¡Qué bello es bajar!
Si usted, aficionado del Granada CF, no es lector de periódicos ni oyente habitual de radio deportiva, probablemente no se haya enterado de que lo mejor que le puede pasar al club de sus amores es bajar a segunda división.
Sí, es verdad que el mensaje que la nueva dirigencia envió a la hinchada el día de su presentación fue el de dar un salto de calidad al equipo y evitar los apuros de las últimas temporadas, pero es que usted, estimado seguidor, quemó su juventud fumándose las hierbas que crecían en el cemento del viejo Los Cármenes y le cuesta captar las sutilezas del lenguaje empresarial.
Tendrá que reconocerme, en cualquier caso, que la segunda promesa se ha cumplido de manera escrupulosa: este año le han ahorrado sufrimientos innecesarios, al instalar al equipo cómodamente en los puestos de descenso desde la primera jornada.
Se ha hecho un esfuerzo, que como aficionado cabal sin duda sabrá agradecer, para que el equipo esté descendido cuanto antes y así evitar, en estos tiempos de incertidumbre sanitaria, que le dé a usted un ataque de ansiedad en la jornada 38 y la ambulancia no sepa si llevarlo al Clínico o al PTS.
Por otro lado, es encomiable la labor pedagógica que están desarrollando en los medios los nuevos gestores para hacerle comprender, distinguido socio, que la Primera no es ni mucho menos la panacea. Ya lo advirtió Sergi Vieta en la presentación del proyecto: “Estamos muy limitados para invertir en la plantilla”.
Con un pequeño esfuerzo intelectual entenderá que, para un club con las aspiraciones estratosféricas del Granada, militar en la “liga de las estrellas” supone un freno, un obstáculo que dificulta la realización efectiva del prometido salto de calidad. Como ha dicho el nuevo responsable deportivo, “a veces hay que retroceder para despejar el lío”. “El Granada”, ha añadido, “aspira a subir a la cima” y, para subir, primero hay que estar abajo.
Libre de las ataduras económicas de la Liga Santander -que lastran la planificación deportiva- la aeronave rojiblanca despegará definitivamente y alcanzará mucho antes una confortable velocidad de crucero. Esa es la pura verdad y cuanto antes se le meta a usted en la cabeza, será mejor para todos.
¡No querrá que el club se mire en el espejo del Eibar, ese proyecto pueblerino que coquetea irresponsablemente con los puestos europeos!
No, querido amigo, Europa puede esperar. Lizhang, enrolando en la tripulación a Tony Adams, ha apostado por el Grexit. Y, una vez consumado el descenso liberador, planea el asalto definitivo a la cumbre, para el que esconde un as en la manga: se llama Morticia.
Comentarios
Un comentario en “¡Qué bello es bajar!”
Pepe
2 de abril de 2017 at 14:07
Muy buena nota, hay que tomarse esta temporada ya con humor