¿Qué es la desconexión digital y por qué nadie cumple con ella?

La digitalización y las nuevas tecnologías han propiciado un clima hostil hacia el cuidado de la vida personal, la conciliación familiar o la capacidad de desconectar del entorno laboral. Herramientas como Whatsapp o Telegram han facilitado la comunicación en todos los sentidos, no obstante cada vez es más difícil mantener la privacidad y salvaguardar la intimidad familiar.

La desconexión digital responde a la necesidad de las personas de establecer límites, reducir el estrés y cuidar su bienestar mental y físico, más allá del trabajo. Términos como 'workaholic' o 'síndrome del burnout' han cobrado una especial relevancia en el ámbito laboral en los últimos años.

Según los datos del Informe Salud 2024: Estado de la Salud Laboral en las Empresas, el 37% de los españoles tiene dificultades para desconectar de sus tareas diarias al finalizar su jornada laboral. Esta situación afecta también a la calidad del descanso nocturno, ya que uno de cada tres trabajadores indica que sufre problemas de sueño debido al estrés laboral.

Entre las razones principales que responden a la afección de estrés laboral se encuentra: la carga excesiva de trabajo (71%), la falta de motivación (38%) y la falta de conciliación (31%).

Estos datos reflejan los síntomas de agotamiento mental de los trabajadores con respecto a su entorno laboral. Unas cifras que vierten todo su peso sobre el derecho a la desconexión digital. Este derecho se recoge en la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales.

Todo ello responde a la necesidad de todos los trabajadores de desconectar digitalmente del trabajo una vez haya concluido la jornada laboral. Por ello, que si el jefe se pone en contacto después de haber finalizado la jornada laboral mediante un WhatsApp estaría atentando directamente contra el derecho de descanso del trabajador. Lamentablemente esto ocurre muy a menudo.