¿Qué hacer si tu mascota se come una procesionaria?
El contacto, la inhalación e incluso olisquear o morder una de estas orugas puede desencadenar una grave reacción alérgica

La primavera es una de las estaciones más peligrosas para nuestras mascotas, especialmente para los perros. Entre los múltiples riesgos que trae consigo el aumento de temperaturas, uno de los más graves y menos conocidos es la oruga procesionaria del pino (Thaumetopea pityocampa), un insecto cuya presencia en parques, jardines y pinares puede ser letal para los animales si hay contacto o ingestión.
Estas orugas, reconocibles por su costumbre de desplazarse en fila india, poseen unos pelos urticantes que liberan una toxina altamente irritante tanto para humanos como para animales. El contacto, la inhalación e incluso la simple curiosidad de un perro que decide olisquear o morder una de estas orugas puede desencadenar una grave reacción alérgica e inflamatoria. En muchos casos, el resultado es una urgencia veterinaria con riesgo de necrosis en la lengua, pérdida de partes de la boca o incluso la muerte del animal si no se actúa con rapidez.
¿Cómo saber si tu perro ha tenido contacto con una procesionaria?
Los síntomas aparecen rápidamente tras el contacto. Si tu perro ha olido, lamido o ingerido una oruga procesionaria, es posible que observes:
- Inflamación intensa de la lengua o labios
- Hipersalivación
- Vómitos
- Nerviosismo, rascarse la boca con las patas
- Dificultad para tragar o respirar
- Coloración negra o morada de la lengua (signo de necrosis)
- Fiebre o decaimiento
Estos signos requieren atención inmediata. En cuestión de horas, la situación puede agravarse drásticamente
Primeros auxilios: qué hacer en casa antes de acudir al veterinario
- Evita que tu mascota siga manipulando la oruga. Retira al animal del área de riesgo
- No toques la oruga con las manos desnudas. Sus pelos son peligrosos también para ti
- Lava la boca del animal con abundante agua templada, sin frotar. Esto puede ayudar a eliminar parte del tóxico de forma superficial
- No le des medicamentos por tu cuenta. Algunos pueden empeorar la situación
- Acude a una clínica veterinaria lo antes posible. El tratamiento profesional puede incluir corticoides, antibióticos, suero y limpieza profunda de la zona afectada.
Prevención: cómo evitar el contacto con la procesionaria
- Evita pasear a tu perro por zonas de pinares entre febrero y mayo, especialmente si ves bolsones blancos en los árboles o las típicas filas de orugas en el suelo
- Lleva siempre correa en zonas de riesgo
- Observa el entorno antes de soltar a tu mascota
- Informa a otros dueños de la presencia de procesionarias si las detectas
El tiempo es un factor clave en estos casos. Cuanto antes se actúe, mayores serán las posibilidades de que tu mascota se recupere sin secuelas. Muchos dueños subestiman el riesgo porque no conocen la toxicidad de este insecto, lo que retrasa la actuación y pone en peligro la vida del animal.
Las orugas procesionarias son un enemigo silencioso de nuestras mascotas durante la primavera. Conocer el riesgo, identificar los síntomas y actuar con rapidez puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia. Si sospechas que tu perro ha tenido contacto con una de estas orugas, no esperes: actúa inmediatamente y acude al veterinario. La vida de tu mejor amigo puede depender de ello.
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