La soledad en el Sábado Santo es la de Santa María de la Alhambra

La Soledad a las Tres de la Tarde en el Campo del Príncipe, obra de Manuel González; la de San Jerónimo atribuida a Pedro de Mena y la de José de Mora en el Santo Sepulcro. El Viernes Santo de Granada lleva por nombre propio el de la Virgen de la Soledad, una representación mariana que, con la particularidad de cada imaginería, aparece hasta en cinco procesiones de la Semana Santa en la capital.

Y es que además del paso con el que se reza en la 'Hora Nona' de Granada, la Cofradía del Señor de la Humildad y la Soledad de Nuestra Señora y Dulce Nombre de Jesús saca a la calle otros dos cortejos durante la Semana de Pasión: la Cañilla el Martes Santo y los Facundillos el Domingo de Resurrección.

El Sábado Santo, sin embargo, la 'soledad' deja de ser un nombre propio para convertirse en sustantivo común, el de Santa María de la Alhambra, la única hermandad que esta jornada realiza su estación de penitencia por las calles de la capital. Y al igual que la oración a las tres en punto y el consiguiente besapiés son tradicionalmente una de las manifestaciones devocionales y populares más representativas de la Semana Santa de Granada, el desfile procesional de Nuestra Señora de las Angustias Coronada constituye también ya una de las imágenes más icónicas de la Pasión granadina, y señal inequívoca de que la recta final se acerca.

Pero antes del Domingo de Resurrección, los granadinos tienen una cita ineludible cargada de fervor al darse la circunstancia de estar reservada exclusivamente a la patrona de la ciudad, y sobre todo por el hecho de que ésta haga suyo el mayor símbolo que tiene la capital. Ni más ni menos que la Alhambra y su Iglesia de Santa María, que estarán engalanadas para la ocasión en otro día que se prevé absolutamente soleado y con predominio de temperaturas por encima de los 25 grados.

Horarios, recorrido e imaginería

En ese contexto, no serán pocos los que aprovechen el sábado para disfrutar de la gastronomía cofrade que estos días embriaga cada rincón de Granada, cuando no directamente de una buena cerveza y tapa, a mediodía para, acceder minutos antes de las 18:00 hasta el interior del conjunto monumental. Será a esa hora cuando las campanas repiquen y los 30 costaleros a las órdenes del capataz José Luis Pérez Raya hagan sonar la Marcha Real interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Despojado junto al blanco de la túnica y el azul celeste del capirote y la capa del cuerpo de nazarenos.

Eso en la cruz de guía. La Banda de la Virgen del Castillo de Lebrija, en Sevilla, será la encargada de acompañar a la imagen mariana, obra de Torcuato Ruiz del Peral (1750-1773). Del 20 de abril de 1928 es esta cofradía de un solo paso que tras cruzar las puertas del Vino y de la Justicia accederá al Paseo Central de Coches, Puerta de las Granadas, Cuesta de Gomérez, Plaza Nueva, Colcha, San Matías y Plaza Mariana Pineda antes de acceder a la carrera oficial instalada en Ángel Ganivet.

A la tribuna debe llegar a eso de las 21:00 horas para, a continuación, bajar Recogidas hasta Alhóndiga a través de Puerta Real. Por la calle Jáudenes entrará en Marqués de Gerona y desde ahí se presentará ante otro edificio majestuoso menos de cuatro horas después de haber salido de la Alhambra. En este caso lo hará frente a la Catedral (21:55), que debe abandonar de acuerdo al horario oficial sobre las 22:40 por la Puerta del Perdón.

El regreso al recinto amurallado se iniciará en Gran Vía, girando en Colón hacia Reyes Católicos, Plaza Nueva y la Cuesta de Gomérez, donde comienza el particular 'Tourmalet' de vuelta. Fervor, devoción y una mezcla de esfuerzo y sufrimiento ayudarán a la moral de los 30 costaleros para remontar la Cuesta de Gomérez en el camino inverso. Otra vez la Puerta de las Granadas y el Paseo Central de Coches precederán la entrada por la Puerta de la Justicia y la del Vino, en uno de los tramos más duros de la Semana Santa granadina, hasta el Real de la Alhambra, donde bajo la luz tenue de la medianoche, y en una estampa que ninguna otra ciudad del mundo puede ofrecer, se encerrará, no sin dificultades por la dimensión de la cruz y de la puerta de Santa María de la Alhambra, en el mismo corazón de la fortaleza nazarí.

Unas andas procesionales sin paragón

Pocas cosas impresionan más del paso de la Alhambra que su suntuoso trono plateado que representa el Patio de los Leones de la Alhambra. Una obra de orfebrería de incalculable valor obra del granadino Indalecio Ventura López, a quien estas andas procesionales le fueron encargadas en septiembre de 1929 y estrenadas en su primera fase en 1931. Un año tan granadino como el del nacimiento del Granada CF. Por aquellos entonces, la Alhambra procesionaba en Jueves Santo, que en aquella ocasión cayó en 2 de abril. Solo cuatro días más tarde, el lunes 6, se fundaría el histórico club rojiblanco que hace pocos días ha cumplido 92 años.

Pero volviendo a lo meramente cofrade, y tal y como recoge la propia hermandad en su web oficial, es preciso puntualizar que la citada pieza fue concebida inicialmente como una canastilla de orfebrería plateada para ser portada sobre dos trabajaderas exteriores. Su diseño se inspira en la galería del Patio de los Leones de la Alhambra, contando con 136 columnas que sujetan las arcadas, todo ello labrado minuciosamente en todas sus caras. Sobre sus esquinas achaflanadas se sitúan cuatro pabellones que rompen la monotonía del conjunto. En los interiores de la canastilla aparecen seis cartelas con escenas pasionistas y cuatro escudos, labrados por el escultor José Simón. En las esquinas cuatro faroles hexagonales de estilo nazarí dan luz a la imagen.

Las andas se restauraron por primera vez en 1952 por José Navas Parejo. En 1958 se añadieron otras dos trabajaderas exteriores que se decoraron con cabezas de leones a imitación de los de la fuente homónima realizadas por Antonio Vílchez. En 1988 se restauró nuevamente por la Orfebrería Viuda de Villarreal. Y en 1998 se incorporó un relicario a modo de pabellón hexagonal escoltado por dos ángeles corpóreos, en cuyo interior se conserva la reliquia de San Juan de Dios, concedida por la Orden Hospitalaria.

En 2004 se incorporaron la peana y el moldurón inferior de la canastilla, siguiendo las líneas y ornamentación de esta. Trabajos realizados por el Taller de Orfebrería de Viuda de Villarreal, que nuevamente procedió a la restauración del conjunto. En 2012 se aprobó la remodelación del paso, suprimiéndose las trabajaderas exteriores y pasando a ser portado a costal. Se completará con respiraderos, maniguetas y faldones según el completo y complejo diseño del granadino Álvaro Abril Vela, que sigue los modelos ornamentales y arquitectónicos del arte nazarí que hacen de este paso un conjunto único en la Semana Santa granadina y andaluza. En 2018 comenzaron los trabajos del mismo por el taller de bordado del granadino Jesús Arco, estando en proceso de ejecución en la actualidad.