Quico Comesaña traslada la 'belleza' de la música al Parapanda Folk
Lombarda y Mayalde, la propuesta de la organización para la penúltima jornada del festival de Íllora, este sábado
Calificado como 'leyenda de la música gallega', el músico vigués Quico Comesaña volvió al Parapanda Folk 21 años después de haberlo hecho con su mítico grupo Berrogüeto, pilar de la tradición musical en aquella esquina del país. Durante los últimos nueve años ha vivido apartado de la música intentado superar un problema de salud que le tuvo incapacitado para tocar, y ahora, felizmente, ha podido volver a actuar, presentando su disco 'Mãe’ en una gira que ha pasado por Íllora. En el auditorio Enrique Morente, donde estuvo con su banda, el cuarteto formado por Carmen Gallego, con el violín y la nyckelharpa; Marcos Padrón, con el acordeón; Leandro Deltell, con la percusión y Paula Oanes, con el arpa celta.
Su concierto fue de una exquisitez sonora absoluta, un regalo largo y ondulante con cuatro suites (Clorofilia, Marea, Sapiens y Terránea) primorosamente interpretadas por el cuarteto de acompañantes, cada una con diversas partes, movimientos de gran capacidad evocadora, cercana al pop sinfónico por momentos y a los aires de un Mike Oldfield, a los Pin Floyd acústicos, la pureza guitarrística de un Bert Jansch o el colorido antiguo de Magna Carta. Música bellísima que absorbió la atención y la emoción del publico que le despidió de pié tras recuperar algunas piezas de su antigua banda.
Comesaña, como sus compañeros de cartel, Rare Folk y el presentador, el locutor Juan Antonio Cortés, así como el patrocinador Aguasvira, fueron honrados con un presente, este año un ‘pipote de Íllora’, por parte del alcalde de la localidad, Antonio José Salazar, y el concejal de cultura Salvador Blázquez.
Tras la delicadez a flor de piel llegó la parte más rotunda, física y animosa, la que practican desde hace más de dos décadas los sevillanos de Rare Folk. Banda numerosa con querencias por lo sonidos de los años setenta, el rock elaborado, los desarrollos progresivos, el jazzrock y hasta el funk, perfectamente ensamblados con los aires atlánticos llegados Guadalquivir arriba. Son unos veteranos de una cohesión absoluta e instrumentalmente muy ricos, incluyendo raras especies como una mandolina de doble mástil. Tocaron su disco ‘Psyderal’ e hicieron bailar al público que los acompañó hasta bien entrada la madrugada.
Lombarda + Mayalde, este sábado
Lombarda es un nombre genuino de la tradición musical andaluza. Se constituyó en el año 1980 y vivió la época de recuperación del folk en todas las latitudes del país. En Galicia triunfaba Milladoiro y amanecía Na Lúa; en Euskadi sonaba Oskorri. En Andalucía Almadraba, Andaraje y Lombarda recuperaban el sabor de la música y el folklore tradicional.
En sus inicios el grupo centró su interés en la música medieval y renacentista, línea que algunos de sus miembros mantuvieron incluso después de dada por finalizada la primera etapa del grupo. Pronto pasaron a interesarse por la música tradicional andaluza y se lanzaron a una tarea de recuperación e investigación de los sonidos de la tierra.
Fruto de aquella primera época, que duró hasta el año 1992 fueron su LP Lombarda y el single La Fuente de los Cantos. En el año 2000, el grupo retoma su actividad y saca a la luz un nuevo CD bajo el nombre que le hizo un grupo mítico en el panorama de la música tradicional española: Lombarda.
En esta nueva época el grupo se amplía pasando de su formación de cuarteto (o quinteto) a una formación de octeto que brinda la posibilidad de sacar provecho a una mayor sonoridad y variedad de instrumentación, como a la composición musical del grupo, mucho más presente en su nueva andadura.
Para la grabación de su primer CD en esta segunda época han contado con la colaboración de músicos de la talla de Paco Vegara, Arturo Cid, Günter Vogl, Isabel Maynés, hasta un total de veintitrés músicos que aportan su arte y sabiduría musical a un CD que fue presentado a principios de diciembre del año 2000 bajo los auspicios de la Diputación Provincial de Granada.
Han vuelto a rastrear Andalucía para poder armar este nuevo trabajo. Si el disco Lombarda del año 1986 mostraba una interesante tarea de recuperación circunscrita casi en su totalidad a la comarca de la Alpujarra, ahora se extienden por la provincia de Granada buscando las direcciones de los cuatro puntos cardinales y cultivando un estilo que no es exclusivo de Andalucía oriental, sino reconocible en toda la comunidad.
Un nuevo paso en la trayectoria de uno de los grupos más antiguos del panorama folk andaluz que quizá sirva como desbroce para una futura recuperación de aquellas otras formaciones que dieron cuerpo a la música tradicional andaluza.
En el año 2003, Lombarda vuelve a preparar un nuevo trabajo centrado en la música tradicional andaluza, dotando nuevamente la recuperación de temas tradicionales con el peculiar tratamiento musical que caracteriza a esta formación.
Este nuevo CD, dalequetedale, ha contado con la colaboración de la consejería de cultura de la Junta de Andalucia, y contiene una gran variedad de tradiciones como de música propia del grupo, destacando la recuperación de canciones como las coplas del afilador, en homenaje a tan curioso personaje vinculado a nuestra cultura popular, así como otros temas no menos interesantes como los cantos de aguilando, canciones infantiles, cantos de mecedor, de animas, etcétera.
Para esta grabación, han contado nuevamente con colaboraciones de gran prestigio en el panorama musical, como Enrique Morente, Eliseo Parra, Manuel Luna, Carlos Beceiro, Paco Vegara, que completan una treintena de músicos que han aportado su granito de arena para dar a la luz el trabajo mas completo e innovador que hasta ahora ha ofrecido Lombarda.
Desde finales del 2004 y los inicios del 2005, el repertorio de Lombarda se va ampliando para la preparación de nuevos conciertos y próximos trabajos discográficos.
Es en abril del 2005, cuando colabora junto a otros artistas de reconocido prestigio en la música tradicional, en la grabación de un CD que edita el Excmo. Ayuntamiento de Granada sobre la vida de Mariana Pineda en el bicentenario de su nacimiento. Junto a Lombarda, artistas como Amancio Prada, Joaquín Díaz o el Nuevo Mester de Juglaría, comparten experiencia y saber popular.
En enero del 2006, colabora en un proyecto realizado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía dirigido a las futuras madres andaluzas con la grabación de varias canciones englobadas en una antología de folclore infantil de Andalucía, de la que Lombarda tiene preparado un amplio trabajo de campo e interpretación. Este trabajo discográfico se presenta en febrero de 2006 bajo el nombre de Pipirigaña en el que participan entre otros Maria Galiana y Antonio Banderas.
Otros trabajos como el que viene realizando el grupo sobre el romancero, canciones infantiles y de oficios, se plasman en la última grabación discográfica que lleva a cabo Lombarda en el 2006, con el título de Colección y en el que se recogen nueve temas inéditos junto a una amplia selección de temas de toda su discografía. Este trabajo que sale al mercado en Mayo de 2006 está compuesto por un doble CD + DVD.
Mayalde
Mayalde es un grupo de música tradicional con sabor ancestral que desde hace 38 años se ha especializado en la recuperación de la música del alma. Escuchar sus conciertos es casi indescriptible, porque el mundo de las sensaciones que provocan es inabarcable. Mezclando vida y arte, Mayalde está formado por Eusebio y Pilar, de La Maya y de Aldeatejada (provincia de Salamanca), a partir de cuyos nombres han formado el del grupo. Desde hace unos 16 años se han sumado sus dos hijos, Arturo y Laura, que desde su infancia han mostrado su curiosidad por la música folk.
Han publicado unos 13 discos (el más reciente, Nanas con ná y Tinajoria, que es como hacer un viaje de sabores, texturas, colores, sonidos cotidianos a través de canciones de tradición oral), han actuado en distintos países y son profesores de baile y danza.
La originalidad del grupo Mayalde reside en sacar música de cualquier cosa aderezada con todas esas historias y canciones escuchadas de los labios de la gente mayor, de la historia y los ritmos que sólo permanecen en la memoria y en el recuerdo y que ellos se esfuerzan por abrigar lo más honradamente posible. Lo suyo es “una aventura arqueológica que supone escarbar en la memoria y en las entrañas del público, a veces ya con muchos estratos de gangas y mandangas acumulados”.
Sus espectáculos tienen una puesta en escena llena de encanto, utilizan cualquier objeto cotidiano, desde cucharas, orinales, escobas, cazuelas, morteros, vasos, platos, tijeras de esquilar, huesos, bombos, acordeones, calderos, sartenes, badiles, regaderas, aceiteras, tapaderas, gaitas, etc, junto con otros de su propia construcción, que conforman la base instrumental.
Su capacidad de renovación y de investigación se acrecienta cada día y año tras año nuevos instrumentos, nuevos brindis, nuevos cantares y nuevas historias hacen las delicias del público, que no duda en participar con ellos en su espectáculo.