¿Qué es el hirsutismo?

Es un trastorno que afecta aproximadamente al 10% de las mujeres en edad fértil, y puede ser leve, lo que representa una variación del patrón de crecimiento normal, y en raras ocasiones es signo de un trastorno subyacente grave

mujer barbuda
Cuadro 'Mujer barbuda' de José de Ribera | Foto: Archivo
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El hirsutismo es el crecimiento excesivo de vello terminal en la mujer. Este vello sigue un patrón masculino tanto de crecimiento como de distribución, especialmente en zonas andrógeno-dependientes: patillas, barbilla, cuello, areolas mamarias, tórax, en área inmediatamente superior o inferior al ombligo, así como en muslos, espalda. Frecuentemente se asocia a acné, calvicie con patrón masculino e irregularidades menstruales.

Es un trastorno que afecta aproximadamente al 10% de las mujeres en edad fértil, y puede ser leve, lo que representa una variación del patrón de crecimiento normal, y en raras ocasiones es signo de un trastorno subyacente grave.

Por lo general, es idiopático, pero puede estar relacionado al exceso de andrógenos, como el síndrome de ovario poliquístico o la hiperplasia suprarrenal congénita. El límite entre lo normal y lo patológico no es preciso, dadas las variaciones étnicas y las influencias familiares. Es más frecuente en blancos y excepcional en asiático.

Las manifestaciones clínicas de la androgenización se pueden deber a una producción global de andrógenos libres disponibles por disminución de la globulina transportadora de hormonas sexuales (GTHS), o a una respuesta local excesiva, gracias a una mayor afinidad de los receptores intracelulares para unirse a la hormona.

Otras causas infrecuentes de crecimiento de vello indeseable son:

Consumo de difenilhidantoína
Tumor o cáncer de las glándulas suprarrenales
Tumor o cáncer de ovario
Síndrome de Cushing
Hiperplasia suprarrenal congénita
Hipertecosis (una afección en la cual los ovarios producen demasiadas hormonas masculinas)
Uso de ciertos medicamentos como testosterona, danazol, esteroides anabólicos, glucocorticoides, ciclosporina, minoxidil, fenitoína

CLASES DE HIRSUTISMO

Hirsutismo de origen hipofisario: debido a un aumento de ACTH que se traduce en un aumento de cortisol y secundariamente de prolactina. Puede producirse por tumores hipotalámicos, adenomas hipofisarios secretores de prolactina, hipotiroidismo psicotropo y otros fármacos como los anticonceptivos orales. Suele acompañarse de galactorrea, oligo o amenorrea, esterilidad, en ocasiones alopecia, acné, seborrea e hirsutismo de distribución tanto central como lateral con predominio del primero. Generalmente se produce en mujeres menores de 50 años.

Hirsutismo de origen suprarrenal: se produce por aumento del cortisol, que favorece una elevación en la sangre de los niveles de dihidroepiandrosterona (DHEA) simple, DHEA-sulfato y 17-hidroxiprogesterona como sucede en la hiperplasia suprarrenal congénita de expresión tardía, cuya causa más frecuente es el déficit de 21-hidroxilasa, disfunción suprarrenal intermedia, síndrome de Cushing y tumores suprarrenales. Suele tratarse de mujeres delgadas, de cualquier edad con alopecia androgenética de patrón masculino y signos de virilación.

Hirsutismo de origen ovárico: se produce un aumento de los niveles ováricos de progesterona, A-4-androstendiona y testosterona debido a la disgenesia gonadal pura y síndrome de ovario poliquístico. El hirsutismo suele comenzar por las mamas y es más intenso en zonas laterales de la cara y el cuello y también en el abdomen. El hirsutismo ovárico tumoral (arrenoblastoma, tumor de células hiliares, tumor de Brenner y gonadoblastoma) se produce en mujeres de edad avanzada, incluso postmenopáusicas, presentando hirsutismo discreto y síntomas de virilización.

Hirsutismo por hipersensibilidad del órgano terminal o hirsutismo idiopático: en estas pacientes no se diagnostica ninguna alteración endocrinológica, siendo normales los niveles de andrógenos en sangre, aunque se supone que se produce un aumento en la producción de la 5-alfa-reductasa en el folículo. El cuadro clínico comienza a partir de la pubertad, donde se va instaurando un crecimiento anormal del pelo, aumentando el hirsutismo hasta edades avanzadas. En algunos pacientes solo está afectada una región, como el bigote o las mamas. Aunque no se encuentran alteraciones hormonales, existe una incidencia significativamente mayor de defectos menos importantes influidos por los andrógenos, como la alopecia androgenética, ciclos anovulatorios, seborrea, acné y fertilidad reducida.

Hirsutismo por producción ectópica de hormonas: la producción ectópica de andrógenos puede deberse al tumor carcinoide, coriocarcinoma y cáncer de pulmón metastásico entre otros. Los pacientes desarrollan hirsutismo lateral o central, dependiendo del tipo de hormona producida por el tumor.

Hirsutismo iatrogénico: como los andrógenos, fenitoina, danazol o esteroides anabolizantes. Los pelos tienden a localizarse en la superficie lateral de la cara y espalda. No hay anormalidades bioquímicas.