Puertas mantiene al Granada CF en ascenso directo (1-0)
Un tanto del almeriense a los cuatro minutos de partido ha permitido a los rojiblancos imponerse a un Málaga CF inofensivo
Hubo globos, bufandas, tifo y buen ambiente. Tampoco faltó la lluvia, ni algún que otro susto, pero en esta ocasión, el cumpleaños acabó bien. El maltratado y octogenario corazón rojiblanco pudo latir de forma armoniosa al final del choque, tal vez viendo más cerca el retorno a Primera División. Puertas, el niño bonito de la grada, abrió el marcador cuando aún se comentaba su titularidad, y el Granada CF no necesito más para imponerse a un Málaga CF inofensivo y conservar, una jornada más, su plaza de ascenso directo.
Los paraguas no tardaron en abrirse. La lluvia, convertida en granizo durante un corto periodo de la tarde, hizo acto de presencia antes incluso de que el balón echase a rodar, y el oscuro gris del cielo no auguraba una mejoría de las condiciones climáticas. Pero la sufrida afición rojiblanca no entiende de obstáculos. Se vistió de gala para la gran cita, colgó el cartel de ‘no hay billetes’ en las taquillas y acudió a los aledaños del estadio para recibir a su equipo y fantasear, de paso, con cómo quedará la calle tras la gran remodelación propuesta esta semana.
Diego Martínez recuperó su defensa predilecta, con Víctor Díaz y Quini en los flancos, Martínez en la cobertura y Germán como comandante. El central gaditano regresaba tras su sanción para liderar al equipo desde atrás, mientras que Montoro, cuidado con mimo durante toda la semana, volvió a formar pareja con San Emeterio en la medular. La sorpresa, por la costumbre, que no por rendimiento, apareció en el extremo izquierdo. La persistencia goleadora de Antonio Puertas fue premiada con la titularidad, lo que dejó a Vadillo en el banco por primera vez en lo que va de temporada.
Y solo necesito cuatro minutos el almeriense para agradecer el regalo del técnico vigués. Cuando aún se asentaban los dos conjuntos sobre el terreno de juego, la cabeza de Antonio Puertas apareció en el segundo palo, por delante de Ricca, para mandar al fondo de la red un envío teledirigido de Fede Vico, que cayó al flanco izquierdo para la ocasión, y silenciar al Fondo Norte, teñido por completo de blanquiazul.
El décimo gol del máximo artillero granadino desencadenó el éxtasis en la grada, que pudo ver cómo su equipo había saltado al campo armado hasta los dientes, con inquina, dispuesto a dejar en la cuneta a su vecino. Quini pudo aprovechar el aturdimiento visitante para ampliar la ventaja, pero no impactó como debiera un magnífico centro desde la divisoria de Víctor Díaz.
La euforia se fue disipando progresivamente, a la par que el conjunto malacitano se desperezaba. Con paciencia, los de Juan Ramón López Muñiz adoptaron una postura más proactiva en el choque, aunque en ningún momento supieron desarmar la férrea muralla rojiblanca. Ontiveros anduvo desaparecido e Iván Alejo, que había sido duda hasta última hora, perdía su particular duelo con Quini, lo que propició que los hombres de arriba no entrasen en juego y Rui Silva mantuviese intactas las palmas de sus guantes.
Los rojiblancos, por su parte, replegaron las alas. Aguardaron agazapados el fallo de su rival, que tarde o temprano iba a llegar. Montoro, que volvió a dar un recital en la medular, encontró el desajuste atrás en una vertiginosa triangulación con Víctor Díaz y Fede Vico una vez superada la media hora de juego. Observó la carrera al espacio de Adrián Ramos y se la mandó directamente al pecho. El cafetero pisó área y, sin pensarlo, conectó el disparo con su pierna izquierda, aunque este se fue al lateral de la red.
Para entonces, la tensión ya se había propagado sobre el césped y el excesivo reparto de cartulinas llevaba ya cuatro damnificados -fueron seis al descanso-. La circulación se enquistó en ambos bandos durante el último tramo del primer acto, pese a la cordura que aportaba Montoro, una tesitura en la que los nazaríes, respaldados por su ventaja, se encontraron cómodos.
La vuelta de los vestuarios fue agitada en las filas blanquiazules. Muñiz dio entrada a Seleznov y Mula por Alejo y Keidi Bare, respectivamente, con la intención de despertar una reacción en su equipo, aunque el plan se le fue al traste con la expulsión de N’Diaye, que vio su segunda amarilla por entrar a Fede San Emeterio con los tacos por delante.
Este nuevo escenario permitió ver a un Granada más desenfadado. Los de Diego Martínez, con mucha más calma que hasta entonces, pisaron campo rival para construir sus jugadas. Fede Vico se deslizaba a ambos flancos para permitir que los extremos ocupasen posiciones más centradas, y pudo incluso adornar su gran actuación saboreando el gol, pero una magnífica estirada de Munir lo evitó. Sí que llegó el segundo tanto de Puertas, a pase de Quini, aunque este fue anulado por fuera de juego.
Seleznov, Blanco Leschuk y Ricca trataron de equilibrar el electrónico de cabeza, pero ya nada podía salvar al barco visitante del naufragio. El encuentro era de color rojiblanco y Diego Martínez se permitió el lujo de prescindir de Montoro durante la última media hora, marrando incluso algún contragolpe. El marcador no se movió y la afición pudo celebrar sin sobresaltos el aniversario del conjunto nazarí, que sopla las velas en puestos de ascenso directo.
Ficha técnica:
Granada CF: Rui Silva; Víctor Díaz, Germán, José Antonio Martínez, Quini; Fede San Emeterio, Montoro (Azeez 67’); Dani Ojeda (Vadillo 62’), Fede Vico, Puertas; y Adrián Ramos (Rodri 76’).
Málaga CF: Munir; Iván Rodríguez (Cifuentes 58’), Luis Hernández, Pau Torres, Ricca; Iván Alejo (Seleznov 45’), N’Diaye, Keidi Bare (Mula 45’), Ontiveros; Adrián González y Blanco Leschuk.
Goles: 1-0: Antonio Puertas, min. 4.
Árbitro: Trujillo Suárez. Amonestó a los locales Fede San Emeterio, Quini y Montoro, así como a los visitantes Luis Hernández, Iván Alejo y Ricca. Expulsó por doble cartulina amarilla al visitante N’Diaye.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 33ª jornada de la Liga 1|2|3 en el estadio Nuevo Los Cármenes, 15.211 (cifra oficial).