Qué pocas luces…

¿Qué lleva a un alcalde socialista como el que gobierna esta ciudad a adelantar cuatro días el encendido de los 1,4 millones de puntos de luz (LED, eso sí) del alumbrado navideño?

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Alumbrado navideño | Granada Digital
Esther Ontiveros @estherontiVELP
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“¿Pero esto qué es? ¿La feria de abril? ¿Tú te crees que tenemos acciones en Endesa?” Mi padre saludaba así cuando llegaba de la calle y a continuación recorría la casa propinando manotazos indignados a los interruptores de todas las estancias iluminadas hasta dejarnos sumidos en la semi penumbra. Aún lo hace cuando viene a vernos a casa, y eso que ahora la fiesta la pago yo, pero entiendo que uno se lleva a la tumba algunos principios. Creo yo…

Y es que yo no soy socióloga ni analista política pero intuyo que parte de la profunda crisis en la que está sumida la socialdemocracia europea  se debe precisamente a la divergencia entre lo que dice y lo que hace. Y viceversa. Cuando la opción históricamente más votada por la progresía ve amenazada su posición por un partido amateur (que se está iniciando en el juego electoral) o revisa el ideario o cambia la forma de gobernar.

Y es que yo juraría que la lucha contra el cambio climático pertenece a la secuencia genética de la izquierda, lo que me suscita la duda: ¿qué lleva a un alcalde socialista como el que gobierna esta ciudad a adelantar cuatro días el encendido de los 1,4 millones de puntos de luz (LED, eso sí) del alumbrado navideño?

Se lo digo yo. Se trata de una medida de apoyo al comercio. Es bien sabido que el comportamiento del consumidor se asemeja al de la polilla, que acude presta hacia la luz aun a sabiendas de que su destino será morir achicharrada pegada al escaparate. Yo misma he salido ‘a ver las luces’ con mis enanos pero he tenido la precaución de dejarme las tarjetas y el monedero en casa, no fuera a ser presa involuntaria del ‘efecto polilla’ (ya saben por un artículo anterior que este año tengo propósito de hacer de las compras navideñas un acto consciente y se conoce que ello requiere luz natural).

La reducción del consumo energético como medida contra la emisión de gases de efecto invernadero está en la agenda de cualquier ayuntamiento con pretensiones de ser considerado progresista (véase que no hablo de izquierdas, para no herir sensibilidades). Ésta habría sido una excelente oportunidad de trasladar a la ciudadanía un mensaje de austeridad en las apariencias para un consistorio en ruina y de compromiso con el ahorro de energía, consustancial a los valores del ecologismo.

La misma Carmena ha sabido transformar astutamente una medida tan impopular como el corte de una arteria vital para el tráfico de Madrid en una acción ecologista que ha logrado reducir los niveles de dióxido de nitrógeno de la zona un 32%, ganándose el aplauso de peatones y comerciantes, por cierto.  O más cerca, el  ayuntamiento socialista de Córdoba engalanó las navidades pasadas las calles de los barrios con pascueros en lugar de bombillas.

Política de gestos, dirán. Y siendo la política la “actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o a un país” y los gestos los “movimientos […] con los que se expresa algo” (RAE) ¿qué, si no son los gestos, diferencia a los unos de los otros?

Es de esas postales que te vienen a la memoria cuando te llaman a las urnas...







Comentarios

Un comentario en “Qué pocas luces…

  1. Se te notan mucho a ti también las luces. Que yo tenga entendido (y se dijo en consistorios anteriores al actual), esto del tema de la Navidad se contrata cada cierto si años de golpe o el año anterior. Dudo mucho que todo esto haya sido idea de quién tú dices que tiene pocas luces.
    Les. Yo me iría directamente a YouTube a ver a un electricista profesiónal hablando del consumismo de la feria y de las bombillas incandescentes de la portada que se repite año tras año.
    Lo que está claro es que a pesar de existir el árbol led más grande de la historia de Granada y más alto de Europa, la gente sigue acudiendo al centro "a ver las luces y los belenes"
    Parecemos granadinos, porque todo nos parece mal, lo hagan mal o bien, siempre hay que criticar.
    Así nos luce el pelo!!
    Un saludo.