El proyecto del Paseo de Romayla se expone en el Ayuntamiento mientras avanza su tramitación

La recuperación del Paseo Romayla, impulsada por el Ayuntamiento de Granada y el Patronato de la Alhambra y Generalife, estará expuesto durante el mes de abril en el patio del Ayuntamiento, tras ser revisado por parte del área de arquitectura municipal, y mientras prosigue su tramitación administrativa.

En concreto, la revisión municipal se ha centrado en la intervención de preservación paisajística prevista en la acequia de Romayla, a los pies de la Alhambra, también conocida como de Santa Ana, que permitirá a "la ciudad disponer de un paseo lineal en una joya arquitectónica, patrimonial y cultural única en el mundo, situada al margen izquierda del río Darro".

Así lo ha manifestado este martes el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, durante el acto de inauguración de la muestra celebrado en el patio del Ayuntamiento de Granada, donde ha estado acompañado por la concejal de Cultura y Patrimonio, María de Leyva; el delegado de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en la provincia, Antonio Granados, y la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz.

El anteproyecto, en el que el Ayuntamiento de Granada ha informado en una nota de prensa ha incorporado las "aportaciones y sugerencias" de Icomos-España, podrá ser conocido por la ciudadanía y colectivos sociales y culturales desde este martes y hasta el próximo día 30 de abril en el patio del Ayuntamiento, donde se ha dispuesto una muestra con la que se cumplimenta la fase de información y exposición pública requerido por la normativa urbanística.

Se trata, en palabras del regidor, de una primera fase del proyecto de recuperación de la acequia de Romayla, que afecta a 7.300 metros cuadrados situados a los pies de la Alhambra, donde históricamente "se encontraban espacios dedicados a la industria artesanal de nuestra tierra y de disfrute y tránsito de la ciudad", y que va a permitir recuperar "un paseo lineal que discurre entre la iglesia de Santa Ana y la Cuesta de los Chinos".

El proyecto se enmarca dentro del convenio de colaboración suscrito por el Ayuntamiento de Granada y el Patronato de la Alhambra y el Generalife en 2017, dentro del "compromiso y la alianza conjunta en defensa del patrimonio y la identidad de nuestra ciudad", en palabras de Francisco Cuenca, quien ha explicado que "cuenta con resolución favorable de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía desde noviembre de 2019, que sólo realizó una reserva puntual concerniente a la intervención arqueológica, que ya ha sido tenida en cuenta".

Tras animar a la ciudadanía a participar del procedimiento de exposición pública de un proyecto del que ha vuelto a reiterar que "tiene que ver con las señas de identidad, conformación y configuración de nuestra ciudad", Cuenca ha mostrado su apuesta por, "dada la gran sensibilidad del proyecto con las características del entorno, someter a debate, reflexión y participación, desde el punto de vista técnico y también social ".

Cuenca, quien ha adelantado que la adjudicación de la redacción del proyecto de adaptación del Paseo de Romayla se llevará a cabo "en los próximos días" por un importe de unos 260.000 euros, ha aclarado que la revisión presentada incide "aún más si cabe en el proyecto paisajístico y en la preservación del espacio cultural por lo que se atienden con especial atención aspectos relacionados con la accesibilidad e iluminación dada la singularidad y particularidad del propio entorno".

Evaluación del impacto patrimonial

Rocío Díaz, ha resaltado que este "proyecto de ciudad" en el que ha resaltado la inversión de 1,8 millones de euros por el organismo que dirige, necesita del informe de evaluación de impacto patrimonial del Patronato de la Alhambra y Generalife que requiere la Unesco, y ha invitado a la ciudadanía a "conocer, participar y revisar" en una iniciativa, que permitirá recuperar uno de los "espacios más identitarios" de Granada.

Por su parte, Antonio Granados ha incidido en el trabajo que ha de desempeñar como supervisor último la comisión provincial de patrimonio, en un "proyecto no exento de polémica", que contará en todo momento con la debida "cautela arqueológica" y en el que será esencial la accesibilidad.