Rajoy insiste en un gobierno con PSOE y C's y pide al PP preservar "la unidad"

"Las decisiones de 800.000 afiliados las toma la organización más grande de España y no las toman otros por nosotros", advierte

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Mariano Rajoy
E.P
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El presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy, se ha reafirmado en su postura al defender las ventajas que tendría un gobierno de coalición con PSOE y Ciudadanos (C's), al tiempo que ha lanzado una advertencia: el PP "no propiciará de ninguna manera que quien haya perdido sea presidente". También ha llamado a los suyos a mantener la unidad interna.

En un escenario político incierto en el plano estatal, en el que algunas voces de su partido han planteado que debería dar un paso atrás y donde también el líder de C's, Albert Rivera, sugirió que, si el actual presidente se iba, "todo sería distinto", Rajoy ha reivindicado este sábado que "lo importante para el PP es mantener la unidad y preservar la independencia".

"No podemos olvidar lo que somos, somos el primer partido de España y las decisiones de 800.000 afiliados las toma la organización más grande de España y no las toman otros por nosotros", ha sentenciado en su intervención en el congreso del PP de Pontevedra, donde Alfonso Rueda ha relevado como presidente provincial a Rafael Louzán tras 16 años de mandato.

Al tiempo, Rajoy ha defendido, entre aplausos de los suyos, que "el gobierno debe presidirlo quien ganó siempre". Como ocurre, ha afirmado, "desde 1977", porque "democracia significa muchas cosas, pero sobre todo que la gente elige con su voto a quien quiere que le gobierne".

Para Rajoy, las "razones" que sustentan su posición están "muy claras" ya que PP, PSOE y C's coinciden "en lo fundamental: igualdad entre los españoles, soberanía nacional y unas posturas similares sobre el proceso europeo. "Trabajamos juntos contra el terrorismo", ha añadido, antes de incidir en que una coalición de estas características lanzaría "un mensaje muy positivo"

"Sería un mensaje muy positivo para la recuperación económica, fuera y dentro, para los mercados; esta coalición es la que gobierna en 15 países europeos", ha aseverado, antes de ejemplificar con Alemania, Austria o la propia Unión Europea. "Le permitiría reformas a España que durarían mucho tiempo", ha añadido.

Enfrente, sólo ve "una alternativa", la de un gobierno de PSOE, mareas y partidos nacionalistas. "Y eso es malo para España, para la unidad de España, para los españoles y para la economía de 46 millones de personas", ha sentenciado Rajoy, quien ha justificado que no fue a la investidura porque "sabía que no tenía ninguna posibilidad" de superarla y que no hizo "perder ni un minuto a nadie".

"MENSAJE" DEL 20D

Rajoy ha centrado buena parte de su discurso en reflexionar sobre lo ocurrido después de las elecciones del 20 de diciembre, cuando, a su entender, los españoles "votaron" y lanzaron "el mensaje de 'entiéndanse ustedes, hablen, dialoguen, formen gobierno y háganlo a la mayor celeridad porque España lo necesita'".

Ha recordado que, al día siguiente, el PP convocó una reunión de su Comité Ejecutivo para "fijar una posición" y que dicha postura es la que "mantiene". "La aritmética contra la que no se puede luchar nos obliga a buscar a un acuerdo; el mandato de la gente es que gobierne el primero, con el apoyo del segundo para incorporar a cualquier fuerza con ganas e ilusión de trabajar por España", ha reiterado.

"Nuestra propuesta es sensata, moderada y democrática", ha continuado el dirigente popular, convencido de que PP, PSOE y C's coinciden "en lo fundamental", aunque también cuestiones en las que "discrepan", pero que habría que analizar en un segundo plano. Así, ha insistido en que una gran coalición de los tres supondría "un mensaje muy positivo" para la recuperación económica.

También ha garantizado que "permitiría reformas" en España que "durarían muchísimo tiempo" porque "tendrían apoyo masivo en el Congreso y en el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta". "¿Cómo se puede pretender gobernar en contra de un partido con mayoría absoluta en una Cámara?", se ha preguntado Rajoy, interpelando a su portavoz en el Senado, José Manuel Barreiro, presente en el cónclave.

BUENOS GOBERNANTES FRENTE A "CHISGARABISES"

Mariano Rajoy ha apelado a los "objetivos de futuro" que los populares han puesto sobre la mesa. "Crecimiento y empleo, mantener el estado de bienestar, defensa de la unidad de España, que está siendo atacada por algunos y defensa de los derechos fundamentales de las personas, de los seres humanos, que es lo que somos", ha relatado.

A renglón seguido ha enmarcado las ofertas de pacto por el crecimiento económico y el empleo, así como en materia de políticas sociales, en un contexto de "gobernar pensando a largo plazo" y de responder a cuestiones que "de verdad" interesan a los ciudadanos. "Tenemos que adelantarnos al futuro, que es lo que hace un buen gobernante y no los chisgarabises", ha contrapuesto.

En cuanto a su decisión de no someterse a la sesión de investidura, ha señalado que, mientras "otros hicieron perder un mes a los españoles", él no hizo "perder ni un minuto a nadie", ya que era "absolutamente consciente" de que sus posibilidades de ser investido presidente de España eran "ninguna".

"Y lo sabía porque el PSOE había reiterado hasta la saciedad que no votaría al candidato del PP. No engañamos a nadie: ni al jefe de Estado, ni a los afiliados ni a los españoles", ha esgrimido, para subrayar que, tras el fracaso del líder de los socialistas, Pedro Sánchez, en su sesión de investidura, "la gran pregunta es: ¿y ahora qué?".

INTENTAR FORMAR GOBIERNO

"Pues hemos vuelto al principio, toca empezar de nuevo", ha remarcado, para insistir en que los populares no han variado de posición y no propiciarán "de ninguna manera" que "quien haya perdido sea presidente" porque "para gobernar España, como se hizo desde 1977, conviene ganar, y el PSOE tiene 1,7 millones de votos menos que el PP".

Tras subrayar que los escaños que PSOE y C's no bastan, ha repudiado una alternativa que "no quiere" hablar con el partido más votado, y cuyo principal objetivo es enviar al PP "a la oposición", además de "derogar" las reformas "que han servido para que en España haya recuperación económica y empiece la creación de empleo". Ha citado, entre otras, la reforma laboral.

"¿Cómo se le puede pedir a un partido que ganó que vote al que ha perdido cuando su programa es echar al que ha ganado y derogar toda su obra? ¡Pero qué broma es esa!", ha manifestado Rajoy, para insistir en que los populares "defenderán" sus posiciones e intentarán "formar gobierno" siempre "respetando" las bases de la democracia.

No en vano, considera el programa del PP "bastante mejor" que el que se sometió a debate y que ha resumido en "mantener la política que evitó la quiebra de España, que éste fuese un país rescatado". Para Rajoy, la incertidumbre "no ayuda, perjudica la recuperación". "¡Y menos mal que aprobamos los presupuestos para 2016, que son unos buenos presupuestos!", ha celebrado.

Lo ha hecho, antes de mostrarse convencido de que si los españoles "mantienen el rumbo" que les permitió salir "de la peor situación vivida en décadas", se traducirá "en una etapa de crecimiento económico y creación de empleo".

Para que sea así, ha manifestado su deseo de que "triunfe la razón y el sentido común", los partidos sean "capaces de llegar al entendimiento" y que "todos" sean conscientes "de los verdaderos anhelos de los españoles" antes de que se "convoquen de forma automática" elecciones generales para el 26 de junio. Para ello, ha advertido que será preciso "que algunos olviden el sectarismo, que no conduce a nada y hace daño a todos, incluso al que lo practica".