El PSOE denuncia "recortes" en los autobuses municipales con "retirada" de vehículos articulados
Los socialistas alertan que la reducción en la conexión con Cenes de la Vega está provocando que los pasajeros se queden en tierra ante la demanda
Gabinete
El grupo socialista en el Ayuntamiento de Granada ha denunciado los "recortes" del PP en el servicio de autobuses, que ha visto, según ha destacado, "cómo, 14 meses después de la llegada al gobierno" de la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, al cargo, "las frecuencias diarias de las principales líneas se han reducido notablemente, al tiempo que se han retirado los vehículos articulados de líneas con gran demanda como la 33", generando "molestias, incomodidades y una merma en la calidad que se ofrece a los viajeros".
En una nota de prensa, la concejal socialista Raquel Ruz se ha referido a la "desaparición" de los vehículos articulados en la línea 33, "una decisión unilateral de Carazo que deja desmantelada una de las cabeceras con más usuarios del sistema de transporte público de la capital ya que conecta además el centro con Cenes de la Vega".
"Es incomprensible e injustificable que el gobierno del PP modifique los vehículos que dan cobertura a las líneas más utilizadas por los granadinos y granadinas con el único objetivo entendemos que de recortar gastos", ha condenado la edil, quien ha aseverado "el bajón que en menos de 14 meses ha dado el servicio de autobuses de la capital con supresión de líneas, recorte de los trazados, de la frecuencia y de los propios vehículos".
Ruz se ha hecho eco además del malestar que ha indicado que está generando que la frecuencia en el paso de los vehículos se haya "mermado" este verano, "con tiempos de espera que han pasado de los cinco minutos a los veinte, o incluso más, como es el caso de la línea 4".
Al respecto, la concejal socialista ha indicado a Carazo que "hay muchos granadinos y granadinas que no pueden permitirse tener vacaciones en agosto y que dependen del transporte público". Por desgracia, ha agregado, la alcaldesa "sólo piensa en los recortes de los servicios públicos y no en cómo estos afectan a los ciudadanos que se ven obligados a quedarse en verano en la capital".
