Qué nos gusta y qué no, de los centros comerciales
Diez motivos para odiar o amar a los grandes almacenes
Nos acercamos a los meses más fríos. Dejamos atrás los más cálidos
Y, respecto a lo que en ambos momentos opinamos o buscamos en un centro comercial, nada o poco, ha cambiado. Ciertamente, nos gusta pasear por la ciudad. Nos encanta mirar escaparates, parar a tomarnos algo y, sentir el aire fresco de… los autobuses…
Pero el caso es que va en aumento el número de personas que se decantan por acercarse un centro comercial en sus momentos de ocio o de compras. Os contamos las diez razones más comunes por la que un centro comercial es visitado y, cada vez más demandado. Además los “contra” de esas diez razones. Porque nunca llueve a gusto de todos.
PRIMERA Y MÁS FRECUENTE RAZÓN POR LA QUE SE VISITAN
Nos gusta:
Son cálidos en invierno y frescos en verano.
Nos permiten pasear sin abrigos, pues además, en muchos de ellos disponen de guardarropa.
No nos gusta tanto:
Los guardarropas, suelen cobrarse. No son caros, eso sí. En ocasiones no permiten dejar bultos demasiado grandes. Tampoco suelen estar presentes en todos los centros comerciales.
SEGUNDA
Nos gusta:
La variedad de tiendas en un mismo lugar. Cosmética, calzado, moda, casa y hogar, etc. Y, si tienen un supermercado, ‘miel sobre hojuelas’.
No nos gusta tanto:
Seguramente, esa firma que tanto nos gusta, no está aquí. Hay otras mil. Pero esa precisamente, no.
TERCERA
Nos gusta:
Tienen parking. Suele ser amplio y en la mayoría de ellos es gratuito. Nos evita el sufrimiento de pasear entre coches, atascos o ruidos de motores. Pero sobre todo elimina el terrible momento de la búsqueda de aparcamiento.
No nos gusta tanto:
No suelen ser luminosos, algunos están mal señalizados y, en algunos casos, carecen de suficientes ascensores o accesos adaptados.
CUARTA:
Nos gusta:
La seguridad. Siempre te pueden robar, claro. Pero es menos frecuente en estos lugares.
No nos gusta tanto:
A veces la presencia de seguridad, intimida o incomoda ligeramente.
O…brilla por su ausencia. Que ni Juan ni Juanillo.
QUINTA
Nos gusta:
La Sala de lactancia. ¡Por fin! Ya era hora que nos europeizásemos. Las salas de este tipo son muy necesarias para descansar con nuestro bebé, darle el pecho o, cambiarle sin que algunas miradas nos taladren la nuca.
No nos gusta:
Suelen ser demasiado pequeñas, escasean y, muchas huelen regular. Además sorprende la organización. Sin duda, obra en muchos casos, de alguien sin hijos.
SEXTA
Nos gusta:
Las parejas no discuten. Si, como suena. Ejemplo; “Cariño, me esperas aquí mientras termino en un momentito, de mirar unas cosillas “. Ese “aquí” puede ser; el bar, un sofá en un lugar con wifi, la pantalla gigante donde están retransmitiendo el partido, etc.…
No nos gusta tanto:
Hay pocos sofás y siempre están ocupados.
El momentito, suele ser eterno, y traer consecuencias negativas para nuestra tarjeta de crédito.
SÉPTIMA
Nos gusta:
La zona infantil o recreativa… esto no tiene precio. Podemos dejar a los niños (si su edad lo permite), un ratito jugando cuidados y vigilados, mientras realizamos algunas compras.
Se nos aparece en la mente como una opción donde ir ese día sin ocurrencias en que necesitamos urgentemente salir de casa.
Es el sustituto de un parque abrasado por el sol, o mojado por la lluvia.
Aunque las tiendas cierren y sea domingo, la zona recreativa de los centros comerciales, siempre está ahí.
No nos gusta tanto:
Suelen estar abarrotados de gente, ser muy ruidosos y bastante caros.
OCTAVA:
Nos gusta:
Bares, bares y más bares. No podemos vivir sin bares. Y, como ir de compras no deja de ser un ejercicio, necesitamos dar un descanso al guerrero y recuperar fuerzas tomándonos “un algo”.
No nos gusta:
Poco o nada negativo hay que decir. Bueno, sí; las tapas a veces dan pena.
NOVENA:
Nos gusta:
Cines. Oh; ¿Hace un cine? Nos ofrecen las últimas novedades, días de descuento, periodos de emisiones temáticas, etc.
No nos gusta:
Las salas suelen ser pequeñas y los asientos están pensados para no tener rodillas.
DÉCIMA:
Nos gusta:
Muchos organizan actividades tanto infantiles como para adultos según la fecha del año.
No nos gusta tanto:
En ocasiones las organizan con escasez de personal. No están suficientemente bien publicitadas y, a veces pecan por falta de organización. Sobre todo en las fiestas infantiles, donde habría que poner G.E.O.S. controlando a padres demasiado… protectores.
En fin, si te aburres, un centro comercial es lo tuyo. Tanto si quieres comprar como si no. Así tengas hijos y necesites que se distraigan un rato, o, seas un adolescente que busca un punto de reunión. Ya busques un bañador, unas chanclas, o unas sábanas. Ya quieras tomarte un café confidencial o hacer una reunión de antiguos alumnos.
Pero si lo tuyo es la soledad, rehúyes de los aires acondicionados, no te gustan las multitudes, ni las compras, ni la música de fondo, mejor no vayas. Date un paseo por la ciudad, o, mejor, quédate leyendo un libro.
¡Pero yo quiero más ¡