Apagar el fuego taronja con el impulso de una recuperación consumada

Los rojinegros viajan a Valencia sin Lluís Costa por sanción y con la esperanza de mantener las buenas sensaciones cosechadas tras la victoria en el Palacio

Coviran Granada Valencia Basket
Christian Díaz durante el partido en el Palacio contra Valencia Basket | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
0

El Covirán Granada visita el Palacio con ilusión y dudas. Por un lado, los rojinegros llegan a esta nueva jornada de la Liga Endesa con la moral por las nubes tras su gran triunfo del pasado fin de semana ante Gran Canaria. Una victoria que el equipo necesitaba desde hace tiempo, no solo por seguir distanciándose de la zona de descenso, sino por cosecharla ante un rival de gran nivel, recordándoles así que hay que volver a competir sin ningún tipo de complejos.

Por otro lado, la ausencia de Lluís Costa ha supuesto un duro mazazo para un conjunto granadino que debe visitar sin un de sus referentes uno de los pabellones más complicados de la competición. El base catalán no podrá disputar el duelo ante los taronjas por una sanción de dos partidos a causa de su encontronazo con Dani Díez en el encuentro ante Baskonia. Una repercusión que Pablo Pin consideró desmedida y por la que el club sigue trabajando para evitar que Costa también se pierda el choque de la próxima semana ante UCAM Murcia.

Al ser una baja por una medida disciplinaria, el reglamento impide que el base rojinegro sea dado de baja para este domingo y pueda entrar otro jugador en su lugar, por lo que Pin deberá medirse a todo un Valencia Basket con un jugador menos en su rotación sí o sí.

Ante la ausencia de Costa, el peso del equipo recae sobre los hombros de Christian Díaz y Alex Renfroe. El canario y el estadounidense deberán asumir la dirección del juego durante los cuarenta minutos, siendo probablemente Renfroe el que más minutos cargue sobre sus piernas como ya pasó precisamente ante Baskonia por la expulsión de Lluís Costa.

Con estas premisas deberá enfrentarse Covirán Granada a un Valencia Basket en racha en la ACB. Los taronja no pierden en su templo desde noviembre, encadenando además tres victorias consecutivas en la competición doméstica ante Gran Canaria Tenerife y Girona. El plantel dirigido por Álex Mumbrú vive un momento incierto en su temporada. En la Liga Endesa gozan de un balance positivo que los coloca en octava posición y se presentan como uno de los cocos de la competición. Eso sí, sus últimos triunfos han sido por la mínima, por lo que tampoco se pueden permitir un solo descuido. Sin embargo, las sensaciones no son tan positivas en la competición europea. La victoria del pasado jueves ante Fenerbache en la Euroliga los mantiene vivos en la pelea por entrar en los Playoffs, pero las cuatro anteriores derrotas consecutivas han dejado una especie de runrún en el conjunto valenciano que afronta con algunas dudas lo que resta de temporada. A esto hay que sumar el "caso Prepelic".

Son muchos los factores que pueden desestabilizar a Valencia Basket este domingo, aunque son otros tantos los que los colocan como posibles, casi claros, vencedores del duelo ante Covirán Granada. Solo hay que mirar su plantilla. Chris Jones y Jonah
Radebaugh, en la dirección, a los que se suma un recién recuperado Hermansson y el ahora no tan protagonista Shannon Evans. Por no hablar de su juego interior copado por juagdores de la talla de James Webb III que dio la última victoria en Euroliga, Bojan Dubljevic y Jasiel Rivero.

Dar la sorpresa en tierras valencianas es poco probable, aunque también lo era contra Gran Canaria la semana anterior. Vencer a Valencia Basket no solo supondría confirmar aun más que el Covirán Granada ha recuperado su juego, su esencia y su garra, sino que significaría un paso de gigante de cara a la salvación y un balón de oxígeno importantísimo mirando las siguientes semanas del calendario liguero. Ganar este domingo daría alas a un conjunto rojinegro que se ha vuelto a hacer fuerte en casa y que recibirá a UCAM la próxima semana, aumentando la probabilidad de victoria. A partir de abril, Madrid, Unicaja, Barcelona... los grandes vuelven, pero con dos victorias más en el bolsillo esos enfrentamientos no dolerán tanto. Es el momento de dar la sorpresa de la temporada.