Quince trucos de los supermercados para que compres más
Aquí van algunos métodos que usan los supermercados para que terminemos gastando más durante nuestras compras
Según los especialistas en neuromarketing y psicología del consumo, la organización y disposición de los productos en los supermercados no es aleatoria y busca un mayor consumo por parte del usuario.
Estos son los trucos más utilizados por los supermercados para hacernos llenar más el carrito de la compra:
1. Activar el apetito. Si vas al supermercado sin haber comido durante un largo período de tiempo, caerás más fácil en la tentación de los productos de panaderías y hornos estratégicamente localizados.
2. Precios confusos. ¿Cuántas veces no has ido con prisa al súper y no te has fijado si el precio de un producto va por unidad, peso o cantidad? Los etiquetados enrevesados no son una casualidad.
3. Cambios de sitio. Los productos básicos suelen colocarse alejados entre sí para que tengas que recorrer un mayor trayecto entre ellos. Además, su ubicación suele variar con asiduidad.
4. Carros grandes. Psicológicamente, ver un carrito vacío nos incita a llenarlo.
5. Fruta y verdura, al principio. Sirve para dar sensación de productos frescos, buen color y saludables. Al tacharlos de la lista una vez en el carrito, es más fácil caer en otros menos 'adecuados'.
6. El color rojo significa descuento. Este llamativo color incita a la impulsividad.
7. La fruta y verdura, aparentemente fresca. Gracias a la iluminación especial y al rociado con agua fresca, estos productos dan la sensación de que acaban de ser cogidos de la planta.
8. Productos básicos, al fondo. Relacionado con el punto 3. ¿Cuántas veces has tenido que ir hasta el fondo del supermercado a por leche?
9. Baldosas pequeñas. Para hacerte creer que te mueves deprisa, las baldosas de los pasillos con productos más caros suelen ser más pequeñas y, por tanto, parece que el carrito anda más deprisa al pasar más frecuentemente sobre las juntas. Esto hará que te frenes y pases más tiempo en dichas zonas.
10. Productos caros, a la altura de los ojos. Los productos caros suelen estar a 1.60 metros, con el objetivo de no tener que inclinar la cabeza para verlos. Los dulces y las chucherías que gustan a los niños suelen estar un poco más bajos, a la altura de sus ojos.
11. Paredes con colores cálidos. Los tonos cálidos, como el naranja, fomenta la relajación y la contemplación, lo que provoca que nos detengamos y compremos más.
12. No hay relojes ni ventanas. Puedes pasar horas y horas en un supermercado sin saber si se ha hecho de noche ni qué hora es.
13. Parejas de comestibles. Algunos alimentos van ligados a otros (el pan y el paté, el queso rallado y la pasta o las salchichas y el ketchup, por ejemplo). Conscientes de que maridan bien, estos productos suelen estar situados los unos junto a los otros.
14. Carne y pescado, con fondo blanco. Eso genera que veamos los productos como más frescos.
15. Productos siempre útiles, cerca de las cajas. Pilas, chicles, chocolatinas y golosinas siempre suelen estar cerca de las cajas, pues son productos atractivos en cualquier momento.