"Psicológicamente estamos tocadísimos, pero nos apoyamos para seguir adelante"

Miriam Moreno, enfermera de planta Covid en el PTS, habla sobre el desgaste mental que provoca el Covid-19 en los profesionales sanitarios

Miriam Moreno enfermera PTS
Miriam Moreno junto a tres enfermeros compañeros | Miriam Moreno
Sergio Rodríguez Acosta
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“Dicen que estamos en la tercera ola, pero nosotros tenemos todavía pacientes ingresados de la segunda”. Miriam Moreno es enfermera en la planta Covid 2-2 del PTS, donde entró a trabajar el 12 de marzo de 2020 para hacer frente a algo que ha cambiado la vida del planeta. Apenas 10 meses después afirma sin problema que es otra persona distinta. Hablamos con esta chica de 27 años sobre el estado psicológico de nuestros sanitarios y otros temas relacionados con el coronavirus.

“Psicológicamente estamos tocadísimos. En la primera ola nos armamos como un equipo, en la segunda se contagiaron muchos compañeros y vimos barbaridades”, relata Miriam. Esta enfermera no considera que la segunda ola de la pandemia esté superada, pues ella sigue atendiendo a pacientes ingresados que llevan ingresados muchas semanas a causa del virus. “Hay momentos en los que colapsas y tienes que protegerte. Aquí somos como una familia y nos apoyamos para seguir adelante”, apostilla.

Preguntada por las “barbaridades” vistas Miriam es clara: en la segunda ola hubo un número altísimo de ingresos y eso provocó decisiones como tener que convertir una habitación individual en doble o ver como personas de 70 años no podían tener acceso a una cama de UCI. “Me veo como una persona distinta”, explica esta sanitaria a la que se le han hecho largos los últimos 10 meses. La granadina explica que cuando se habla de la capacidad de las UCI no se tiene en cuenta que las camas de estas se han aumentado por el Covid-19.

La joven aclara que también ha habido momentos buenos, como las salidas de pacientes de la UCI que ganan la batalla de la vida. “Aunque yo tengo miedo voy a tratar a mis pacientes igual. Lo malo te lo quedas dentro del epi”, detalla Miriam, cuya vocación la lleva a apoyar lo máximo posible a personas que en algunos casos llevan meses sin ver a sus familiares.

Medidas y conciencia social

Con nuevos paquetes de medidas recientemente puestos en marcha, la enfermera admite que “es verdad que cuando entran medidas nosotros respiramos un poco”. “No haría falta ese tipo de medidas si la gente supiera comportarse”, manifiesta Miriam, que pide volver al sentimiento de la primera ola, cuando existía una mayor conciencia social y respeto hacia el virus. “No hay que estar obsesionados, basta con ser responsables y cumplir las normas”, apunta.

La miembro de la planta 2-2 del PTS explica que los propios sanitarios ven a diario el comportamiento de algunas personas, las que acostumbran a protagonizar imágenes impropias de un mundo asolado por una pandemia. “Las medidas son parte de cada uno”, recuerda.

Miriam cierra su última intervención en la conversación con un agradecimiento a sus compañeros de planta, a los que no se cansa de llamar “familia”. El calor y la vocación de nuestros sanitarios es un motivo más para cumplir las medidas, pues los que velan por todos también merecen ser cuidados.