido. En otros años los rojiblancos podían confiar en que alguna de las líneas no tuviera su día porque el resto siempre respondía.

Esta temporada sigue sin haber esa harmonía que tanta seguridad daba a los aficionados rojiblancos. Poco a poco se va recuperando esa sensación, pero las lagunas aún están ahí. El Espanyol no perdona y, tras perder ante el colista, seguro que quiere volver a la senda del triunfo y cortar de raíz el crecimiento de este Granada.