PSOE y Sumar encaminan el nuevo Gobierno con el acuerdo de reducir la jornada laboral

PSOE y Sumar han acercado posturas sobre la jornada laboral, el principal escollo que mantenían hasta el momento para un acuerdo de Gobierno que ahora se percibe muy próximo, según fuentes de la negociación. De hecho, se muestran optimistas de que este martes sea una jornada decisiva y pueda fraguarse dicho pacto, al igual que apuntan fuentes socialistas, que no tienen dudas de que se consumará el martes.

Eso sí, indican que pese a esos progresos en la reducción de jornada, que es una exigencia fundamental de Sumar, algunos sectores implicados en la negociación recetan prudencia y dicen que a estas horas no hay un acuerdo cerrado y las conversaciones para rematarlo deben culminar.

En las respectivas formaciones que lideran Pedro Sánchez y Yolanda Díaz los contactos se han intensificado ya desde el fin de semana y han proseguido este pasado lunes, también al máximo nivel. De hecho, ambos líderes han mantenido una reunión este lunes por la mañana para dar espaldarazo a la negociación.

Precisamente Díaz ha cancelado una sesión que tenía programada para este lunes por videoconferencia con la secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Julie Sue, justo cuando se intensificaba la negociación con el PSOE, para cerrar el acuerdo que acordaron tener antes de la jura de la Princesa Leonor el 31 de octubre.

Así, la metodología de trabajo deja el aspecto técnico a los equipos negociadores de PSOE y sumar, comandados por la ministra María Jesús Montero y Nacho Álvarez, mientras que Sánchez y Díaz intervendrían para desatacar los aspectos más encallados. Sánchez y Díaz ya se reunieron en el Congreso de los Diputados el pasado 4 de octubre y se comprometieron entonces a que el pacto estuviera a lo largo de este mes.

Desde las elecciones generales del pasado 23 de julio, ambas formaciones han mostrado su intención de reeditar el Gobierno de coalición si bien la propuesta de Sumar pasa por por descender la jornada laboral a las 37,5 horas en 2024, equiparando así al sector privado y público, e ir reduciendo progresivamente hasta un umbral de 35 o 32 horas semanales, algo que ha condicionado el acuerdo hasta el último minuto, ya que los socialistas pretenden que se enmarque en el marco del diálogo social. A la reducción de la jornada laboral se añade el desarrollo de un impuesto a la banca y el encarecimiento del despido.