Granada afronta una semana clave con el fantasma de las nuevas restricciones en el horizonte
La provincia es la única de Andalucía con todos sus municipios en nivel de alerta 4, mientras que la capital se acerca a la 'tasa 500'
La histórica división de la dos Andalucías -la Alta y la Baja, o la Oriental y la Occidental- podría perfectamente explicarse en base a la gama cromática que desde el pasado jueves 15 de abril 'decora' con mal gusto la web 'Mapa Covid', que la Junta habilitó para que los andaluces sepan en cada momento en qué nivel de alerta se encuentra su municipio y qué restricciones eso implica.
Un vistazo rápido al mapa de la comunidad permite extraer dos lecturas claras. La primera, que las provincias de Sevilla, Córdoba, Cádiz, Huelva y Málaga están mejor que Jaén, Almería y Granada. Y la segunda, que esta última es, con diferencia, la más castigada por la cuarta ola del coronavirus.
No en vano, es la única que tiene todos sus municipios en nivel de alerta 4. Doce de ellos, además, se encuentran en grado 2, el que implica mayores restricciones. Sin ir más lejos, Málaga está íntegramente coloreada de amarillo (nivel 2) excepto en la localidad de Almargen, cuyos preocupantes indicadores han obligado a Salud a cerrarla perimetralmente con un nivel 4 grado 2 como los pueblos anteriormente referidos.
Así, Granada encara una semana clave que determinará su evolución a nivel de contagios, hospitalizaciones y, por desgracia, también de futuros fallecimientos. La provincia es la única de Andalucía con una tasa de incidencia por encima de 400. Idéntico caso al de la capital entre sus homólogas y también contando otras ciudades como Marbella, Dos Hermanas, Jerez de la Frontera o Algeciras que, sin ser capitales de sus respectivas demarcaciones, cuentan con más de 100.000 habitantes.
El arranque de la semana será clave
Ante este panorama, y a menos que la situación dé un giro de 180 grados tan virulento como improbable, es de esperar que las nuevas reuniones fijadas para el miércoles y el jueves por el Comité de Expertos de la Junta y el Territorial de Alertas, respectivamente, traigan consigo aún más restricciones.
De entrada, la evolución de los contagios permite presagiar un más que probable cierre perimetral de la ciudad, una medida que se adopta cuando un municipio supera la llamada 'tasa 500'. La actualización de contagios tras el apagón de este fin de semana, y los nuevos que puedan producirse de aquí al miércoles, acercarán o alejarán de ese escenario a la capital; si bien la evolución no invita precisamente al optimismo.
Por otro lado, está el horizonte del 9 de mayo. El Gobierno central no sólo ha expresado, sino que también ha reiterado, su voluntad de poner fin a este segundo estado de alarma. Aunque desde Moncloa insisten en que las comunidades podrán articular mecanismos legales para limitar la libre circulación de personas, destacados juristas consideran que eso no es posible. Y lo que es peor, la Junta de Andalucía, en boca del propio presidente Juanma Moreno, también considera que estará atada de pies y mano si se abre esa veda.
Por eso, no sería de extrañar que desde San Telmo se optara por un último esfuerzo restrictivo de aquí a entonces para minimizar al máximo la expansión del Covid antes de un posible nuevo escenario sin restricciones. La administración autonómica quiere evitar a toda costa una quinta ola y, de esa forma, salvar el verano, algo que consideran que es posible si se conjuga el acierto en las medidas con un rápido avance en el ritmo de vacunación que, dicho sea de paso, no parece fácil; aunque aquí el Gobierno andaluz también mira a Madrid.