Problemas para tomar decisiones pueden contribuir a los síntomas motores del Parkinson
Cuando la información sensorial es fuerte, en este caso, los enfermos de Parkinson son capaces de tomar decisiones
Investigadores de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, han descubierto que las personas con enfermedad de Parkinson tienen un tipo de problemas para tomar decisiones que puede ser un importante contribuyente a los problemas de movimiento que caracterizan a la patología.
El hallazgo, del que se informa en un artículo que se publica este jueves en 'Current Biology', sugiere que los factores neurológicos subyacentes al Parkinson, que en la actualidad afecta a casi 1 millón de personas en Estados Unidos, pueden ser más compleja de lo que comúnmente se cree. El estudio podría allanar el camino para desarrollar estrategias de detección temprana del Parkinson.
El equipo encontró que, en comparación con los individuos sanos, las personas con las primeras etapas de Parkinson tienen dificultades con la toma de decisiones perceptivas sólo cuando la información sensorial delante de ellos es lo suficientemente débil de forma que deben basarse en experiencias anteriores. Cuando la información sensorial es fuerte, los enfermos de Parkinson son capaces de tomar decisiones, igual que los individuos sanos.
El hallazgo podría ayudar a explicar un fenómeno bien conocido asociado con la enfermedad de Parkinson, llamado movimiento paradójico, en el que las personas con la enfermedad --a menudo incluso mientras están medicados con dopamina-- tienen dificultades para iniciar la marcha. Por lo general, estas personas tienen un caminar arrastrando los pies y con una postura encorvada, pero cuando son asistidas por una fuerte información sensorial, como líneas horizontales trazadas en el suelo para que den un paso más, su caminar y la marcha mejoran significativamente.
"Esto nos dice que el problema de las personas con enfermedad de Parkinson no es caminar por sí mismas, sino más bien generar la forma de andar sin la ayuda de información sensorial", detalla la autora principal del estudio, Michele Basso, profesora en el Instituto Semel para la Neurociencia y el Comportamiento Humano de UCLA y el Departamento de Neurobiología en la Escuela David Geffen de Medicina en UCLA y directora del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva Fuster en el Instituto Semel.
"Los pacientes con Parkinson en nuestro estudio se vieron disminuidos sólo cuando tenían que confiar en la información de los recuerdos para guiar sus acciones. Creemos que este problema fundamental de la toma de decisiones en ausencia de información sensorial suficiente puede ser lo que está subyacente en algunos de los síntomas de movimientos del trastorno", añade.
En la toma de decisiones perceptivas, los usuarios integran la información de la memoria con la información sensorial delante de ellos. Por ejemplo, cuando están pensando en cruzar una calle cuando un coche se dirige hacia ellos desde la distancia, utilizan la experiencia pasada para ayudarse a determinar si tienen el tiempo suficiente para cruzar con seguridad. A veces la información actual es tan clara que depender de las experiencias anteriores no es necesario, pero cuando esa información actual es ambigua, se hace más importante hacer uso de los recuerdos.
EL PARKINSON, UNA ENFERMEDAD MULTISISTÉMICA
Sobre la base de casi dos décadas de hallazgos de Basso y otros investigadores sobre las bases neurofisiológicas de la toma de decisiones en monos, el equipo de la UCLA realizó experimentos de toma de decisiones con una docena de pacientes con enfermedad de Parkinson de estadio temprano y un grupo de comparación de individuos sanos.
La tarea implicó tomar decisiones acerca de información visual que era más o menos ambigua, lo que requería que los participantes buscaran en la memoria experiencias anteriores similares. En esos casos, los pacientes con enfermedad de Parkinson presentaban problemas para integrar la información de la memoria y la toma de una decisión, incluso cuando fueron instruidos verbalmente por el equipo de investigación.
Este descubrimiento se suma a un creciente cuerpo de evidencia que está empezando a redefinir cómo los investigadores ven el Parkinson, una enfermedad que no tiene cura y que la medicación o la cirugía pueden aliviar los síntomas hasta cierto punto. "La enfermedad de Parkinson ha sido vista como puramente un problema motor, limitada sobre todo a una sección del cerebro llamada ganglios basales y la dopamina, un neurotransmisor que no se produce en niveles suficientes", señala Basso.
Pero esta experta señala que los pacientes en el estudio de UCLA estaban en las primeras etapas de la enfermedad y con medicación para normalizar la producción de dopamina. Por otra parte, los resultados preliminares del grupo de Basso muestran que el deterioro en la toma de decisiones relacionada con la memoria parece no estar afectada por la medicación en pacientes en etapa temprana con Parkinson.
"El campo se está dando cuenta de que la enfermedad de Parkinson es una patología multisistémica que probablemente involucra muchas áreas del cerebro y los sistemas de neurotransmisores --afirma Basso--. Nuestro hallazgo sugiere que la disfunción que hemos descubierto en realidad puede no estar relacionada con la dopamina. Los nuevos esfuerzos nuestros y de otros están orientados a descubrir qué otras áreas del cerebro y neurotransmisores están implicados y cómo".
Dado que todos los pacientes en el estudio de UCLA se encontraban en la etapa temprana de la enfermedad, pero mostraban disfunción en la toma de decisiones, Basso y sus colegas también esperan identificar un marcador biológico para la enfermedad en estadio temprano de Parkinson. La detección y el tratamiento de la enfermedad con anterioridad sería una estrategia importante, dado que en el momento en el que los pacientes comienzan a expresar los síntomas motores, ya hay una cantidad significativa de daño en el cerebro.
Los próximos pasos para el equipo de UCLA son llevar a cabo experimentos de imagen, tanto en personas sanas como en pacientes con enfermedad de Parkinson para determinar los factores neurológicos implicados en la disfunción de toma de decisiones.