La quinta ola de la pandemia golpea con fuerza en Granada

El verano ha llegado a Granada y no lo ha hecho solo con los 40 grados que ya se han dejado ver por los termómetros de toda la provincia. La ola de calor llegó acompañada de otra ola, igual de detestada por todos los ciudadanos, una por la que parecía que no debíamos preocuparnos. La quinta ola de la pandemia entró con fuerza en todo el territorio español.

Los buenos datos de vacunación prometían una mejoría sustancial de la situación de cara la verano. Sin embargo, tanto fue el cántaro a la fuente con las promesas de recuperación y la opción de poder disfrutar de un verano libre de mascarilla que terminó por romperse contra el suelo. Aunque las dosis administradas han ido en aumento, también lo han hecho los positivos.

Durante los primeros 15 días del mes de junio, en Granada se sumaron un total de 1.892 casos en toda la provincia, lo que arroja una media de 126 positivos diarios. Con estos datos, la posibilidad de un verano dentro de la 'nueva normalidad' comenzaba a dibujarse en las mentes de los granadinos, sobre todo aquellos que durante el año viven lejos de la costa. Regresar al apartamento en Velilla, Torrenueva o La Herradura era el principal objetivo de todos.

Lo cierto es que la mayoría de ellos podrán seguir disfrutando de las refrescantes aguas del mediterráneo ya que no han vuelto las restricciones de movilidad ni los toques de queda. Aunque la situación dista mucho de ser la ideal. Tan solo un mes más tarde de esas cifras antes mencionadas, los datos vuelven a ser alarmantes y los casos acumulados han ascendido hasta los 3.404. La media de positivos diarios en esta primera quincena de julio es de 243, casi el doble que hace un mes.

Y, como era de esperar, con el aumento de los casos, el resto de estadísticas ligadas a la pandemia también ha ido en aumento. La que más se ha visto afectada por el incremento ha sido la casilla de hospitalizados. En tan solo siete días se han producido 56 nuevos ingresados, aunque por suerte para los hospitales granadinos, la presión no ha subido al mantenerse estable, aunque también con un ligero incremento de casos, el número de pacientes en UCI.

La quinta ola, y no nos referimos al filme protagonizado por Chloe Moretz, ya es una realidad. Tanto es así que la Comunidad Valenciana ha abierto la veda a una nueva escalada de las medidas restrictivas. De momento, son una treintena de localidades, las que presentan unos peores datos en la tasa de contagios, las que han recibido restricciones a la movilidad en horario nocturno. Esta medida, además, está avalada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

Desde que el Gobierno central pasó estas competencias a los líderes territoriales en materia de desescalada, siempre ha entrado la posibilidad de que la toma de decisiones fuera en la dirección contraria, aunque nunca se planteó porque los datos, a nivel general, siempre fueron mejorando. Pero ahora ha cambiado el sentido en el que apuntaba la flecha y con la veda abierta por parte de la Comunidad Valenciana otras tantas podrían unirse.

De momento, en Andalucía se ha desestimado que sea necesario dar un paso atrás aunque los números no difieren tanto de los mostrados por un Gobierno valenciano que registró en un día la cifra más alta de contagios desde el 8 de febrero, cuando ya la cuarta ola comenzaba a remitir. Con la llegada de los jóvenes al turno de vacunación se espera cortar el crecimiento que se ha producido en las últimas semanas. Se vuelve a jugar todo a una carta, pero tampoco se esperaba que hubiera una quinta ola.