Prisión para el supuesto autor de una agresión sexual en pleno centro de Granada

El suceso se produjo en la calle Cruz y la mujer tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario

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La supuesta agresión sexual se produjo en el barrio de la Magdalena, en pleno centro de Granada | Foto: Joshua Jones
Europa Press
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La Autoridad Judicial ha decretado prisión preventiva sobre el supuesto autor de la agresión sexual a una mujer de 39 años que habría tenido lugar a primera hora de la mañana del pasado martes en el centro de Granada.

Así lo han indicado a Europa Press fuentes de la Policía Nacional, que han señalado que el varón, que fue detenido este viernes y pasó a disposición judicial en la mañana del sábado, se le investiga por la comisión de un delito de agresión sexual, en el marco de unas pesquisas sobre las que se ha declarado el secreto de sumario.

La mujer tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario para ser atendida de las heridas que había sufrido. La Policía Local de Granada señaló en una nota de prensa que, sobre las 7,40 del pasado martes, el teléfono del servicio coordinador de Emergencias 112 Andalucía recibió una llamada en que se informaba de que, en un inmueble de la calle Cruz, se había producido un robo con violencia.

Personada una patrulla de Policía Local a la mayor brevedad, contactó con una testigo de los hechos que manifestó que, momentos antes, se había cruzado en el rellano del portal con un varón de unos 30 años, "vestido de negro y al parecer extranjero y que, casi en ese mismo instante, escuchó unos gritos pidiendo auxilio".

Al llegar al lugar de donde procedían los gritos, pudo ver a una mujer "en un estado muy nervioso, sangrando por la boca y doliéndose de un golpe recibido en la cabeza". Los agentes preguntaron a la víctima sobre lo sucedido y esta informó, "un poco aturdida, que le habían golpeado y sustraído el teléfono móvil en la entrada del edificio".

Tras una primera inspección ocular, observaron, en el suelo de la entreplanta inferior a donde se encontraba la víctima, restos de sangre y un vaso", por lo que le preguntaron por qué se encontraba aquello allí y refirió que había sido conducida "por la fuerza hasta ese lugar y allí mismo" había sido "agredida".

Al ponerse la mujer en pie, los agentes observaron indicios de una posible agresión sexual, aumentando estas sospechas cuando, tras la exploración del equipo médico solicitado para su atención, se dictaminó unas lesiones "compatibles con un acto de dichas características".