Ramilla de Aventura, el youtuber de Órgiva que viaja a los lugares más remotos del planeta
A sus 23 años, cuenta con casi 250.000 suscriptores en YouTube y ya ha viajado solo a Siberia, Afganistán, Mauritania o las Islas Svalbard
Estar en la ciudad más fría del planeta Tierra, dormir en el vagón de un tren que transporta hierro por el desierto del Sáhara, visitar Ucrania en plena invasión rusa o tomar un autobús de más de 50 horas desde Sofía hasta Madrid. Son sólo algunos de los episodios que ha vivido Rama Jutglar, un joven de 23 años de Órgiva apasionado por el mundo de la aventura y los viajes. Más conocido como Ramilla de Aventura en YouTube -donde cuenta con casi 250.000 suscriptores-, su pasión por conocer los rincones más remotos del mundo y su decisión para hacerlo solo le ha llevado a ganarse la vida con su canal.
Al igual que sus destinos, los orígenes de Rama son de lo más variopintos. "Mi padre es catalán, de Vic, y mi madre es de Suiza. Los dos viajaron bastante cuando eran jóvenes", explica para GranadaDigital. Algo que ha heredado de ellos. "Se conocieron en Escocia y ahí nací yo. Mi padre ya había estado en el sur de España, le salió una oferta de trabajo en Órgiva y así acabamos aquí. He vivido siempre aquí, desde los nueve meses", comenta. La pasión por recorrer el mundo la lleva en el ADN: no tenía ni un año cuando subió al primer avión, y cada año viajaba a Cataluña y a Suiza para ver a las familias de sus padres. "Ya desde pequeño viajaba, cogía aviones, trenes… Además, iba escuchando las historias de mis padres de sus aventuras de cuando eran jóvenes", recuerda.
"También me lo puedo pasar bien en sitios como París o Roma, pero me llama más la atención ese tipo de destinos poco conocidos"
Tras estudiar en Granada realización audiovisual, Rama lo tuvo claro: quería dedicarse a algo que le permitiese viajar y moverse por el mundo. Después de mucho tiempo siguiendo viajes y aventuras en YouTube, decidió empezar a subir su propio contenido gracias a la libertad que da la plataforma de poder expresarse y hablar de lo que se quiera. "Lo que quería era algo que no sabía si iba a funcionar. En 2021 estuve probando a publicar vídeos de deportes de riesgo y de aventura porque me gusta mucho y llevaba tiempo queriendo probarlos". Empezó un viaje en el que probaba 30 aventuras distintas en tan solo un mes y medio. "Creí que podía llamar la atención a la gente joven. Tenía mucha confianza en eso, pero no funcionó bien", lamenta.
@ramilladeaventuraTodos los aviones, trenes y autobuses que cogí en 2022! (parte 2?)♬ Roses (Imanbek Remix) - SAINt JHN
Siberia, el primer viaje lejano de muchos
Viendo que el trabajo no daba sus frutos, a principios de 2022 decidió cambiar la idea del canal. "Empecé a publicar en formato blog, y por alguna razón me llevó a hacer vídeos de sitios curiosos", explica. Y ahí llegaría su viaje a Siberia, sus vídeos con más visualizaciones. "Me fui bastante nervioso, era mi primer viaje lejano y extremo. Pero sigue siendo uno de los que mejores recuerdos me trae. Me sentí mucho más a gusto de lo que pensaba, más tranquilo". De esta forma, pasó de las actividades de aventura a recalar en la población más fría del planeta, Oimiakón. Un paraje con la tierra congelada, los coches permanentemente encendidos para evitar que el motor se hiele y temperaturas de 40 grados bajo cero. "Me lo imaginaba más extremo de lo que sentí. Al final te abrigas mucho y ya no tienes ese frío. En las manos sí que hubo momentos desagradables", recuerda. Y al final, el vídeo tuvo su éxito en YouTube. Paradójicamente, Rama había encontrado su sitio en las redes estando en uno de los lugares más remotos del mundo.
La necesidad de hacer algo diferente y su insaciable curiosidad por los lugares menos conocidos le llevó a tomar esa decisión. "Los destinos típicos ya están más que vistos, y hacer algo diferente ahí es muy difícil. Me lo puedo pasar bien en París o en Roma, pero me llama la atención ese tipo de destinos poco conocidos. Es interés personal y menos competencia, pues hay decenas de canales de viajes", detalla.
A partir de ese viaje, sus vídeos se popularizaron, y desde entonces ha podido estar en lugares tan variados como Transnistria, las Islas Feroe, Kuwait, Pakistán, Mauritania, Afganistán, o las Islas Svalbard. En total, unos 30 países. En todos ellos ha llegado solo, contactando con guías o viajes organizados. De momento, nunca se ha sentido en situaciones de peligro. "Recuerdo alguna situación algo más tensa. Fue en Afganistán, con un control de carretera más exhaustivo de lo habitual, un interrogatorio en una mezquita donde no parecían muy amables o un momento en el que pensé que había perdido mi pasaporte", rememora. Sin embargo, siempre se queda con lo bueno, incluso en países tan convulsos como este. "Ningún país es como me lo imagino. En Afganistán, ya sospechaba que no me iba a encontrar lo que salía del país en la televisión, que no iba a ser tan terrible como lo pintaban. Incluso los talibanes son amables, se esfuerzan para que te sientas a gusto", relata el joven de Órgiva.
Para financiarse los viajes, Rama usó al principio sus ahorros y algo prestado por sus padres. "También gané algo de dinero con criptomonedas, y en cuanto empezó a viralizarse, con YouTube", desgrana. Además, a lo largo de sus viajes ha contado con varios patrocinios con marcas de una red privada virtual (VPN), un programa para recuperar archivos borrados de discos duros, una cámara de 360 grados o una marca de ropa que le ha permitido abrigarse en las remotas Islas Svalbard.
Otra de sus aventuras más arriesgadas tuvo lugar en Mauritania. Llegó a este desértico país en autobús desde Granada, cruzando en ferry el estrecho de Gibraltar y pasando por Marruecos y el Sáhara Occidental. "Pasé la noche en el tren del desierto, en un vagón con mineral de hierro. Dicen que es tóxico, yo iba con mascarilla y turbante. Cuando llegué al hotel tenía la cara entera negra por el hierro", recuerda. Se trata de un popular tren -tres kilómetros de convoyes, el más largo del mundo- que transporta hierro en un recorrido de 20 horas por el corazón del desierto, desafiando el extremo calor, el frío nocturno y las tormentas de arena.
"Cuando me fui por primera vez solo a la República Checa, con 18 años, me fui 'cagao'. Es decisión, decidir que quieres hacerlo y tirar para adelante. Nervioso o con miedo vas a estar, pero hay que hacerlo igual"
Días interminables y aviones perdidos, compañeros de viaje
Todas estas aventuras son gratificantes para cualquiera, pero tienen el precio de los largos e interminables días de viaje. Rama explica el más reciente de ellos, cuando volvió de Mongolia el pasado 15 de marzo. "Me levanté a las cinco de la mañana para ir al aeropuerto y coger un vuelo de diez horas. Llegué a Frankfurt del Meno a la una de la tarde, pero en hora de Mongolia eran ya las 20:00 horas. Estaba casi para irme a dormir y aún me quedaba medio día", cuenta. Pero no solo es el cansancio físico, sino el nerviosismo por los imprevistos que se puedan dar, como cuando viajó a Moldavia. "Salía un vuelo de Granada a Barcelona. Pero por las inclemencias del tiempo, el avión fue a Málaga y tuvimos que ir en bus ahí para cogerlo. Salió tarde, llegué a Barcelona y perdí el vuelo a Moldavia. Tuve que buscar otro vuelo para hacer escala en Alemania, pasar la noche ahí y llegar a Moldavia al día siguiente. No fue largo, pero sí estresante", explica. Incluso más que cuando viajó más de 3.000 kilómetros en bus desde Sofía, la capital de Bulgaria, hasta Madrid, en un total de 50 horas.
Cuando Rama reflexiona sobre qué se necesita para hacer este tipo de viajes, asegura que "los primeros que hacía solo me costaban. Cuando me fui por primera vez solo a República Checa, con 18 años, me fui 'cagao'. Es decisión, decidir que quieres hacerlo y tirar para adelante. Nervioso o con miedo vas a estar, es normal, pero hay que hacerlo igual", confiesa. Por eso, anima a todo el mundo a tener ese valor para viajar solo. "Se puede ir poco a poco, empezar por Europa. Si no, hay viajes organizados o tours con gente joven, y ya vas con alguien más. Hay viajes organizados a cualquier sitio. Es más caro, pero si quieres ir con alguien te quita presión y nervios", apunta.
Aunque va por el buen camino, todavía le falta mundo por recorrer. "Me encantaría ir a la Antártida, a Groenlandia, al Polo Norte, al Polo Sur, al norte de Canadá, a Tristán de Acuña (la isla poblada más remota del mundo). No hay uno que destaque por encima del resto, pero tengo cientos de sitios donde me gustaría ir", señala . Nunca se saben los viajes que le quedan a uno por hacer. Lo más seguro es que, cuando Rama no esté en su casa de Órgiva, estará en algún lugar insospechado del mundo.
Comentarios
Un comentario en “Ramilla de Aventura, el youtuber de Órgiva que viaja a los lugares más remotos del planeta”
Oscar Robles
17 de junio de 2023 at 18:30
Hola, ¿podrían compartir el contacto de los guías que utilizó Rama en Afganistán? Gracias!!